BROTE
(Diálogo en décimas de Rubén Sada y Joel Márquez Sánchez)
—Rubén Sada—
Una semilla que abra
va rompiendo hasta al cemento,
del mismo modo el aliento
brota desde la palabra.
Así la vida se labra
enfrentando al suelo bruto,
la luz siempre vence al luto
y al mal lo vence Jesús,
y un brote que ve la luz
se apresta a brindar su fruto.
va rompiendo hasta al cemento,
del mismo modo el aliento
brota desde la palabra.
Así la vida se labra
enfrentando al suelo bruto,
la luz siempre vence al luto
y al mal lo vence Jesús,
y un brote que ve la luz
se apresta a brindar su fruto.
—Joel Márquez Sánchez—
La vida quizá resulte
a diario dificultosa,
con espina dolorosa
que a su sombra nos sepulte.
Tal vez se me dificulte
seguir firme a mi verdad,
y con la oportunidad
del sol de hoy que me canta
quiero ser como esa planta
¡que rompe la adversidad!
—Rubén Sada—
Desde una absurda rendija
se abre paso un fino tallo,
y le da alimento el rayo
como una madre a su hija.
Más fina que lagartija,
sin el miedo que la arredra
su aumento nunca desmedra
y milímetro a milímetro
va superando el perímetro
hasta vencer a la piedra.
—Joel Márquez Sánchez—
Soy esa planta pequeña
que brota de la esperanza
y que a la vida se afianza
como un poeta que sueña.
Mi corazón desempeña
más poema que latido,
y yo no dejo escondido
mi poema para Dios
que levanto a viva voz:
¡Doy gracias de haber nacido!
—Rubén Sada—
Por nacer tuve la gracia
de una vez mirar la luz,
y se llenó mi capuz
de poesía que sacia.
Mi brote no es la falacia,
es flor de jacarandá,
dulzura de guaraná
y un amor que no se olvida,
pues la fuerza de la vida
finalmente vencerá.
—Joel Márquez Sánchez—
Soy esa planta que un día
recibió de vida aliento,
fuerza que rompe el cemento,
vital fuente de energía.
Una luz a la entropía
que a su presencia la ordena.
Una reacción en cadena
de bendición hay aquí
para vos y para mí
lo sentimos en la vena.
—Rubén Sada—
Yo siento en todas mis venas
el latir de tu poesía
que se hermana con la mía
y quita todas mis penas.
Las alforjas tengo llenas
y comparto mi sentir
con tu verso y tu latir
en cada paso del viaje,
me contenta este brebaje
de poético elixir.
—Joel Márquez Sánchez—
La esperanza de crecer
es el elixir de Dios
que con una escrita voz
nos hace resplandecer.
Al ver el amanecer
ya siente mi celular
el arte de improvisar
con sentimiento profundo
donde las penas del mundo
se me empiezan a olvidar.
—Rubén Sada—
Quiero contigo crecer
cual hojas del mismo tallo,
y en el tibio aire de mayo
abrir flores rosicler.
En poético quehacer
romperemos la dureza
del cemento que atraviesa
y presenta impedimento,
ya no existirá cemento
que impida ver la belleza.
—Joel Márquez Sánchez—
Cuando yo crezco a tu lado
para romper el cemento
se me alumbra el pensamiento
por tu verso improvisado.
Tantas veces he buscado
la inspiración, y no obstante,
cuando brilla su diamante
ni la oscuridad la ofusca
pues es ella quien me busca
para seguir adelante.
—Rubén Sada—
Tú y yo tenemos voltaje
de más de un kilovatio,
pues de un brote de mi patio
hicimos tremendo viaje.
Dimos rienda a este lenguaje
y de una simple plantita,
nuestra mente ya medita
filosofía profunda,
que en la décima redunda
en una hermandad bendita.
© Rubén Sada y Joel Márquez Sánchez. 23/03/2021