Mostrando las entradas con la etiqueta Nieblas de humo y alcohol. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Nieblas de humo y alcohol. Mostrar todas las entradas

27 de marzo de 2015

25 DE DICIEMBRE



TAREA CON PALABRAS ESPECÍFICAS:
La tarea consistía en hacer una décima con las siguientes diez palabras:
alma - árbol - la - camino - hojas - tiempo - verdad - con - el - corazón.

25 DE DICIEMBRE

Alma, música y tequilas,
árbol, festejo y la prisa,
luz fuerte en el parabrisas
camino y sueño encandilan.
Hojas que ciegan pupilas,
tiempo de frenos ladinos,
verdad que es cruel el destino
con ese pobre muchacho,
el de un corazón borracho,
corazón ebrio y cansino.

Rubén Sada. 04/01/2015

14 de mayo de 2014

ME DIJO VAGO

vago


ME DIJO VAGO

I

Me dijo vago, ¿por qué?
Porque la noche me llama
y le disparo a la cama...
¡Si con eso no pequé!
Que a la luna coloqué
en lugar del astro Sol.
Me sobra con un farol
pa' ver lo que me interesa,
no sólo encierra pureza
la hermosura de un crisol.

II

Porque me gusta sentir
los tacos de mis zapatos
que van goleando el asfalto
cuando regreso a dormir.
O me emociona el oír
de algún cachorrito el llanto
y la ternura del canto
que pa' que se duerma escucho,
mientras me paro y el pucho
que se me cayó levanto.

III

Se me ha caído y tal vez
a propósito lo hice,
pa' escuchar bien lo que dice
ese himno a la niñez.
Soy vago porque a las tres
de la mañana camino
a veces con gusto a vino
en la boca todavía
y prosigo por la vía
que me ha marcado el destino.

IV

Porque me paro y converso
de noche con las estrellas
y conversando con ellas
a veces les digo un verso.
Porque pienso en los perversos
inhumanos sentimientos,
mientras me acaricia el viento
con suavidad los oídos,
trayendo como un gemido
o algún lejano lamento.

V

Porque al llegar a mi casa
me santiguo allá en la puerta
mientras que lejos su alerta
un perro ladra al que pasa.
Porque me queman las brasas
de ese sol brillante y diurno,
si nací pa' ser nocturno
a quién le puede importar,
si me gusta trasnochar
hasta que llegue mi turno.

VI

Porque al entrar a la pieza
le doy un beso al cachorro
que hace rato está de atorro
y me embriago en su pureza.
Porque inclino la cabeza
ante la foto de mi vieja
y un beso mis labios dejan
en aquella medallita,
recuerdo de la viejita
y que de mí no se aleja.

VII

Y que soy vago, me dijo,
qué me puede importar
lo que usted quiera pensar
si soy orgulloso hijo
de esa bohemia que fijo
en mi camino nochero.
Nací pa' ser callejero,
a ninguno le hago daño
y ya son muchos los años
que llevo ese derrotero.

VIII

Señor, vaya, acuéstese,
hora es que piense en dormir,
que yo voy a proseguir
tomando pues tengo sed.
Pero sabe que sed es
de bohemia, de lirismo,
de bondad sin egoísmo,
de noche, luna y estrellas,
a quien confío mis querellas
y donde me hallo a mí mismo.

Juan Arrestía

30 de abril de 2014

COSAS DE MUCHOS (Décimas de Juan Arrestía)

borrachos en un bar


COSAS DE MUCHOS

I

Estaba una noche yo 
en un boliche cualquiera,
las dos más o menos eran 
cuando esto sucedió.
Un hombre joven entró
tambaleándose en sus pasos,
noté no sé qué fracaso
en su profunda mirada 
y sus pupilas cansadas 
al dolor le abrían paso.

II

Se dirigió al mostrador
apoyando allí los codos 
y pausado, de este modo
al bolichero le habló: 
¡Sirva una vuelta patrón! 
Para mí y a los presentes,
no se extrañe si mi frente 
se inclina ante el vaso lleno,
ya que él me saca el veneno 
que en mi pecho está latente.

III

Soy un hombre que camina
cansado hasta de sí mismo,
que al dolor, al pesimismo 
y a la amargura se inclina.
Yo represento la ruina 
que el hombre esconde aparente, 
yo sé que mi turbia mente
divaga con el alcohol,
pero a veces, como el sol 
brilla mi verba elocuente.

IV

No me pregunte quién soy
pues ni yo mismo lo sé.
Si canso, perdóneme
ya que en seguida me voy.
Lo que usted me escuche hoy
eche mañana al olvido,
soy un hombre que ha vivido
cosas que muchos ignoran,
la vida torturadora
el alma me ha carcomido.

V

Ando, anduve y andaré,
sé de todos los caminos,
andariego mi destino 
mucho me hizo conocer.
A la miseria palpé 
de cerca, entre miserables,
yo no quiero que me hablen 
de filosóficas plumas 
que no conocen las brumas 
de la realidad palpable.

VI

El mundo es malo, patrón,
créame lo que le digo.
Yo no tengo ni un amigo 
ni me alienta una ilusión.
La gente con su ambición 
me desespera y me aterra,
si a veces veo en la tierra 
el mismo infierno del Dante,
mi alma desesperante 
se agita en continua guerra.

VII

Bueno, patrón, cóbrese 
el gasto que yo le he hecho,
ya, medio, alivié mi pecho 
y me voy, dónde, no sé.
No quiero me vea usted 
las pupilas empañadas,
llorar es una pavada 
pero a veces en la vida 
unas lágrimas perdidas 
se nos escapan por nada.

VIII

Pues cuando me veo así
por la bebida mareado
me ataja el ser venerado
que quiero con frenesí.
¡Mi madre! Que me ata, ¡sí!,
por quien todavía soy bueno,
que sino este veneno
que tengo guardado yo...
hasta la vuelta patrón
¡lo que haría es lo de menos!

Juan Arrestía (El poeta nochero, de Quilmes)

15 de febrero de 2014

Mis libros

libros, bibilioteca


MIS LIBROS

I

En cuna pobre he nacido,
fue mi viejo laburante,
si yo le salí atorrante
él la culpa no ha tenido.
Muchos años no he vivido
recién pasé los cuarenta,
mas cuando por ahí comentan
de cancha y sabiduría
me callo y es cosa mía
hacerme pa' mí la cuenta.

II

Mis libros fueron mis ojos,
mi escuela lo que viví,
a muchos de arriba vi
postrarse luego de hinojos.
Vi también a muchos flojos
que por ahí se acomodaron
y afuera el pecho sacaron
con gesto de prepotencia
y con fría indiferencia
a los de abajo golpearon.

III

A mí me gusta poner
las cartas sobre la mesa
y nunca empleo rarezas
para hacerme comprender.
Porque de tanto correr
uno aprende tantas cosas
que a veces ves una rosa
deslumbrante y perfumada
pero le haces la esquivada
no vaya a ser venenosa.

IV

Pa' mí la ley de la vida
es la ley del taca taca,
señor es aquel que empaca
aunque su alma esté perdida.
Porque el que lleva escondida
en su pecho la nobleza
anda mal de la cabeza
según comenta la gente
pues qué importa ser decente
la guita es lo que interesa.

V

Muchas historias recuerdo
de corsarios y piratas,
tenían de palo una pata
y un parche en el ojo izquierdo.
De esas historias me acuerdo
muchas veces en el día
porque andando ¡mama mía!
cada pirata encontrás
que si pronto no rajás
te desnudan en la vía.

VI

Hoy son piratas cambusas
de monóculo y bastón
mas si encuentran la ocasión
te enchufan bien la papusa.
Cada argumento te acusan
que si a morfar no te llaman
te mandan para la cama
porque te dejan tan mal
que hasta te afanan la sal
que pone al puchero mama.

VII

Con esto quiero decir
que es todo grupo en la vida
y es cosa harto sabida
que de grupo hay que vivir.
Por eso no quiero oír
hablar de sabiduría
si yo me llamo Arrestía,
y vos, fulano de tal,
qué te importa a vos mi mal
si mi mal es cosa mía.

Juan Arrestía. De Quilmes, Buenos Aires, Argentina.

11 de febrero de 2014

A TU ALMA ADORMECIDA ( Poema contra el alcoholismo, de Juan Arrestía )


A TU ALMA ADORMECIDA
I

Pa vos muchacha que andás
de noche de un lado al otro
y a tus amigos, nosotros,
tus encantos dedicás.
Pa' vos que te emborrachás
en la noche cruel, del vicio
y a tu alma el sacrificio
de tus alegría le impones
yo te pido me escuches
pues mi sentir no es ficticio.

II

Tu vida no me interesa,
pero le canto a tu vida,
a esa almita adormecida
que es hija de tu pureza.
A la escondida belleza
de tu alma yo le canto,
sí, muchacha, a tu quebranto,
que ahogar con alcohol querés,
pero ahogarlo no podés
y a solas matas, con llanto.

III

Yo te pido, no desdeñes
mis palabras, muchachita,
pues quiero que de tu almita
mis sentimientos se adueñen.
No muchacha, no te empeñes
en mostrar lo que no sientes,
la blancura de tus dientes
no marquen tu carcajada
que allí, en tu risa alocada
está tu dolor latente.

IV

Sí, ya sé, que me interesa
de tu vida, ya lo sé,
que lo que vos padecés
está en tu hermosa cabeza.
Qué me importan tus tristezas
si soy como los demás
que solo buscan el fugaz
placer que tu carne brinda,
perdón, muchachita linda,
ya no puedo hablarte más.


Juan Arrestía

1 de enero de 2014

ACEPTALO, ES NATURAL (Poema de Juan Arrestía )



ACEPTALO, ES NATURAL

I

Mirá, viejito, hace rato
que de esto yo quiero hablar,
ando breca de escuchar
al que pa' mí es pobre gato.
La ley de este mundo acato
porque así tiene que ser,
nada voy a resolver
poniéndome a hablar macanas,
de no comparar mañana
con lo que ha pasado ayer.

II

Muchos puntos escuché
con varios años vividos
y tan giles pa' mí han sido
que escuchando me empaché.
Porque no hay derecho, che,
siempre lo mismo repiten
ellos tan sólo te admiten
que aquel tiempo fue mejor
y hoy que la van de mayor
del joven nada permiten.

III

Que, porque habló con Gardel
ya se cree que sabe todo
y te lo dice de un modo
que no hay nadies como él.
Pa' mí es un triste papel
el que el hombre desarrolla
y vos sabés que las ollas
ahora vienen a presión;
antes se usaba el carbón
y hoy el gas no saca ampollas.

IV

Campaneame bien, hermano,
yo ya no soy un purrete,
que pasé los 37
bien llevados de la mano.
Por eso no me empantano
y en mis cosas me encapricho
en otra forma la bicho,
las nuevas generaciones
también tienen condiciones
y ya te aclaro lo dicho.

V

O vos te crees de que ahora
es gila la muchachada,
de que besando la almohada
se despierta con la aurora.
O que se pasan las horas
con los ángeles soñando
o que le cuentan paseando
sus congojas a la luna,
está bien que mastiquen fruna
pero igual te están sobrando.

VI

De que hay giles como antes
no lo voy a discutir,
sino no podrías vivir,
no sería interesante.
Que te resultan chocantes
con sus trajes petiteros
si vieras vos qué fauleros
esas pilchas te cobijan
y no dejes una hendija
que si no, pobres arqueros.

VII

Pues, sabés cómo patean,
ma' qué Bernabé o el Chueco,
y hoy difícil que anden secos
si lo están te bo'siquean.
Y esa pesada tarea
de hablar, que vos te has impuesto,
de que aquellos tiempos esto,
que los de ahora lo otro,
largá, viejo, entre nosotros,
que te van a dar el pesto.

VIII

Antes cruzaban lagunas
con los Fores a bigote
y hoy te andan vendiendo lotes
pa' ir a vivir a la Luna.
La chapastes, aceituna,
sos un verde virginal,
andá, cómprate Untisal,
te das una buena friega,
y lo que el tiempo nos lega
aceptalo, es natural.

Autor: Juan Arrestía.

31 de diciembre de 2013

DÉCIMAS (Versos escritos por Juan Arrestía, el poeta nochero, de Quilmes)



DÉCIMAS

I

Nunca me gusta invadir
jurisdicciones ajenas,
ni llegar justo a la cena
pa' que me puedan servir.
Tampoco me gusta abrir
sin antes golpear la puerta
y recién cuando está abierta,
porque me otorgan licencia, 
hago acto de presencia
y pego el grito de alerta.

II

Que es timidez no lo crean,
solamente educación,
entrar sin invitación
pa' mí siempre es cosa fea.
Y ya que ustedes desean
mis décimas escuchar
se las voy a recitar agradeciendo el honor
que a este humilde servidor
le han sabido dispensar.

III

De la fuente del saber
les aclaro no he bebido,
ser mi maestro ha querido
sólo mi eterno correr.
Suelo hacerme comprender
con un lenguaje sencillo,
yo sé que no tiene el brillo
de plumas intelectuales,
me gusta pisar barriales
y hasta comer sin cuchillo.

IV

Ya hecha esta aclaración
voy a ir derechito al grano
y así tenderles mi mano
como una salutación.
Perdonen si en mi expresión
encuentran un dejo amargo
pero es que ha sido tan largo
el camino recorrido,
que es mucho lo que he aprendido
y es muy poco, sin embargo.

V

Porque por más que uno quiera
creer de que sabe mucho
tropieza el hombre más ducho
en la más fácil carrera.
Y entonces, sí, donde quiera
que vaya se va a dar cuenta
que pa' esquivar la tormenta
allí se ven los varones
a quien les sobra polenta.

VI

Por eso cuidate en caer
que si no, pa' levantarte
más que un pulmón va a costarte
aunque no lo quieras creer.
Si vieras con qué placer
hay que tener condiciones
sigue el mundo tu fracaso
y por allá si un si acaso
le tenés que mendigar,
cómo te quieren sacar
el alma, viejo, a pedazos.

VII

Es fulera la existencia
del que lo engrampa la mala
como le corta las alas
el mundo con su inclemencias
como lloras de impotencia
cuando ninguno te ve
y que no pierdas la fe
porque si no te aseguro
que se hace más obscuro
el camino a recorrer.

VIII

Si supieras qué amargura
y qué vergüenza se siente
cuando hay que bajar la frente
ante alguna frase dura.
Aquella opinión tan pura
que vos del mundo tenías
se desvanece ese día
en que la mano cerrás
y nada en ella encontrás
tan sólo una risa fría.

IX

Pero che, si estoy hablando
macanas y no es cuestión
de que escuche la reunión
a quien está divagando.
Sin querer me fui desviando
y agarré pa' otro camino,
es que me ha faltado tino
y entré sin grupo a broncar,
me tienen que perdonar:
son cosas de mi destino.

Autor: Juan Arrestía


ES COSTUMBRE QUE UNO TIENE (Nieblas de humo y alcohol, de Juan Arrestía)


ES COSTUMBRE QUE UNO TIENE


I

Es costumbre que uno tiene
arrimarse al mostrador
y esperarlos con licor
a los años que se vienen.
Es costumbre que uno tiene,
nada le veo de malo
si alguna vez me resbalo
pues tomo un poco de más,
me voy sin mirar pa' atrás
y pa' las casas embalo.

II

Me gusta observar la vida
apoyao en el estaño
y ver correr a los años
al trasluz de la bebida.
Cuántas cosas escondidas
están en vos, mostrador,
cuánta miseria, dolor
con el tiempo asimilastes,
cuántas lágrimas secastes
al conjuro de tu alcohol.

III

Vos sí que sos la picana
pa' hacer deschavar los puntos,
cuántas noches los dos juntos
vimos clarear la mañana,
De las miserias humanas
vos sí que sos escritor,
mientras tomo tu licor
se van plateando mis sienes...
es costumbre que uno tiene
arrimarse al mostrador.


Autor: Juan Arrestía (Poeta de Quilmes)

30 de diciembre de 2013

ALGUNAS COSITAS MÍAS (Versos de humo y alcohol de Juan Arrestía, el poeta nochero de Quilmes)

Juan Arrestía, Nieblas de humo y alcohol, Versos, poeta nochero, Quilmes


ALGUNAS COSITAS MÍAS


I

Bueno, amigos, no es cuestión
que uno se haga el artista
y que le insistan, le insistan
pa' entrar en una reunión.
Fue siempre mi condición
no hacerme nunca rogar,
si hay que hablar les voy a hablar,
tengo hasta el año que viene
y si paciencia me tienen
entro al momento a tallar.

II

Me gusta escribir con barro
y si es nochero mejor.
Al costado de un mostrador
siempre mis versos amarro.
Tanto en copa como en jarro
tomo vino, me es igual,
es mi único capital,
de mis versos el tesoro,
en mí sólo brilla el oro
de mi alma franca y cordial.

III

No crean que es biografía
pues me parece fulero,
me presento, caballeros,
me llamo Juan Arrestía.
Como el sol brilla de día
mis versos de noche brillan
sin retórica, sencillas
son les palabras que uso
del diccionario no abuso
ni me gusta emplear comillas.

IV

No me marea el berretín
de creerme superior
pero tampoco al mejor
le aflojo mucho piolín.
Pa' mí la palabra fin
se encuentra en el cementerio
y siempre tuve el criterio
por más que apuren, no aflojes,
porque el hombre que se encoje
la va de finado en serio.

V

Me gusta andar como el gato
de noche, la veo mejor,
reflexivo, observador...
le gambeteo a los datos.
Cuando conozco algún fato
trato de hacerme el chabón
porque a veces la traición
se esconde en una sonrisa
y te usa pa' la risa
hasta el punto más cartón.
VI

Son formas de ver la vida
y esta forma es una de ellas
ya no cuento más estrellas
porque la tengo vivida.
Receloso en las partidas
pues no soy un sabihondo
porque las cosas al fondo
del mundo nadie las juna
y si entras a errarle a una
se te arma el batifondo.

VII


Me da bronca ver tomar
a los hombres sin medida
si es clavao que la bebida
siempre te hace deschavar.
Yo comprendo que hay que dar
al cuerpo sus calorías
pero que todos los días
andés sin dar pie con bola...
si habré visto punto piola
dormir en la taquería.

VIII

La noche es un libro abierto
pa' el que la quiera estudiar,
no me creo equivocar
y que ando justo en lo cierto.
Si habrá quien la va de tuerto
para observarte mejor,
si habrá quien es batidor
y anda fuera de la ley,
si habrá quien la va de buey
y yuga de apuntador.

IX

Pero voy a terminar
pa' no llegar al estrilo
lo conozco a Don Camilo
que con Cristo supo hablar.
De entrada quise opinar
algunas cositas mías,
no me gusta andar de día,
tengo alma de nochero
me presenté, caballeros,
me llamo Juan Arrestía.

Autor: Juan Arrestía (Quilmes, Buenos Aires, Argentina)
—De su libro "Nieblas de humo y alcohol".

8 de mayo de 2008

PERDÓNENME MUCHACHOS





PERDÓNENME, MUCHACHOS


¡Perdónenme, muchachos!
Nunca yo los comprendía.
Perder tiempo me parecía
sentarme en la mesa de un bar.
Y ahora me pongo a pensar
¡cuánta razón que tenían!
Los que solos se sentían
aquí curaban su soledad.

¡Perdónenme, muchachos!
¡Gracias por esta bienvenida!
pues es un caos mi vida,
y si aquí sobra una silla,
plantaré aquí la semilla
de una bonita amistad.
Me duele esta soledad
y lastima como astilla.

¡Perdónenme, muchachos!
porque antes mal los juzgaba,
pues yo sólo me sentaba
en la mesa de mi hogar,
y empecé a deambular
buscando quién me quisiera,
y encontré amistad sincera
en un rincón de este bar.

Y hoy me voy a atrincherar
para siempre en esta esquina,
pues me harté de la rutina,
de la naifa que desprecia.
¡Perdónenme, muchachos!
sé que soy un mamarracho,
no me quieren ni en la iglesia,
mas sé que ustedes me aprecian:
¡Cuenten a un nuevo borracho!

© Rubén Sada. 08-05-2008.


Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

Invitame un café en cafecito.app