MI ABUELO MARTÍN
①
Mi abuelo hizo un largo viaje,
con la fe como maleta,
puso confianza en su meta
y el valor fue su equipaje.
Con solo lo puesto: un traje
modesto pero romántico,
la esperanza fue su cántico
mirando treinta crepúsculos,
venciendo miedos mayúsculos
al cruzar por el Atlántico.
②
Mi “Opa” huyó de los Balcanes
y de la Pequeña Entente,
fue bastante inteligente
porque tuvo buenos planes.
En Weimar hubo desmanes,
crisis, hambre, recesión,
él tomó una decisión
y se subió al primer barco,
rezándole al cielo zarco
que le diera salvación.
Atrás apuntó la popa
del buque Cabo Polonio,
puso proa al matrimonio
y se despidió de Europa.
¡Qué intrepidez la de mi “Opa”!
Señal de su madurez,
solo manos y honradez
sembrando lo que germina
vino a América, a Argentina,
en mil nueve veintitrés.
④
Al que viene a trabajar
cuesta mucho el desarraigo,
gracias a esta historia extraigo
lo valioso del sembrar.
Luego vendrá el cosechar
la prosperidad mejor,
y si hay riqueza interior
junto a buenos sentimientos,
desparramarán los vientos
las semillas del amor. ⑤ proveniente desde Hamburgo,
hoy que en mis raíces hurgo
buscando saber quién soy.
lo ancla de mi lado izquierdo.
⑥
Diestro para la madera
fue un incansable armador,
y a su babor y estribor
cada brazo un remo era.
Pues remó su vida entera
con esfuerzo y sacrificio,
y trabajando en su oficio
pudo cosechar un gajo
del fruto de su trabajo
y comer del beneficio.
⑦
Industrioso con tan poco,
se alegraba con el czardas,
merecía las cucardas
de un inventor casi loco.
De su habilidad evoco
que hay ingenio en su pañol,
y con su azul overol
fue un ejemplo de persona,
obrero y rey con corona,
don Martín fue cielo y sol.
⑧
Él estuvo al lado mío
al dar mis primeros pasos,
de bebé me tuvo en brazos
abrigándome del frío.
Y cuando quise hacer lío
fue él que me protegió,
con sus brazos me cuidó
como un héroe o un titán,
es que tuve un “Supermán”
o es que así lo veía yo.
⑨
Un banco largo es caballo
que este caballero monta,
la flor del tilo remonta,
la arrojo, cae y la hallo.
Un tango silbado ensayo
al bajar la escalerita,
lo bailado ¿quién me quita?
La fiesta es ardua tarea,
y mi prima saborea
néctares de campanita.
⑩
¡Qué rico el pan alemán
tostado en rodaja fina!
La familia en la cocina
con los Della Savia y Ban.
Los Sada en la parra están,
en el patio de este templo,
yo corro al frente y contemplo
desde atrás del vitreaux cuando
sus flores siguen clamando:
“Nomeolvides, soy tu ejemplo”.
⑪
Ejemplo que es un legado
que ha marcado mi ADN,
mientras da gracias “mi nene”
de que su abuelo lo ha guiado.
¡Qué feliz y qué agraciado
es mi espíritu jovial,
que hoy florece mi rosal
mientras vuelvo con ahínco
a Pringles sesenta y cinco
de la ciudad de Bernal!
⑫
A mis seis años, se fue,
yo era apenas un chiquillo,
no llegaba ni al banquillo
y al verlo mucho lloré.
Porque no entendí por qué,
si acaso fue mala suerte,
pero al verlo blanco, inerte
se perturbó mi conciencia,
fue mi primera experiencia
en ver de cerca a la muerte.
⑬
Hoy seco mis lagrimales
y este homenaje le canto,
a mi abuelo que fue tanto
le escribo estos decimales.
Versos motivacionales
que son ejemplo de lucha,
nos proveen ciencia mucha
y aunque no puedan hablar,
atención le hemos de dar
con una mente que escucha.
⑭
Quisiera oír su palabra,
quisiera aprender de él,
florecer en su vergel
con labor que su amor labra.
El tiempo es broma macabra,
y a todos nos lleva el Hades,
inexpertas mocedades
hemos de oír el consejo:
“que es de la boca del viejo
de ande salen las verdades.”
© Rubén Sada. 4-02-2020. En el 53ª aniversario del fallecimiento de mi abuelo Martín. Con agradecimiento a mis primas por ayudarme a revivir algunos magníficos recuerdos de mi infancia. Opa. En alemán se le dice al abuelo.