CONFECCIÓN DE PRIMAVERA
Fuiste la bella alborada
de una aurora tempranera,
cuando naciste, heredera
del sol del amanecer,
un pimpollo de mujer,
confección de primavera.
Para haber confeccionado
a una mujer como vos,
seguro precisó Dios
bellezas del universo,
materiales muy diversos
cohesionados con amor.
Tomó el brillo de la luna
para ponerlo en tus ojos,
coloreó tus labios rojos
con plumas de un cardenal,
y un blanco peñón glacial
pintó a tus dientes su antojo.
En el bronce de tu tierra
sembró tu piel con espigas,
dio una tibieza que abriga
a semillas bien fructíferas,
y dio trinos de plumíferas
tu voz, en brisas amigas.
El fuego de tu pasión
te otorgó del sol sus lumbres,
tomó del monte sus cumbres
para erguirlas en tus pechos,
y engordó tu vientre estrecho
hasta criar a muchedumbres.
Así, mujer, te creó Dios,
sos su mejor performance,
obra cúlmine de alcance
universal, sin frontera,
confección de primavera,
florescencia de un romance.
Rubén Sada - 21-09-2016 - FELIZ PRIMAVERA
LUCHA MACABRA
La misma tapia cercaba
los cementerios rivales,
y un mismo azadón cavaba
aquel suelo que tragaba
ateos y clericales.
Otra tapia recia y fuerte,
ambos campos dividía...
¡Libertad y tiranía,
ni en presencia de la muerte
cejaban en su porfía!
La iglesia, en el paredón
de su fúnebre mansión,
puso la cruz nazarena,
mientras el otro frontón
mostraba un reloj de arena.
Y en la augusta soledad
de los que en la eternidad
yacían en hondo sueño,
reñía la Humanidad
su psicológico empeño.
Sobre losas sepulcrales
y entre galas funerales,
la tradición y la duda,
-fieros y eternos rivales,-
proseguían su lid ruda.
En el católico osario
los nichos, en largas filas
fingían al visionario
quietos ojos sin pupilas
mirando al campo contrarío.
Así, buscando motivos,
hasta en los despojos yertos,
siempre fieros, siempre esquivos,
se amenazaban los vivos
sobre el polvo de los muertos.
En aquel combate vano,
con escrúpulo servil,
cuidaba el rencor humano
el cementerio cristiano
y el cementerio civil.
Mas en su torpe ceguera,
los combatientes no ven
que, mientras en lucha fiera
sucumben por su quimera
y por su mutuo desdén,
subiendo de opuesto lado,
sobre ese muro elevado
que divide a los rivales,
con amor se han abrazado
las ramas de dos rosales.
Y que sus entrañas puras
a todos abre la tierra,
y desde azules alturas
el sol alumbra su guerra
y besa su sepultura.
Venancio Serrano Clavero
Poeta, escritor y periodista valenciano.
(España, 1870-1926)