LA CAJA BOBA
“La televisión es el
espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural.”(Federico
Fellini).
—Rubén Sada—
Le dicen “La caja boba”,
y yo sé por qué será,
pues delante del sofá
tiempo de vida te roba.
Si la tienes en tu alcoba
olvídate del amor,
luego de ver el horror
el deseo ya se ha ido,
difícil tener libido
o pasiones con vigor.
—Norberto López—
¿Qué es la televisión?
Me pregunto y me respondo
voy a bucear a lo hondo
con la mayor convicción
es cantinela, canción
que no dice la verdad
es hablar de libertad
en terribles tiranías
es encontrar cofradías
en la mayor soledad.
—Rubén Sada—
En la mayor soledad
hasta el de mente más ágil,
se hace vulnerable, frágil,
sucumbe a debilidad.
Allí es do la actualidad
va mellando su inocencia,
y la feroz indecencia
que exhibe el televisor,
ya no la ve con horror
y hasta muestra complacencia.
Hasta muestra complacencia
mirar a la caja boba
ver aquello que está en boga
pero demuestra indolencia.
Televisión es carencia,
es no tener opinión,
y yo siento como opción
para tener equilibrio
enamorarse de un libro
que amor de televisión.
—Rubén Sada—
La mente mella y taladra
un bombardear de noticias,
la inundación de injusticias
que aquella jauría ladra.
Como una torcida escuadra
la verdad ya no es más recta,
es la “posverdad” e infecta
al pueblo, la opinión pública,
y se pudre la república
con la mentira perfecta.
—Norberto López—
La mentira más perfecta
es la queremos ver,
acaso pertenecer
a una minoría selecta.
La televisión detecta
el ego del ciudadano,
ella siempre tiene a mano
la belleza de un escote,
mientras escapan en bote
los amigos del afano.
—Rubén Sada—
Los amigos del afano
allí son “celebridades”,
y sus lazos, amistades
con farandulismo vano.
El chisme algo cotidiano
que por la espalda acuchilla,
la cloaca en la alcantarilla
se muestran como algo “Rial”
y el periodismo oficial
hoy es la prensa amarilla.
—Norberto López—
Hoy es la prensa amarilla
aquella que da la mano
al que se mantiene ufano
enclavado en la gran silla
A todo le saca astilla
como a la miga el gorrión
no aprendemos la lección
de los diarios y revistas
¡que Diosito nos asista
de nuestra televisión!
—Rubén Sada—
El dólar llegó a cuarenta
y lo ponían “en rojo”,
hoy no provoca un sonrojo
y eso que está a más de ochenta.
La parcialidad atenta
contra la mente más sana,
dan lo que les da la gana
porque alguien pone dinero,
la pantalla es un chiquero
que un olor hediondo emana.
—Norberto López—
Que un olor hediondo emana
no cabe ninguna duda
la televisión ayuda
al que más le da la gana
en semana tras semana
cuenta la misma noticia
y el vidente con presbicia
cree que son novedades,
tanta falta de verdades
es fruto de la avaricia.
—Rubén Sada—
Ya no existen periodistas,
hoy son todos mercenarios,
bucaneros y corsarios
que hacen “pagas” entrevistas.
No hay ni siquiera humoristas
ni hay grito que se soporte
que la digestión te corte,
y todo es un gran monólogo
de algún bribón opinólogo
que no conoce ni el norte.
—Norberto López—
Que no conocen el norte,
es cierto en buena medida,
ellos se pasan la vida
sin hacer ningún aporte.
Yo no soy el que soporte
la franela en la pantalla
y no tiro la toalla,
denuncio la corrupción,
abuso y televisión
para tenerlos a raya.
—Rubén Sada—
Ni hablemos de los errores
ortográficos del graf,
cuando leo, digo “plaf”,
otra vez error, señores.
¡Enseñen bien los cultores
y defiendan el idioma!
Redactar no ha de ser broma,
tiene que culturizar
y al mismo tiempo enseñar
desde una tilde a una coma.
—Norberto López—
Desde una tilde a una coma
hace falta ser honestos,
no son muchos los maestros
que no se toman en broma
los principios del idioma,
también de la tradición,
miro la televisión
y me repugna el descuido
porque en algo yo coincido:
en que la ignorancia asoma.
—Rubén Sada—
A media letra despido
a mi amigo don Norberto...
—Norberto López—
Acabamos un concierto
Y hasta hemos coincidido.
—Rubén Sada—
Con idéntico latido
y la rima improvisada...
—Norberto López—
pero también inspirada
y fruto de la experiencia...
—Rubén Sada—
Cantaron para la audiencia,
Norberto López y Sada.
© 15/02/2020. Rubén Sada y Norberto López
