¡POR FAVOR, QUÉDATE EN CASA!
Hermanado en el camino
te saludo, decimista,
“Todo en Décima” es la pista
que nos junta en el destino.
Sé que eres un peregrino
que tu pie la huella abraza,
sé que tu copla traspasa
las más lejanas fronteras,
pero por lo que más quieras...
Vendrá un nuevo amanecer,
mi creencia lo anticipa,
mientras tanto ¡participa
de tu hogar, es menester!
Ya nada se podrá hacer
si el hospital se rebasa
si a las camas sobrepasa
de internos la cantidad,
busca tu salubridad...
¡Por favor, quédate en casa!
busca tu salubridad...
¡Por favor, quédate en casa!
Si no quieres ese traje
que te impide tener novia,
y una odiosa claustrofobia,
presta idea a este mensaje.
Podrás sentirte en un viaje
de astronauta de la NASA...
Sal afuera, a la terraza
y mira al cielo de noche,
que hay estrellas en derroche...
¡Por favor, quédate en casa!
Desinfecta la cocina,
los cubiertos y las ollas,
las papas y las cebollas,
naranjas y mandarinas.
Los platos con lavandina,
y con alcohol toda taza,
lava sábanas de gasa
y tus ropas y zapatos,
para salir ya habrá ratos...
¡Por favor, quédate en casa!
Yo a salir ya no me arriesgo,
excepto por comestible,
lo esencial, lo imprescindible
pero está existiendo un riesgo.
Ahí fuera no existe el sesgo,
la enemistad se disfraza,
en toda calle se traza
la anomia más primitiva,
por vivir no hay tratativa...
¡Por favor, quédate en casa!
Estamos medios perplejos
de oír tantas falsedades,
conspiración, nimiedades,
“que el virus chino está lejos”.
“Que ataca solo a los viejos”
y todo esto fue “sarasa”,
el enemigo amenaza
y esta vez es invisible,
mientras te sea posible...
¡Por favor, quédate en casa!
© Rubén Sada. 24/03/2020.