*** ACUARELA FANTASMAL ***
Un paisaje fantasmal
se apoderó del país,
mientras un capote gris
viste el orbe terrenal.
Los valores del fangal
han embarrado a mi gente,
la estafa Ponzi es frecuente
mientras la mentira reina,
y el latrocinio despeina
*«calles de un amor ausente.»*
Presencio aceras heladas
y blancas de soledad,
una selva es mi ciudad
con mil almas desalmadas.
Homeless en calles cortadas
y otros duermen bajo un puente,
sin el techo de un pariente
la noche los va cubriendo,
con tristeza están sufriendo
*«calles de un amor ausente.»*
Bajo niebla sepulcral,
grita un silencio que aterra,
aunque en mi país no hay guerra
hay que batallar igual.
Lágrimas de ajenjo y sal
y migajas en el diente
van formando el ingrediente
que aproxima la explosión
mientras tose mi pulmón
*«calles de un amor ausente.»*
Es la hiel de la tiniebla
una incomprensión que arropa,
ya ni alcohol tiene la copa
que al bolsillo lo despuebla.
Mezcla de cartón y niebla
se descuelga de su frente,
y el huevo de la serpiente
va gestando su eclosión,
angustia y desolación,
*«calles de un amor ausente.»*
se apoderó del país,
mientras un capote gris
viste el orbe terrenal.
Los valores del fangal
han embarrado a mi gente,
la estafa Ponzi es frecuente
mientras la mentira reina,
y el latrocinio despeina
*«calles de un amor ausente.»*
y blancas de soledad,
una selva es mi ciudad
con mil almas desalmadas.
Homeless en calles cortadas
y otros duermen bajo un puente,
sin el techo de un pariente
la noche los va cubriendo,
con tristeza están sufriendo
*«calles de un amor ausente.»*
grita un silencio que aterra,
aunque en mi país no hay guerra
hay que batallar igual.
Lágrimas de ajenjo y sal
y migajas en el diente
van formando el ingrediente
que aproxima la explosión
mientras tose mi pulmón
*«calles de un amor ausente.»*
una incomprensión que arropa,
ya ni alcohol tiene la copa
que al bolsillo lo despuebla.
Mezcla de cartón y niebla
se descuelga de su frente,
y el huevo de la serpiente
va gestando su eclosión,
angustia y desolación,
*«calles de un amor ausente.»*
¿Cómo poder meditar
cuando el maxilar rechina?
La zozobra que asesina
no permite continuar.
Un candil en el altar
es este verso insurgente,
que derramo en la vertiente
del momento cotidiano,
mientras lamenta mi mano
*«calles de un amor ausente.»*
mi rapsoda traza espinas,
y en solitarias esquinas
un brumal celaje esbozo.
Queda apenas el carozo,
de una pasa, que silente,
se arruga muy de repente
mientras espera el final,
la acuarela fantasmal:
*«calles de un amor ausente.»*
Pie forzado v.10 pertenece a Joel Márquez Sánchez.