28 de diciembre de 2015

NARCOTRÁFICO Y GOBIERNO



NARCOTRÁFICO Y GOBIERNO

“Y he de decir ansí mismo, 
porque de adentro me brota, 
que no tiene patriotismo 
quien no cuida al compatriota.” 
(Martín Fierro, La vuelta, Canto XXVII)

Poder y gobernación
él mismo se autoproclama,
mientras el pueblo reclama:
“¡No más droga en la nación!”    
Negociados de a millón
lo hicieron rico e impune,
y aunque a ningún juez importune
su cómplice es la justicia,
y el poder lo beneficia
mientras al pueblo desune.

Dividir para reinar
es la estrategia usada,
por la mafia organizada
que codicia gobernar.
No quieren publicitar
su accionar en el delito,
y cuando la prensa el grito
alza en denuncia penal,
la dinastía feudal
le da carácter proscrito.

Legajo de piel prontuaria
maquillado en elecciones,
fraudes en las votaciones
y moral prostibularia.
Ilícita societaria
manchará el pabellón zarco (1)
con la sangre que algún narco
a borbotones derrama,
mientras la patria se inflama 
de terroristas y anarcos.(2)

¿Qué pecado ignominioso
la nación ha cometido 
para haber hoy sucumbido 
ante estos zares mafiosos?
Este era un país precioso
y lo han devastado, hermano,
con este vicio malsano 
que incita al delito y mata,
míseramente retrata 
el paisaje narKourbano. (3)

Dinero y poder, su ley,
mediante la cual domina
la República Argentina,
sometiéndose a este rey.
En esclavitud la grey
vive el más profundo infierno,
sumida al castigo eterno,
pues las familias destruye 
quien el poder atribuye
a un brutal narcogobierno.

Toda una generación
ha descerebrado el hampa, 
y a los hijos de la pampa,
con muerte y trepanación.
Traidores a la nación,
libremente en cada esquina,
reparten su blanca harina 
criando miles de adictos:
¡Ya han causado sus conflictos
más muertos que en las Malvinas!

Se han robado a nuestros hijos
y los tienen dependientes, 
criando muertos vivientes,
y consumidores fijos. 
¡Vendrá mi gran regocijo
si su poder se deroga,
si la patria no se ahoga
en su venenoso charco!
¡Grito que “NO a los narcos”
y al imperio de la droga!

© Rubén Sada. 1/08/2015.



(1) Zarco. Celeste.
(2) Anarco. Anarquista.
(3) El paisaje narKo en la Rep. Argentina ha crecido en los últimos años hasta el punto de contabilizar más muertos por temas de narcotráfico, que la cantidad de desaparecidos muertos por la dictadura militar. Esto no podría haber sucedido sin la complicidad del poder, sea por acción o por omisión, mirar para otro lado y garantizar impunidad en los últimos doce años.
Desde este sitio Web abogamos para que la impunidad reinante termine y los narcotraficantes sean condenados a cadena perpetua.
OBS. La palabra narKo está puesta con K a propósito, para enfatizar las responsabilidades políticas del narKogobierno que ha regenteado a la Rep. Argentina desde 2003 hasta 2015.


7 de diciembre de 2015

LA CENA (Contrapunto entre Edgardo Laluz y Rubén Sada)

LA CENA

—Rubén Sada—
Tengo un espacio vacío
y no es que lo tome a chanza,
cuando me cruje la panza
tiembla el músculo de frío.
El vacío, dentro mío,
es como el de astronomía,
requiere gastronomía
y que al menos una papa
llene el vacío del mapa
con planetas de energía.

—Edgardo Laluz—
Qué bueno, amigo Rubén,
hallarlo en esta porfía.
Tengo la panza vacía
y no puedo pensar bien.
Si quiere ser mi sostén,
capaz que a comer me invita,
el corazón me palpita,
por eso en versos lo enfrasco,
hoy me apetece un churrasco
que salga con papas fritas.

—Rubén Sada—
Si condimenta el churrasco
con un rico chimichurri,
capaz que le paso el curry
y se lo sirve del frasco.
Coma tranquilo, un atasco
seguro podrá evitar
si acompaña el paladar
con un buen tinto borgoña,
y lo acompaña su doña
con un alegre brindar.

—Edgardo Laluz—
Sabe, me quedé pensando
y aunque soy hombre de aguante,
le esquivo un poco al picante
que en versos me está nombrando.
Y no me tome por blando,
le pongo el pecho a la vida,
no desprecio su comida
ni el borgoña que me ofrece,
mas, le temo a los reveses
cuando llegue la salida.

—Rubén Sada—
¡No se me ponga tan flojo
como osito de peluche!
Cuando se calienta el buche
el rostro se pone rojo.
Pica el bofe como abrojo
pero le asentará bien
un tono rosado en
la mejilla es beneplácito,
mata todos los parásitos…
¡se lo asegura Rubén!

—Edgardo Laluz—
El picante cosa grata,
gustoso en el paladar,
pero lo hace lagrimear
cuando llega a la culata.
Es larga la serenata
y en el verso no me asusto,
este es el momento justo
pa’ una pregunta concreta…
¡Pídame alguna receta!
Que se la daré con gusto.

—Rubén Sada—
Yo necesito ingredientes
para carne sin espinas
de algún “bicho que camina”
y que contenga nutrientes.
Ponga algo entre mis dientes,
porque el asunto es espeso,
requerirá de usté el seso
si es cocinero, si es mago,
recéteme usted ¿cómo hago
pa’ cocinar con seis pesos?

—Edgardo Laluz—
La receta se la explica
hoy mi mente se ilumina,
esta me la dio Cristina
mientras que sushi mastica.
La mortadela es muy rica,
cuando con un pan se hermana
una feta, y no es macana,
eso ya le quita el hambre,
después le saca el fiambre
y lo guarda pa’ mañana.

—Rubén Sada—
Hasta para mortadela
tuve que ir al cajero,
mi bolsillo tiene agujeros,
la inflación está que vuela.
Al llegar, tuve secuela:
la máquina no funcionaba.
Ni seis pesos me entregaba,
no reconocía el chip,
y el formulario de AFIP
pa’ anotar, se lo choreaban.

—Edgardo Laluz—
Su verso es poco profundo
y aunque la plata no sobre,
“acá no existen los pobres,
porque este es el primer mundo”.
No crea que me confundo,
cuando le doy la receta,
si la operación concreta
seguro le sobra “tela”,
le dan, por la mortadela
“¡doce cuotas, con tarjeta!”

—Rubén Sada—
Voy a enunciar la receta
para invitarlo a comer,
proteínas ha de haber
en nuestra mesa discreta.
No me alcanza pa’ chuleta
y el condimento lo empacha,
el borgoña lo emborracha
y no hay ni migas de Bagley,
imitaremos a Marley:
¡le sirvo unas Kukarachas!

—Edgardo Laluz—
Entiéndame la respuesta,
no quiero ser descortés,
toy’ entrando a la vejez,
lo que es con “K” me indigesta.
Si me acepta la propuesta
a mi mesa está invitado,
y aunque ando medio ajustado
pa’ cocinar me doy maña,
cuando regrese de España
lo espero con un asado.

—Rubén Sada—
¡Doy gracias por el asado!
Yo, que lo quise invitar,
no lo pude conformar
y ahora soy el invitado.
Fue un asunto “descarnado”,
me dio pa’ que tenga y guarde,
y no quiero hacer alarde
ni es que el horario le enrostre,
yo invitaré con el postre,
pa’ que no se le haga tarde.

—Edgardo Laluz—
Es mi gusto en la ocasión
invitar, cuando es amigo,
y ya que en versos lo sigo
le daré la explicación.
Si es que me presta atención,
esperando su llegada,
preparo unas empanadas
fritas en casera grasa.
Si me visita en mi casa
no tiene que traer nada.

—Rubén Sada—
Ya que no he de llevar nada
a su hospitalario asado,
llevaré unos invitados
de la “gran familia” Sada:
Mis cinco hijos, cuñada,
mis veinte primos, tres tíos,
mi nuera y el yerno mío,
mi abuela y sus treinta nietos
y pa’ mi perro, “Esqueleto”,
prepárele un buen vacío.

—Edgardo Laluz—
Eso no es ningún problema,
es el rancho de un paisano
que lo estrecha entre sus manos
pa’ resolver el dilema
yo le presento un esquema
porque a la verdad me ajusto
no crea que yo me asusto
por la familia que adora,
confírmeme bien la hora…
¡no me haga esconder de gusto!


—Rubén Sada—
Bueno, mi querido amigo,
hasta entonces y nos vemos…

—Edgardo Laluz—
a la vuelta nos veremos!
si me sigue yo lo sigo.

—Rubén Sada—
Desde mi alma lo bendigo,
la cena está organizada,

—Edgardo Laluz—
asado con empanadas!
y el vino pondrá su luz

—Rubén Sada—
Salud a Edgardo Laluz
le desea Rubén Sada.

Autores: Edgardo Laluz y Rubén Sada.



3 de diciembre de 2015

LA FERRETERÍA (Contrapunto entre Delia Arjona y Rubén Sada)





LA FERRETERÍA


— (Delia) —
¡Buen día, don ferretero!
necesito unos cositos
para tapar agujeritos…
y algunos grandes agujeros.
Miden esto, no exagero,
no son nada chiquititos,
por eso los necesito,
porque pasa la humedad,
y le digo la verdad,
¡me hace falta un pendorchito!

— (Rubén) —
Pendorchitos no tenemos,
ni tampoco unos pendorchos, 
tape el agujero con corchos
y si no lo logra, vemos.
No es cuestión de que le erremos,
hable claro y no a lo chino,
traiga la medida, opino,
mil modelos no son poco,
no me haga volver loco,
que yo no soy adivino.

— (Delia) —
¡A los chinos yo ya fui!
Pero no entendían nada.
Me sacaron a patadas,
por eso vine hasta aquí.
El agujerito medí,
creo que es de este grosor,
tiene un coso alrededor.
Serviría un pitillito,
que fuera así de gordito,
¡durito, mucho mejor!

— (Rubén) —
¡Está alterando mi psique!
Y le advierto en este acto:
Debe conseguirlo exacto.
¡La vida no me complique!
Mejor el “modelo” explique,
Descríbame cómo es
del derecho y del revés,
y dígame cuánto mide.
¡Mire el cartel! No lo olvide,
ningún cambio habrá después.

— (Delia) —
Que no es modelo de nada,
¡si no es una mujer!
Usted no logra entender,
y no quiero ser pesada.
Pero me siento cansada,
no entiendo lo que me expone,
busque en todos los cajones,
¡yo con usted no discuto!
Necesito algún pituto
¡seguro tiene a montones!

— (Rubén) —
¡No se sulfure ni enoje,
dígame forma y tamaño!
Los hay huecos como un caño
y rellenos, lo que antoje.
En este tire y afloje
de palabra un tanto brusca,
si usted ahora no se ofusca
yo le quiero preguntar,
si es de colgar o apoyar,
y de qué color lo busca.

— (Delia) —
Es de enganchar, y el color
dígame algo que combine,
pues yo por eso aquí vine,
a que me oriente, señor.
El cielo raso es color
limón, o más bien banana,
la puerta es color manzana,
la pared es tono frambuesa,
el piso es color cereza,
matiz guinda es la ventana.

— (Rubén) —
Lo que usted busca, mujer,
no lo tenemos, presumo,
pero le escucho y asumo
que ahora le he de entender.
La compra usted sale a hacer,
vender es mi sacerdocio,
pero equivocó el negocio:
¡Aquí es la “ferretería”!
Al lado es la “frutería”
y el verdulero es mi socio.

— (Rubén) —
Compartimos el humor
y a media letra nos vamos

— (Delia) —
pero en los poemas dejamos
grageas de inmenso amor.

— (Rubén) —
Unidos con el dulzor
de la rima improvisada,

— (Delia) —
va entonando la encordada
al vibrar de una bordona,

— (Rubén) —
se despide Delia Arjona
y agradece Rubén Sada.

Autores: Delia Arjona / Rubén Sada.









VERSOS DE ALTO VUELO (Payada voladora entre Edgardo Laluz y Rubén Sada)

VERSOS DE ALTO VUELO

—Edgardo Laluz—

Buen amigo, Rubén Sada,
lo saludo en este día
y le dejo mi poesía
en décima improvisada.
Cuéntele, si es que le agrada,
a este paisano chambón,
ya que en breve es la ocasión
deja el pago y su querencia,
¿cómo ha sido su experiencia
de viajar en un avión?

—Rubén Sada—
Amigo Edgardo Laluz,
lo seguiré en este encierro,
así como a Martín Fierro
lo escoltó su amigo, Cruz.
Al viajar en aerobús
no tengo miedo a la altura
porque tengo la cultura
de la golondrina hispánica
que sin miedo a cuenca oceánica
migra a España en su aventura.

—Edgardo Laluz—
Más de mil horas de vuelo
tengo desde corta edad,
como un ave de verdad
dejé mi marca en el cielo.
Aunque sufrí un desconsuelo
en aquella tardecita,
cuando ese señor me grita
y en su decir me argumenta:
“Ya cumpliste los cuarenta,
pa’ vos no hay más calesita”.

—Rubén Sada—
En el arte de volar
no hay temor que a mí me estruje,
vuela el relámpago y cruje
sin tenerle miedo al mar.
Mil vuelos pude elevar
con la fémina más bella,
treinta y tres años con ella
mil veces me llevó al cielo
y en acompasado vuelo
pudimos ver las estrellas.
  
—Edgardo Laluz—
Por lo que me está contando
usted es casi un astronauta,
y en versos me da la pauta
que es un experto al comando.
Yo, a las estrellas, volando,
también llegue decidido,
y en el sueño, sorprendido,
no va y me encuentra mi amada
acaballado en la almohada
con los brazos extendidos.

—Rubén Sada—
Una experiencia fantástica
brinda nativa aerolínea,
pone experiencia sanguínea
incluyendo arte y “plástica”.
La “pilota” es entusiástica,
bien aterriza y despega
por los pasajeros brega,
tiene clase, tiene estilo,
yo me quedo bien tranquilo
pues pilotea “la griega”.

—Edgardo Laluz—
Su postura es arriesgada,
en esa no lo acompaño.
Me desprendo del rebaño
por la “pilota” nombrada.
Aunque está muy bien formada
y dibujadas sus zonas,
sus pechos son dos bordonas
que vibran en el escote…
tengo temor que le exploten
en vuelo las siliconas.

—Rubén Sada—
Me hicieron tanto problema
por exceso en el quilaje
que el peso, que el equipaje…
el asunto está que quema.
Yo le dije: “Usted blasfema,
la maleta me la embarca,
no soy ningún oligarca
pues mi bodega está en línea,
y en cambio, nuestra ‘Aerolíneas
tiene vacías las arcas’”.

—Edgardo Laluz—
No tiene quién lo respalde,
sólo usted sigue esa línea,
viajando en una aerolínea
manejada por Recalde.
Tal vez las cuentas le salde,
aunque, pa’ mí es imposible.
Le cuento que es muy factible
le pidan en un rincón,
antes que suba al avión…
¡la plata pa’l combustible!

—Rubén Sada—
Antes que suba al avión…
esto sí que fue otra historia,
que opacó mi trayectoria
de hombre macho y bien varón.
Le acerté doble intención
al policía amanerado
que me dijo entusiasmado:
“¡Lo tengo que ‘revisar’,
porque aquí intentan pasar
contrabando camuflado!”

—Edgardo Laluz—
¡Lo que cuenta no me extraña!
Perdón si sueno atrevido.
Usted viaja muy seguido,
no digo que tenga mañas.
Mas, si el señor lo acompaña
lejos de meterlo preso,
si descubre de ex profeso
cuando al palparlo se expande,
que el contrabando es muy grande…
¡seguro que le da un beso!

—Rubén Sada—
La Argentina y el avión
sufriendo están, atentados,
carretean suelos minados
con riesgo de una explosión.
La “pilota del sillón”
puso bombas en la pista,
con intención narcisista,
de endilgar muy mala suerte.
¡Que la patria arranque fuerte!
¡Despegará! Ya está lista.

—Edgardo Laluz—
La pilota de este vuelo
se la pasó improvisando,
ocho años carreteando
sin poder llegar al cielo.
Ella cumplió sus anhelos…
decepción en el pasaje.
Hoy después de tanto ultraje
y a pesar de los reveses,
el diez, como tantas veces…
¡salimos en otro viaje!

—Rubén Sada—
Despegamos de la mano
uniendo vuelo de versos…

—Edgardo Laluz—
Llegamos al universo
como dos buenos paisanos…

—Rubén Sada—
“Unidos sean los hermanos”
con décima improvisada…

—Edgardo Laluz—
Carreteamos la payada
más ligero que avestruz…

—Rubén Sada—
Despegó Edgardo Laluz
en vuelo con Rubén Sada.


Autores: Edgardo Laluz y Rubén Sada. 
Payada escrita mediante Facebook el 2/12/2015.


Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

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