(Milonga, por Celia Medhurst)
Cuando de tanto en tanto me detengo y recuerdo
pasajes de una infancia que se perdió a lo lejos
entre los nubarrones de un cielo oscurecido
enancado al recuerdo de momentos vividos
cabalgando distancias en tropillas de olvidos
los vientos se llevaron mis presencias de niño.
Cuando cae la tarde entre sombras regresan
el patio de ladrillos, las aves y los perros
mamá cebando mate, yo echando leña al fuego
un banco, una manea, mi tarrito lechero
y colgando de un clavo un farol mañanero
bostezando callado su cansancio de viejo.
Después el tiempo ¡ah tiempo! se anudan los recuerdos
la vida que nos lleva por caminos diversos
tras un telón oscuro de años con inviernos
de fechas que se borran, de murmullos sin ecos
Se fueron marchitando las flores de mis tiempos
el patio de ladrillos y, qué se yo, mis sueños.
Celia Medhurst