MUERTE AL GRITO DE GOL
“Hay derrotas que tienen más dignidad
que la mismísima victoria”. (Jorge Luis Borges)
A la memoria de Emanuel Ezequiel Balbo
(22) muerto luego de haber sido arrojado desde una tribuna durante un partido
de fútbol en el Estadio Mario A. Kempes de Córdoba el 15/04/2017.
¡Basta de violencia en el fútbol! Que las
leyes sean doblemente condenatorias para los asesinos y violentos y el juego limpio
recupere la dignidad que merece.
La historia no ha de ser
broma
cuando en el circo romano
arrojaban al cristiano
a los leones, en Roma.
La moral que hoy se desploma
con gran violencia, bestial,
hacen triste funeral
llamando a la muerte
“fiesta”,
barbarie que manifiesta
nuestra enfermedad social.
Domingo pascual sin paz,
fanatismo de fanáticos,
enceguecidos, erráticos,
esgrimiendo odio mendaz.
Detrás del letal disfraz
de una “fiesta” futbolera,
una manada de fieras,
cien toros contra un torero,
cien lobos contra un cordero
que no puede escapar fuera.
El show debe continuar,
los cánticos no suspenden,
los millones no se ofenden,
¡hay que ganar o ganar!
Y al que van a ejecutar
no le dan opción ni suerte,
ya un destino cruel advierte
y lo hacen pisar en falso,
y al subirse a su cadalso
le imponen pena de muerte. [1]
¡Qué lugar sano el deporte,
si no hay barras bravas ni
odio, [2]
si no se canjea el podio
por el tieso rigor morte! [3]
No hay pasión que reconforte
si no hay paz con el fervor,
la parca sin pundonor
sigue firme en la cosecha,
y provoca triste endecha
el nombre del “matador”. [4]
El fútbol, deporte digno,
exhibición de aptitudes,
folklore de multitudes,
no importa color o signo.
Pero llega a ser maligno
cuando la hinchada con rabia
corea, insulta y agravia
al que al otro cuadro cincha,
y lo convierten en hincha
muy violento hasta en su labia.
Luego de vituperar
hasta la raíz del idioma,
en unas facas asoma
la amenaza de matar.
Y hay quien causa malestar
ingresando armas y balas,
y otros drogas de alta escala
y amputados por petardos,
o algunos sin más retardos
quedan ciegos por bengalas.
La vida no vale nada
pues ganar es la consigna,
el fair play es cosa indigna
[5]
mientras se peguen patadas.
Y así corean las gradas
su escasa moralidad,
su nula fraternidad
mientras un par de
empresarios
se dignan ser millonarios
y el fútbol, sin dignidad.
"La dignidad no se pierde
por perder una contienda,
se pierde si damos rienda
a perder la paz", recuerde.
Es la violencia, que muerde,
que hace que la dignidad
huya de la sociedad
y la concordia sepulta,
la violencia dificulta
la vida en felicidad.
Por eso es que yo no grito
el fanatismo de un gol,
prefiero cumplir mi rol
de pacifista, es mi rito.
Aunque, en realidad, admito
que sí grito con pericia
un grito que beneficia
y más que el fútbol divierte,
que es de vida y no de muerte:
¡Grito contra la injusticia!
‘Mens sana in corpore sano’, [6]
‘corpore sano quod mens sana’ [7]
la Argentina del mañana
pide unión en cada hermano.
Dignidad, valor humano,
no hay que perder el control,
nos da vida el mismo sol
y luz a nuestra conciencia…
¡que no exista más violencia
ni muerte al grito de gol!
Por eso es que yo no grito
el fanatismo de un gol,
prefiero cumplir mi rol
de pacifista, es mi rito.
Aunque, en realidad, admito
que sí grito con pericia
un grito que beneficia
y más que el fútbol divierte,
que es de vida y no de muerte:
¡Grito contra la injusticia!
‘Mens sana in corpore sano’, [6]
‘corpore sano quod mens sana’ [7]
la Argentina del mañana
pide unión en cada hermano.
Dignidad, valor humano,
no hay que perder el control,
nos da vida el mismo sol
y luz a nuestra conciencia…
¡que no exista más violencia
ni muerte al grito de gol!
Autor: Rubén Sada. 18/04/2017.
[1]) Pena de
muerte. La pena de muerte no está aceptada en Argentina cuando la ejerce el
Estado, pero sí está aceptada por los jueces cuando la ejercen asesinos y
delincuentes, quienes obtienen condenas muy leves en relación al daño cometido
y terminan saliendo de la cárcel en una fracción del tiempo a que han sido
condenados por cometerla. Esto favorece a la industria judicial y es causa del
aumento indiscriminado de asesinatos y femicidios.
[2]) Barra brava.
Una barra brava es un grupo organizado de fanáticos dentro de
una hinchada de fútbol,
encargado de alentar a los jugadores de un club en
específico (del que el grupo es simpatizante) en los estadios durante los
partidos, y también de amedrentar a los jugadores y aficionados rivales, todo
ello mediante el despliegue de banderas, la entonación de cánticos y,
ocasionalmente, el ataque a los simpatizantes de los clubes rivales, además de
defenderse y defender al resto de la
propia afición de posibles ataques de hinchadas rivales o de la represión
policial.
[3]) El rigor
mortis (del latín rigidez de la muerte) es un signo reconocible de muerte que
es causado por un cambio químico en los músculos que causa un estado de rigidez
e inflexibilidad en las extremidades y una dificultad para mover o manipular el
cadáver.
[4]) “El
matador”. Sobrenombre adjudicado al extraordinario futbolista Mario Alberto
Kempes, protagonista principal del Mundial de 1978 en el que Argentina obtuvo
su primer título. Así se llama el Estadio Monumental de Córdoba donde se
produjo el asesinato citado en este poema.
[5]) Juego
limpio. (En inglés, fair play) es una expresión muy utilizada para denominar el
comportamiento leal y sincero, además de correcto, en el deporte; en especial
fraterno hacia el contrincante u oponente, respetuoso ante el árbitro y
adecuado con los asistentes.