*UN TREN QUE NOS LLEVA AL CIELO*
[1]
En la estación de nuestro amor cada noche pasa un tren,
que nos conduce al Edén entre nubes de vapor.
Es un toro su motor a gasoil de caramelo,
remonta directo en vuelo su vital locomotora,
creo que nos enamora el tren que nos lleva al cielo.
[2]
He comprado dos billetes en un grato camarote,
y cuando la rueda rote seremos dos barriletes.
Zarparemos, no te inquietes hacia el umbral de un anhelo,
en la altura del desvelo de la máquina que hoy
nos transporta en el convoy, el tren que nos lleva al cielo.
[ESTRIBILLO]
El viaje no será en vano y en un eterno consuelo
anunciará un violoncelo el momento de partir
al próspero porvenir en un tren que lleva al cielo.
[3]
Cada vagón que se empalma se aleja de la maldad,
de la férrea realidad que nos envenena el alma.
Y una ráfaga de calma con aires de terciopelo,
nos rescata del subsuelo y en las vías del lirismo
nos conduce al optimismo el tren que nos lleva al cielo.
[4]
¡Ven! ¡Huyamos de la mano sobre vías paralelas,
remontando sobre estelas de un cerúleo cielo arcano!
El viaje no será en vano y en un eterno consuelo
anunciará un violoncelo el momento de partir
con el tren que lleva al cielo.
[ESTRIBILLO]
El viaje no será en vano y en un eterno consuelo
anunciará un violoncelo el momento de partir
al próspero porvenir en un tren que lleva al cielo.
© Rubén Sada. 7/07/2023.