CINCUENTA FORMAS DE DECIR
QUE ESTOY LLORANDO POR TI
- Desde el río
de mi alma brota un mar de lágrimas.
- El frío de mi
espíritu deshiela llanto y aflicción.
- Mi tormentosa
visión vierte agua y sal.
- Llueve mi
rostro sin consuelo ni refugio.
- Truenos en mi
mente desatan tal tormenta, que
- la humedad de
mis párpados se torna espesa.
- Se inundan mis
cuencas.
- La borrasca
nubla mis ojos,
- que son
aguacero sin calma.
- Este líquido
aluvión en mis mejillas, produce irritación,
- y
mis pupilas se hacen mar.
- Mis ojos
emulsionan sal líquida.
- Un océano de
dudas vuelcan mis lagrimales.
- Esta nieve de
agua en mis ojos, es tan fría como mi alma.
- Siento el
crepitar de la lluvia en mis cansados párpados.
- Mis rotos
cristales derraman angustia.
- La sal se hace
agua en mis mejillas.
- Y sangra mi
herida esta sangre transparente que brota desde el alma,
- manantial
inagotable de llanto y tristeza.
- Al derramarse
mis ojos, mi espíritu es un desierto.
- Agoniza mi
visión, derramándose en tristes versos.
- Mis pestañas
son ramas del sauce, a la vera del río de lágrimas,
- un charco de
agonía que baja a mis mejillas.
- Al lavarse mis pupilas veo todo más claro.
- Mi angustia se hace líquida.
- Mi pañuelo es una venda para mis lastimados párpados.
- Mi rostro bañado en plata y en hojarasca mi alma.
- Mis ojos, afluentes de emociones.
- Sendas cicatrices líquidas afloran hoy de mi vista.
- Una vista desenfocada por el agua turbia de la angustia.
- Mis ojos transformados en piélago de tristeza.
- La sal se precipita de mis ojos.
- Siento unas gotas en los ojos, remedio a mis desventuras.
- Llueve desde el cielo de mi mente tormentosa.
- Un hilo transparente desovillan mis ojos.
- Mis lágrimas son el río donde navega el barco de mi desilusión.
- Desde mis ojos brota el flujo amargo del recuerdo.
- Del cielo gris de mi mente brota la lluvia del desconsuelo.
- El cristal de mis ojos se opaca en vidrio.
- El oleaje furioso de mi pecho se ha convertido en cascada en mi rostro.
- El canario de mi jaula mental se ha convertido en urutaú.
- La alegre melodía de mi alma es hoy endecha en mis ojos.
- Un afluente de congojas me moja el alma y el rostro.
- Angustia líquida desciende desde mis ojos.
- Mi tristeza destila sollozo y desconsuelo.
- La depresión de mi alma forma un lago en mis ojos.
- Mi mirada es vertiente de súplica y sollozo.
- Mi atribulado alambique mental destila puras lágrimas de sufrimiento.
- Se purifica mi atribulada alma en crisol de lágrimas.
- Una catarata de aflicción corre en mis mejillas.
Autor: Rubén Sada.
"En
la literatura se distinguen dos tipos de escritura: La "funcional" y la
"creativa".(Marcelo Di Marco)
Es
en esta última que precisamente incursiona el escritor.
ESCRITURA
FUNCIONAL.
El
redactor de una noticia en un periódico, o diario, no necesita dar vuelo
poético a su noticia. En el caso de describir un accidente, podría expresar que
"los familiares de la víctima están llorando en desconsuelo" y
cumplir bien con su misión.Se trata de un estilo de escritura "funcional" donde simplemente se narra lo acontecido, relatando los hechos.
ESCRITURA
CREATIVA.
En
el caso de un escritor o poeta que quiera describir el mismo accidente pero
dándole a su relato o cuento un "vuelo poético" o "vuelo
literario", no es conveniente que se limite a "describir" en
forma simple el suceso, porque esto lo puede hacer cualquier persona sin
necesidad de ser "escritor". Lo conveniente es agregar al suceso
palabras que lo conviertan en poesía, aún sin serlo.
Para
eso tenemos la gran ayuda de la "metáfora".
En
el ejemplo que doy arriba, redacté 50 metáforas diferentes sobre el llanto,
aunque no conviene usar más de una o dos en el mismo párrafo. De cada una surge la creación
de una imagen poética o literaria, lo que ayudará a un texto cualquiera a pasar de ser "funcional" a ser "creativo" o "poético" con el simple agregado de unas cuantas imágenes
creativas.