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22 de abril de 2024

TANGO DE OTOÑO

 

TANGO DE OTOÑO

Despierta un nuevo otoño que se oxida en mí,
renace un día más de plomo y lluvia gris,
y van crujiendo tras mis pasos ecos tristes
de fracasos, de un ayer, de inciertos mundos.
Ya no hay sol.

Por mil calles solitarias una voz me grita "adiós",
en bares del olvido, me lastima el bandoneón.
En cada esquina se hacen trizas hojas de mi voz,
recuerdos de un lamento de los tiempos de un otoño y su sol-do.

© Rubén Sada. 22/4/2024.



7 de junio de 2022

HERMOSA FUNCIÓN

 


HERMOSA FUNCIÓN

 

Cae silente un telón
de dorado plenilunio,
la ciudad, el mes de junio,
me da hermosa su función.
Y emociona al corazón
complaciéndome la vista,
me da alegría optimista
con cada calle que encauso,
y me impulsa a dar aplauso
con loor al Gran Artista.
 
© Rubén Sada. 7/06/2022. Sobre una foto que tomé al transitar una calle cualquiera de mi ciudad.

19 de agosto de 2021

PISADA

 

PISADA

 

Bajo la esfera otoñal
yo me iré para encontrarte,
y sola jamás dejarte
en el bosque de metal.
Un bello coro nupcial
verterá mil estrellitas,
serán horas muy benditas…
¡Voy a buscarte, mi amada!
Oirás crujir mi pisada
sobre las hojas marchitas.
 
© Rubén Sada. 19/08/2021.




22 de mayo de 2021

MI BARRIO TIENE COLORES

 

MI BARRIO TIENE COLORES

 

Mi barrio tiene colores
que lo hacen el más lindo,
ante tal vista me rindo
y le rindo mis honores.
Hojas que parecen flores
desde el ocre hasta el carmín,
se obsequian como un festín
al ojo más exigente,
un paisaje que es afluente
de maravillas sin fin.
 
Mi barrio es una paleta
en las manos de un pintor
cada árbol le hace honor
a su pincel de poeta.
Mi barrio es una completa
pintura bien policroma,
pinta un tremendo diploma
al creador de esta tesis,
me incita a crear poiesis
con el color del idioma.
 
Mi barrio tiene colores
del verde al morado intenso,
el otoño y su comienzo
me corona con ardores.
Con atractivos primores
de algún bermellón lascivo,
besa mi paisaje altivo
y es su savia sangre mía,
en sus ramas de poesía
me doy cuenta que estoy vivo.

Mi barrio tiene colores
que lo hacen especial,
cada otoño es un ritual
que oxida bellos verdores.
Del verano y sus ardores
solo queda el tornasol
que en cada copa es crisol,
mezcla de pasión y apego
emulando el tibio fuego
que le ha regalado el sol.
 
Mi barrio es la maravilla
aun los días que la lluvia
va haciendo crecer la rubia
espiga de una gavilla.
Una alfombra a la semilla
le pone la piel del trigo,
la protege con su abrigo
y la impulsa a germinar,
para nutrir cada hogar
en la mesa como amigo.
 
Mi barrio tiene colores
que nunca voy a olvidar,
porque fue el santo lugar
donde yo recibí amores.
Y hoy que soplan estertores
en que la tristeza pinta,
desde un alma que está encinta
siento dolores de parto,
por partir, no lo descarto,
hacia una tierra distinta.
 
© Rubén Sada. 22/05/2021.

17 de mayo de 2021

EN UN PAISAJE OTOÑAL

 

EN UN PAISAJE OTOÑAL

 🍁

Paisajes de mi arrabal
que lo alfombran de oro puro
pronosticando el futuro
temple de viento invernal.
En este cuadro otoñal
que va derramando perlas,
¡cuánto gozo me da verlas!
Se van dorando las calles
con mil preciosos detalles
que incitan a recorrerlas.
🍁 
Decido montar mi moto
y voy a tomar oxígeno,
que es por cierto un buen antígeno
con el que al virus derroto.
Atento a tomar la foto
de una escena rutilante,
da esperanza a mi semblante
ver de joyas una alfombra,
y mi garganta lo nombra:
¡Qué otoño tan relumbrante!
🍁 
Cada hoja que se cae
de la vivaz joyería,
despliega policromía
en el suelo que me atrae.
Pero aunque ella me trae
una experiencia triunfal,
bajo un cielo de percal
expectante aquí presencio,
extasiado ante el silencio
de la belleza otoñal.
🍁 
Veo al ámbar y al rubí
aunque su óxido me raspe,
veo esmeraldas y jaspe
en el barrio en que nací.
Y este ocaso carmesí
visto con versos bisoños,
desnudando a mil retoños
que contemplo de soslayo,
mientras cae otro mayo
después de sesenta otoños.
🍁
Un cielo de atardecer
va contagiando a las hojas,
y las va pintando rojas
en los labios de mujer.
Luego empiezan a envolver
lentamente y en caída
a la tierra desvestida,
verlo me hace pensar
que empecé a peregrinar
el otoño de mi vida.
🍁 
Y aquí terminó mi viaje
con un cuadro que deslumbra,
pues ya llegó la penumbra
y me pesa el equipaje.
De mi recorrido extraje
un repentismo eventual
y he llenado este morral
con luz de las bibliotecas
de millares de hojas secas
en un paisaje otoñal.
🍁 
© Rubén Sada. 17/05/2021.





15 de junio de 2020

PAISAJE OCRE


PAISAJE OCRE


La arboleda está muy triste
en el ocre de este otoño
porque enmudeció el retoño
y el crecimiento es un chiste.
Hay un árbol que resiste
aunque el viento y sus temblores,
lo desnuden con honores
de estricta naturaleza,
y de la inmensa tristeza
lloran el cielo y las flores.

© Rubén Sada. 15/06/2020.

24 de junio de 2019

CANTO AL OTOÑO

CANTO AL OTOÑO


Con la sextilla pareada,
aquí canta Rubén Sada
el canto del payador...
Un agasajo al otoño
por ese hermoso retoño
que nació con nuestro amor.

Con el sol de una camelia,
te dibujo, amada Delia,
mi trova fina y gentil...
Que va uniendo nuestras palmas,
y ensamblando nuestras almas
como en aquel tres de abril.

En otoñales días grises,
tus ojos siempre felices
me contagian su virtud...
Tú eres mi valiosa joya,
con esta balada criolla
te expreso mi gratitud.

En nuestra almohada de hojas
brotan siempre flores rojas
en vistoso florecer...
En que el cariño germina
con un riego que ilumina
cada nuevo atardecer.

Tanta belleza me asombra
y mi garganta te nombra
en la recepción nupcial...
Que al revivir el momento,
atesoro el sentimiento
de nuestro albor otoñal.

© Rubén Sada. 24/06/2019.



31 de mayo de 2019

LEVEDAD

LEVEDAD

Este olor a flores secas
me preanuncian hoy la muerte,
y este verso se convierte
en un requiem de hojas huecas.
Caen al suelo, resecas,
como al fondo de un averno,
con levedad me prosterno
esperando algún retoño,
si llegué al fin del otoño
debo pasar el invierno.

© Rubén Sada. 31/05/2019.

5 de febrero de 2019

EL VUELO DE LA GALLINA

EL VUELO DE LA GALLINA

Treinta metros es bastante
para el vuelo de gallina
que escapa de la cocina
y de un cuchillo brillante.
Treinta metros es, no obstante,
el vuelo de esta emplumada
que escapa desesperada
para que no la hagan pulpa,
gritando “no tengo culpa
ni quiero ser empanada”.

© Rubén Sada. 5/02/2019.

28 de septiembre de 2017

OTOÑO Y PRIMAVERA (Décimas de Alejandro Omer Rosales y Rubén Sada)



OTOÑO Y PRIMAVERA


(Alejandro Omer Rosales)
Me estuve regocijando
en las cuales demostraste
el arte de estar payando.
Es por eso que te mando
una inquietud que me acosa
la payadora ¿es tu esposa?
Pues surge de las payadas
palabras que son fundadas
por relación muy hermosa.

(Rubén Sada)
Doy gracias por tu lectura,
querido amigo Alejandro,
no es mi dulzor el de Sandro
ni canto con su estatura.
Pero si hablo de cultura
y el arte que aquí pregona,
me acompaña una bordona
y el dulzor de la poesía,
esta dulce mujer mía
que es mi esposa, Delia Arjona.

(Alejandro Omer Rosales)
Quien doy las gracias soy yo
por responder mi mensaje
que por éter hizo un viaje
que Rubén Sada oyó.
Veo qué bien te cayó
lo de mi rima cansina
que aquí no se termina,
veo no me equivoqué
cuando esposa mencioné
con mi intuición femenina.

(Rubén Sada)
Y hablando que no termina
la décima que trasunto,
te invito a este contrapunto
que a las neuronas refina.
Florece ya la Argentina
y yo algo saber quisiera:
si una flor muy bella viera
y a su olor tu olfato adhieres,
dímelo tú, ¿qué prefieres?
¿El otoño o primavera?


(Alejandro Omer Rosales)
Paso ahora a aceptar
la invitación formulada,
una especie de payada
que es un placer realizar.
Y te voy a contestar
que el otoño yo prefiero,
porque sino, aparcero,
no podría responder:
otoño me vio nacer
tres meses pasado enero.

(Rubén Sada)
Yo he nacido en primavera,
mas fue en un tiempo de otoño
que sembré amor y el retoño
lo regué y vi que creciera.
Por eso, si aquí eligiera
la estación que más me agrada,
concordaré en la mentada
de tu arte payadoril,
porque fue en un mes de abril
que he conocido a mi amada.

(Alejandro Omer Rosales)
Estas etéreas payadas,
la verdad, me está asombrando,
por detalles que vas dando
y las coincidencias dadas.
Pues conociste a tu amada
en abril, mes otoñal,
que el primer día, un caudal,
de amor me unió a mi esposa,
fue una jornada hermosa,
inolvidable y nupcial.

(Rubén Sada)
Inolvidable y nupcial
también lo fue para mí,
desde que la conocí
y la alcé a mi pedestal.
Un buen sincronismo astral
nos amalgama en amor,
y dime tú, payador,
cuéntame aquí tu secreto,
tus consejos los respeto
porque vienen de un “señor”.


(Alejandro Omer Rosales)
En tu mensaje, señor,
lo pusiste entre comillas.
Sentí que me hacen cosquillas
y resulta un gran honor.
Te comento que mi amor
sólo doce años tenía,
cuando en Rufino, un día,
don Cupido nos flechó,
y así nuestro amor nació
porque Dios lo bendecía.

(Rubén Sada)
Aunque tú y yo elegimos
del otoño la amistad,
la primavera en verdad
nos inspiró, y la estimo.
Porque tu apellido rimo
con rosas primaverales
y en humildes decimales,
te agradezco el ramillete
que en el dos mil diecisiete
florecieron tus “Rosales”.

(Alejandro Omer Rosales)
Además de payador
posees también otro don,
el que se llama intuición
de la que eres portador.
Porque has hablado de flor
y unas que son especiales,
estás muy bien de cabales,
pues dices, sensatamente,
que en mi casa, en San Clemente,
florecieron los rosales.

(Rubén Sada)

Ante un ínclito poeta
mi sombrero aquí se inclina,
tu estrella sanclementina
iluminará el planeta.
Santosvegana etiqueta
guía tus versos astrales
de helénicas ancestrales
con poético maremagno:
¡vos sos más grande que el Magno,
Alejandro Omer Rosales!


(Rubén Sada)
Versos y rosas de a dos
se juntaron en poesía...

(Alejandro Omer Rosales)
y llenaron de alegría
a quien escribe y a vos...

(Rubén Sada)
Aquí te dejo mi adiós,
mil gracias por la payada,

(Alejandro Omer Rosales)
nuestra amistad está sellada,
mostramos las credenciales...

(Rubén Sada)
cantó Alejandro Rosales,
lo acompañó Rubén Sada.


Muchas gracias, poeta Alejandro Omer Rosales, de San Clemente, por compartir estos maravillosos momentos de poesía.

 Autores: Alejandro Omer Rosales y Rubén Sada.




15 de agosto de 2014

NOVIEMBRE (Poema de otoño, de Amador Porres, poeta español)

Noviembre Amador Porres, poema de otoño

NOVIEMBRE

Adivino tu paso, mes de noviembre,
por intuición 
y deducción.
Mi ser está plasmado con dos premisas, 
y en tus precisas
silentes enseñanzas está la conclusión.

¡Qué cósmica justeza de silogismo 
proyecta en los espíritus el misterio 
de tus semillas,
en contraste con tantas apagadas arcillas
y ese lúgubre salmo de cementerio
que va arrancando el viento a tus hojas amarillas!

Mes filósofo, tú no exaltas la vida; 
amigo de cipreses y crisantemos,
la gestas con un gesto de sombría tristeza, 
por la certeza
de que todo es nada entre paréntesis extremos. 
¡Que trae su epitafio la vida, cuando empieza!

Tu didáctico paso pesa en los hombres;
tu comitiva
de ausencias, de oquedades y yertos limos 
es la voz que nos glosa esta lección decisiva: 
los que vivimos
sólo somos noviembres en perspectiva. 

Amador Porres

26 de marzo de 2014

LOS SALONES DEL OTOÑO (Poema Díptico, de Rafael de Diego)

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LOS SALONES DEL OTOÑO 

(Poema Díptico, de Rafael de Diego)

En esta tarde triste, en que la lluvia fría
cae sobre la ciudad, interminablemente,
nos atrae como un viejo amigo confidente
con sus rincones tibios, la quieta galería.

Los salones de otoño. Pinturas extranjeras
abriendo ante nosotros ideales visiones;
paisajes en que flotan peregrinas canciones
tanto ansiados por nuestras almas aventureras.

Después... entre el recuerdo de bohemios dolores
evocados delante de firmas que queremos
y añoranzas de amigos, que se hicieron pintores

sentimos concretarse nuestra melancolía
ante un rostro de niña, a quien jamás veremos
y que tal vez ya duerme bajo la tierra fría.

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Bello rostro de niña, diseñándose apenas
entre grises de ópalo como luna con sombra;
nuestra alma soñadora parece que la nombra
igual que a la cautiva de las mismas cadenas.

Dolorosas pupilas, pupilas fraternales
llenas de un amor vago, humanamente ingenuo,
no sé qué angustia asilan, que destellan un ténuo
resplandor que adormece nuestros antiguos males.

(Junto al marco, después de una firma francesa,
nos turban unos números... corrieron muchos años),
Oh, emoción avivando nuestra amable tristeza,

de esa alma, que sería el alma que consuela,
sólo quedan, por sobre placer y desengaños
esas dulces papilas surgiendo de la tela.


Autor: Rafael de Diego. Año 1915 - de su libro LAS ANGUSTIAS.

Ver más poesías sobre el otoño:

RUBÉN SADA - LOS COLORES DEL OTOÑO

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