EL DESGASTE
Si ayer de noche, amor, no me besaste
y tampoco me tocaste a la mañana,
si en todo el día no dijiste que me amas
y no me deseaste al caer la tarde,
si se acaba el fuego y ya no arde
y mis poemas de amor ya ni los lees,
si cuando llego tarde no me crees...
entiendo lo que pasa, es el desgaste.
Si no me tomas de las manos como antes,
y ya conmigo no deseas entretenerte,
si ya nada de lo que hago te divierte
y ni una carta de amor puedo escribirte,
si ni recuerdas las promesas que me hiciste,
y en ocasiones no quieres ya ni verme,
si el juramento de tus labios olvidaste...
es que nuestra relación llegó al desgaste.
Si hasta a una dura roca el agua horada
y a un cuchillo desafila mucha carne,
si a un motor se le acaba el lubricante,
y un fino pelo desgasta a una navaja,
si hasta el sol en el ocaso pierde fuerza
y se evapora con el fuego, el agua,
si sólo un punto acabará con esta frase,
es porque todo, hasta lo nuestro, se desgasta.
Si tus palabras a mi oído son mordaces
y el estar juntos ya no es un placer,
si la alegría se ha tornado en padecer
y en su lugar sólo existe la rutina,
si no tenemos la pasión de antes
y no podemos vivir en armonía,
si nuestra vida en pareja es un desastre...
yo sé que aún me amas, pero hay desgaste.
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© Rubén Sada 2006-2013. 24-06-2007
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