LA
QUINTA CATILINARIA
"El enemigo no es aquel que tienes delante con la espada en la mano. Es el que está a tu lado con el puñal en la espalda"
Marco Tulio Cicerón
elevó cuatro discursos,
e imitando sus recursos
calcaré su evocación.
Si me asiste la razón
que da la rutina diaria,
mi crítica lapidaria
(pues de esta tierra soy hijo),
hacia el fantoche dirijo:
LA QUINTA CATILINARIA :
“¿Hasta cuando, vil fantoche,
serás despreciable, necio?
Tu conducta menosprecio
y se te viene la noche.
Tu delirio es un derroche,
tus gastos, un despilfarro.
Metés la mano en el tarro
pues tu sangre de ladrón
te alquitranó el corazón
y el alma ensució de barro.
“Decretaste libertad
para miles de escorpiones
que matan a poblaciones
y espolean sin piedad.
La absurda bestialidad
se apodera de las calles,
derrama sangre en los valles
y el honesto está entre rejas,
con barbijo acalla-quejas,
sufriendo un millón de ayes.
elevó cuatro discursos,
e imitando sus recursos
calcaré su evocación.
Si me asiste la razón
que da la rutina diaria,
mi crítica lapidaria
(pues de esta tierra soy hijo),
hacia el fantoche dirijo:
serás despreciable, necio?
Tu conducta menosprecio
y se te viene la noche.
Tu delirio es un derroche,
tus gastos, un despilfarro.
Metés la mano en el tarro
pues tu sangre de ladrón
te alquitranó el corazón
y el alma ensució de barro.
para miles de escorpiones
que matan a poblaciones
y espolean sin piedad.
La absurda bestialidad
se apodera de las calles,
derrama sangre en los valles
y el honesto está entre rejas,
con barbijo acalla-quejas,
sufriendo un millón de ayes.
“Sos el peor presidente
de la historia de Argentina,
y la iniquidad germina
hasta el nivel de un demente…
¿La justicia? Brilla ausente.
Trabajar fue un sortilegio.
Vos, fiestas de privilegio.
Para nos, calles cortadas,
muchas persianas bajadas
y abandonos del colegio.
los bolsillos sin valor,
y se marchita la flor
del joven de este país.
El que busca ser feliz
solo piensa en emigrar,
parte el seno familiar
y el veneno del ofidio
ya provocó un genocidio
imposible de olvidar.
con risa de hiena y tufo,
un mentiroso, un tartufo
que hurtaste nuestra ilusión.
Sin palabras de perdón
esta rima proletaria,
enciende la luminaria
que a tu neblina despeja
y amanece en esta queja: