Instalaciones de un fortín utilizado durante la Campaña al Desierto
en Cipolletti. de. La vuelta del Malón, 1892, óleo de Angel Della Valle.
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MASACRE PATRIÓTICA
fue una guerra despótica, sanguinaria por demás.
Desde el poder del Estado, por mandato militar
se proyectó un genocindio,(₁) vestido de “libertad”.
Los pueblos del aborigen desde miles de años ha,
habitaron estas pampas, desde el Norte al Sur austral.
De retrógradas costumbres, primitivas y ancestrales,
su conducta sanguinaria llegó a oídos militares.
Hábiles para la guerra, mas, no para trabajar,
aprendieron a montar, y vivían de la tierra.
La mapuche Araucanía atacaba a los tehuelches,
a los rankulches y puelches. Muy poco en paz convivían.
“La Ley es la telaraña que a los más chicos atrapa”
pero los más grandes zafan, dijo el gaucho con su maña.
“Hay que sacarles las tierras, porque nunca las cultivan,
al trabajo ellos le esquivan, ellos sólo cuatrerean.”
Insana “Ley de enfiteusis” (₂) dictada por el gobierno,
para pocos mucho suelo, y exterminio al aborigen.
Militar apropiamento, expansión de latifundios,
y mucho pretexto sucio del poderoso estanciero.
Soberanía lapidante, preciado botín los campos,
con fusiles en las manos civilizando barbaries.
Entre Pampas y Tehuelches tampoco hubo unidad,
ni el ‘Napoleón del desierto’(₃) al huinca (₄) hizo claudicar.
Promesas de “libertad” nunca el gobierno cumplió,
pero el indio se rindió y lo tuvo que aceptar.
El gigante ‘malón blanco’ (₅) por muchos años reinó
con manos sucias de sangre e indecente corrupción.
Hoy sigue el trabajo esclavo, y la trata de personas,
y aunque ya ni están los onas, continúa el contrabando.
Sigue el choque de culturas, sigue el estómago flaco,
sigue el político caco... y vacía la Patagonia.
[...]
Finalizo esta poesía diciendo
que la mejor carne del mundo es la carne argentina...
porque con ella y en esta gran carnicería,
se ha conseguido mantener la soberanía.
© Rubén Sada. 17/01/2012
(Perteneciente al libro "Octonarios" - Primer libro de poesía del mundo con Código QR en cada una de sus páginas.
REFERENCIAS:
1) Contracción o crasis popular de “genocidio” e “indio”.
2) Ley promulgada bajo el gobierno de Bernardino Rivadavia, sancionada el 18 de mayo de 1826, que establecía concesionar vastos territorios a unos pocos terratenientes, a cambio de un canon o alquiler que los mismos jamás pagaron al Estado. Esta corrupta Ley sentó durante el Siglo XIX las bases para el exterminio de los aborígenes que allí habitaron desde tiempos ancestrales, a cargo de los gobiernos que se fueron sucediendo.
3) Napoleón del desierto. Apodo dado al cacique mapuche Juan Calfucurá, quien combatió en varias oportunidades contra las fuerzas militares oficiales.
4) Huinca. Término despectivo (proveniente del dialecto mapuche) que significó “Nuevo Inca” y se refería a los conquistadores blancos o a cualquiera que no perteneciera a los pueblos aborígenes. Su uso estuvo ligado al significado de “ladrón” o “usurpador” proviniendo del verbo mapudungún wigkalf o uikalf, que significa ‘robar’.
5) “Gran Malón Blanco”. Nombre dado por los guerreros aborígenes a los soldados que participaron en la campaña militar “Conquista del desierto”.