MONOGRAFÍA
DE
ROBERTO AYRALA
(En décimas de mano y pie atados a dos cuartetas libres)
"Honor al “Abuelo” Ayrala,
gran payador de Ramallo,
sanpedrino en adopción,
jineteó el verso a caballo.
La tierra de Santos Vega
erigió su tumba y cuna,
vibraron junto a Curbelo
las cuerdas de Pancho Luna."
Honor al “Abuelo” Ayrala,
mi homenaje payador,
raíz y canto, tenor
que del criollismo hace gala.
Su fama a pocos iguala,
llegó donde nadie llega,
y en sus temas se despliega
a un gran referente histórico,
y hoy llora en tono folklórico
la tierra de Santos Vega.
Gran payador de Ramallo,
vivió su vida en San Pedro,
y al contarlo no me arredro
ni atemorizo ni fallo.
Pero en el verso soslayo
que de la nieve a la puna
su laurel fue su fortuna
y en abril, en su efemérides,
el vergel de las Hespérides ([1])
erigió su tumba y cuna.
Sanpedrino en adopción
conquistó en versos al mundo,
recordándolo me fundo
en un loor de admiración.
Payando en televisión
este arte voló hasta el cielo,
¡qué altura tomó su vuelo
cuando le ponía garra!
Sus acordes de guitarra
vibraron junto a Curbelo.
Jineteó el verso a caballo
yunteando al Negro García,
de su boca la poesía
emanaba sin desmayo.
La tradición fue su sayo, ([2])
siempre en réplica oportuna,
lo aplaudía la tribuna
por talento y trayectoria,
suenan aún en la memoria
las cuerdas de Pancho Luna.
Autor: Rubén Sada
[1]) Hespérides. En la mitología griega, las
Hespérides (en griego antiguo Ἑσπερίδες) eran las mélides (ninfas de árboles
frutales) que cuidaban un maravilloso jardín en un lejano rincón del occidente.
La región bonaerense de San Pedro es característica por sus grandes sembradíos
de árboles frutales, especialmente cítricos como las naranjas.
[2]) Sayo. Vestimenta holgada.
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PAYADOR ROBERTO AYRALA (BIOGRAFÍA)
NACIMIENTO: 4 de octubre de 1922 en Ramallo (Prov.
Buenos Aires)
FALLECIO: 3 de abril de 1997 en San Pedro (Prov.
Buenos Aires)
Transcurriendo su vida en San Pedro, de joven fue
vocalista en orquestas típicas y cantor de temas nativos, y un aficionado a la
payada.
Más de medio siglo de trayectoria, 4 discos editados y
recordados contrapuntos con el Negro Juan José García y con el célebre oriental
José Curbelo.
En los encuentros de payadores, donde era una
presencia esperada, la gente le expresaba su admiración con aplausos muy
deferentes y con pedidos de autógrafos. En este tiempo que le tocó vivir, con
el arte payadoril en jaque por el olvido, el “Abuelo Ayrala” era un símbolo, un
lúcido y tenaz sucesor de Betinoti , Ezeiza y otras leyendas victoriosas sobre
obstáculos, censuras e indiferencia.
Según sus compañeros, que lo apodaron "el Abuelo",
Roberto Ayrala era la delicadeza misma desgranando valsecitos, rancheras y
milongas, y una voz serena pero segura en el contrapunto.
A lo largo de su trayectoria como payador, Ayrala se
había convertido en uno de los referentes históricos de ese arte en la
Argentina y en otros países de América latina, donde muchas veces realizaba
presentaciones. En algunas de sus frecuentes recorridas por peñas y reuniones
folclóricas -siempre guitarra en mano- Ayrala compartió veladas con el payador
uruguayo José Curbelo, que marcaron la historia de ese género musical. Hacia 1978, a partir de las
actuaciones en el programa televisivo "Raíz y canto", conducido por
Antonio Carrizo, Ayrala consolida con José Curbelo una pareja de payadores de
fuerte penetración televisiva y notable éxito de público.
Juntos en Puerto Rico, en el año 1991 auspiciados por
el Instituto de Cultura Puertorriqueño y el Centro de Estudios Antropológicos
de Argentina, realizan una gira que abarcó gran parte de la isla , en lo que se
llamó "Encuentro Trova Boricua y Rioplatense."
Roberto Ayrala murió a los 75 años el jueves 3 de
abril de 1997 en la casa de su San Pedro natal, donde había quedado solo desde
su reciente viudez.
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EL PAYADOR (por Roberto Ayrala)
El pueblo me ha dado nombre
y me ha adjudicado hazañas,
yo no tengo más campañas
que las que tienen los hombres.
Mientras la suerte me alfombre
un canto con pasto puna,
no pretendo mas fortuna
que engrandezca mi linaje
me basta con lo que traje
desde el fondo de mi cuna.
Fui brazo de una mancera
guiando el timón de un arao
jinete sobre un recao,
cuando el caso se ofreciera;
le hice puño a una tijera
para voltear un vellón,
le eche bolsas a un galpón
y en el tiempo de la espiga
anduve en toda fatiga
trabajando como peón.
Por estirpe rumbeador,
tal vez mi tatarabuelo,
anduvo el eterno hielo
con nuestro libertador.
Genio, pujanza, valor,
guiando a la hueste guerrera
aquél que a nuestra bandera
la llevó hasta el Chimborazo,
y la levantó en el brazo
para que el mundo la viera.
Hoy me dicen payador,
el pueblo me ha dado nombre,
quiero que nadie se asombre
si el pueblo está en un error;
agradezco ese favor
si lo tengo merecido
pero de ser lo que he sido
quiero que nadie lo borre:
si es cierto que el tiempo corre
junto con él he corrido.
Payador Roberto Ayrala.