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30 de septiembre de 2025

VENDAVAL

 

*VENDAVAL*

*[1]*
Navegas enfrentando al vendaval,
del tiempo, ese cuchillo de dos filos,
retando a la tijera van tus hilos,
buscando el carretel su vuelta más.
¡Afronta el viento en contra, capitán!
¡Sujeta el timón firme con tus manos!
No rasgues el espíritu en desgaños
y sobrevivirás al océano de sal.
*[ESTRIBILLO]*
Otro día de viento en los mares
sin temer al rugido del trueno,
con coraje y el pulso sereno
lograrás atravesar el mal.
Porque sé que al final de la angustia
hay un puerto de luces en calma,
pon la proa a la playa del alma
aunque azote el feroz vendaval.
*[2]*
El viento bate en ruidos y silencios,
y el témpano del polo es un imán.
No pierdas tus memorias de titán
y lucha contra el temporal intenso.
La ráfaga que cruza a tu destino
podrá ser el empuje viento en popa,
si vistes valentía como ropa
y enfrentas los peligros del camino.
*[ESTRIBILLO]*
Otro día de viento en los mares
sin temer al rugido del trueno,
con coraje y el pulso sereno
lograrás atravesar el mal.
Porque sé que al final de la angustia
hay un puerto de luces en calma,
pon la proa a la playa del alma
aunque azote el feroz vendaval.
*BIS* *© Rubén Sada. 29/09/2025.*


1 de octubre de 2022

LAS CACHETADAS DEL VIENTO

LAS CACHETADAS DEL VIENTO


Sobre el pie forzado doble "EL CAMPO TAMBIÉN AGUANTA LAS CACHETADAS DEL VIENTO" inspirado en los versos que me recitó el Cimarrón, (Juan Carlos Gaffoglio) en el día de la fecha, los kamikazes del verso respondieron así:

* PILTRAFA *
La vida me dio un sopapo
más de una vez y dolió,
me cacheteó y me domó
para que no me haga el guapo.
Quedé hecho piltrafa, trapo,
pero sirvió de escarmiento
para cobrar nuevo aliento
que brotó de mi garganta,
*el campo también aguanta*
*las cachetadas del viento.*
Rubén Sada. 1/10/2022.* (ARG)
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.
Yo aguanto el viento y el sol
bajo el ala del sombrero
como lo hace el criancero
que nunca pierde el control.
Porque ha de cumplir su rol
demostrando su talento,
soportando el sufrimiento
por mucho que sufra, canta,
*el campo también aguanta*
*las cachetadas del viento.*
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.
Por las aguas turbulentas,
del estrés y depresión,
se entrenó mi corazón,
resistiendo olas violentas.
Fueron mil noches sangrientas,
y en Dios mi fe fue en aumento,
lanzando el último intento,
gritando con mi garganta:
*¡El campo también aguanta*
*las cachetadas del viento!*
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.
Soporta sol y escarchilla
solo por ser criancero,
también los soles de enero
cuales secan la aflechilla.
También la helada que brilla
que quema el pasto un momento,
aguanta ese sufrimiento
por ser gaucho y bien varón,
soporta cuatro estación
las cachetadas del viento.
Eladio Castillo. (ARGENTINA)
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.
Yo por ser gaucho y bien hombre
y aunque ya me encuentro enclenque,
calzo mi espuela y rebenque
cuando mancillan mi nombre.
Y hago que el puma se asombre
aunque se relama hambriento,
y aunque me ruja en su intento
mi coraje se agiganta,
*el campo también aguanta*
*las cachetadas del viento.*
Rubén Sada (ARGENTINA)
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.
Yo vi el toro bravucón
y potente de un tornado,
azotándole el costado
a un rancho sin protección.
Pero el tornado en cuestión
no pudo irse contento.
El rancho, como un portento
soportó la furia santa.
*El campo también aguanta*
*las cachetadas del viento.*
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.
Cuando las olas del mar
por el viento se enfurecen,
a las playas estremecen
cuando vienen a chocar.
Todos salen a observar
y depende del momento
será, asombro o lamento
pero, ignoran al que planta,
*el campo también aguanta*
*las cachetadas del viento".*
Nestor Prieto (ARGENTINA)
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.
Cuando la razón vacila
mermada por ambiciones
y puebla de nublazones
una conciencia tranquila.
La voracidad trasquila
con los golpes del intento,
el serrín de sufrimiento
que su miseria transplanta,
*el campo también aguanta*
*las cachetadas del viento.*
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.
No tan solo la ciudad
ante el huracán resiste
cuando con su furia embiste
el bien de la vecindad.
Llega con la tempestad
el aire fuerte y violento
este se aferra en su intento
y un árbol vivo levanta
*el campo también aguanta*
*las cachetadas del viento.*
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.
Yo aguanté las cachetadas
de un viento demoledor;
pero, no me dio temor
sus manos alborotadas.
Después, vi ramas tiradas
afuera de mi aposento
y supe el modo violento
del viento —si se agiganta—
*que el campo también aguanta*
*las cachetadas del viento.*
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.
Doble pie forzado inspirado en los versos que me recitó el Cimarrón, (Juan Carlos Gaffoglio) en el día de la fecha. 1.10.2022.

11 de agosto de 2021

PACTO CON EL VIENTO

Rubén Sada en Castilla La Mancha, tierras del Quijote


PACTO CON EL VIENTO

 
Hice un pacto con el viento,
para que sople en mi libro
pues sé que al leerlo, vibro
aleteando el sentimiento.
Le pedí que con su aliento
cada página me pase
mis ojos leerán la frase
que ante mi vista se exhiba,
pues mientras yo lea y viva
de este libro tomo clase.
 
Y empezó a soplar Eolo,
y me abrió la primer hoja,
do leí la paradoja
del ser que se siente solo.
“¡Da tu aire a mi bronquiolo!
¡Insufla el arte y sus dones!
¡Necesito inspiraciones
que me hagan compañía!
Te pagaré con poesía,
ten piedad, ¡no me abandones!”
 
Y el viento sopló otra vez
y otra hoja me mostró,
do seguí leyendo yo
recuerdos de mi niñez.
“De valores soy mi juez
y de estos tengo un costal,
la palabra es mi arsenal
y al escribir soy prolijo,
cada poema es mi hijo,
y leer, ¡mi capital!”

Sopló el viento vez tercera
y abrió una página gris,
con la triste cicatriz
de mi tierna primavera.
“Toda piedra que cayera
a menos de un metro tuyo,
has de juntar con orgullo
y construirás tu palacio,
te daré tiempo y espacio,
sé que triunfarás, lo intuyo”.
 
Y siguió soplando el viento
tal cual hicimos el pacto,
que cada página, al acto
yo la leería atento:
“El amor que por ti siento
en el planeta no cabe,
no es cuestión de que te alabe
pero es que lo siento así,
cuando te acercas a mí
tu latido ya lo sabe”.
 
Y él siguió en su resoplar,
(lo que relato soy franco),
se abrió una página en blanco...
¡La del libro al terminar!
¡Me asusté! Me hizo temblar
mientras oí de su pulmón:
—“Llegaste a la conclusión,
y esta página vacía
firmarás con la poesía
que anida en tu corazón”.—
 
© Rubén Sada. 11/08/2021.
 

12 de abril de 2020

EL VIENTO (Oniesis Gil y Leandro Camargo)

EL VIENTO

(Oniesis Gil y Leandro Camargo)


ONIESIS GIL
Leandro, ven que ya hay plata
de luna en cada celaje
y el viento embarra el paisaje
de fiesta y de serenata.
Caen goteras de nata
del techo del firmamento,
y da la impresión que el viento
prende faros en mis sienes
para ponerme los trenes
de la idea en movimiento.

LEANDRO CAMARGO
El viento cruje en el guano,
retoza con los faroles,
se mete en los caracoles
y se acuesta sobre el llano.
Como un pirata liviano
pasa robando sonidos,
y llena playas de olvidos
como un velero que viaja,
llevando adentro una caja
de músicos escondidos.

ONIESIS GIL
Siempre que el viento pasea
con su arpa entre las flores
como un duende de colores
la mariposa aletea.
En su cúspide moldea
su arquitectura de vuelo,
y eleva sobre el ciruelo
una carretera suave
para que el ala del ave
toque las puertas del cielo.

LEANDRO CAMARGO
Cuando hay viento en temporal
y la lluvia corre arisca,
soplos de fría ventisca
se pegan en el cristal.
Y parece ante el umbral
cuando la mirada subes
que arcángeles y querubes
pusieron ventiladores
en los cuartos interiores
de la casa de las nubes.

ONIESIS GIL
Cuando hay noche tormentosa
y el viento arrastra a un abismo,
papalea un nerviosismo
de sombras en la chismosa.
La madera quejumbrosa
parece que se desgrana,
y afuera el viento se afana
y ruge como si hubiera
suelta en el patio una fiera
arañando la ventana.

LEANDRO CAMARGO
Yo recuerdo al huracán
que azotó mis verdes prados
y hay árboles arrancados
que hoy en mi memoria están.
Su ruido era el de un volcán
con lava fría por dentro,
y lo que vino al encuentro
de lo que fuera la fronda,
era una furia redonda
con un engaño en el centro.

ONIESIS GIL
Con el viento el papalote
desenrolla su madeja

LEANDRO CAMARGO
Y con el viento se aleja,
de las orillas, el bote.

ONIESIS GIL
Con el viento en el mogote
las palmas danzan de prisa

LEANDRO CAMARGO
Con en viento el hombre atiza
hornillas para el consumo

ONIESIS GIL
Y con el viento alza el humo
partículas de ceniza.

LEANDRO CAMARGO
Con el viento se abre el sello
del sobre de la mañana,

ONIESIS GIL
Con el viento la sabana
toma un movimiento bello,

LEANDRO CAMARGO
Con el viento habla el cabello
de la muchacha rural,

ONIESIS GIL
Con el viento matinal
vuelve el recuerdo pasado,

LEANDRO CAMARGO
Y con el viento entornado
alimenta su espiral.

ONIESIS GIL
Con el viento habla el macío,

LEANDRO CAMARGO
Con el viento el agua fluye,

ONIESIS GIL
Con el viento el vapor huye

LEANDRO CAMARGO
Con el viento crece el frío,

ONIESIS GIL
Con el viento ondula el río
como líquida bandera,

LEANDRO CAMARGO
Con el viento por la acera
el topo seco galopa,

ONIESIS GIL
y con el viento la ropa
se seca en la tendedera.

LEANDRO CAMARGO
y el viento somos tú y yo
que en una pronta marea,

ONIESIS GIL
en lo que se va una idea,
otra idea ya llegó.

LEANDRO CAMARGO
Nuestra voz no se inscribió
ni en libros ni en monumentos,

ONIESIS GIL
Pero como un pensamiento
en cada verso dejamos

LEANDRO CAMARGO
Lo que en el viento cantamos
nunca se pierde en el viento.






5 de septiembre de 2014

AL VIENTO...




AL VIENTO...


¿Qué misterio encierra el viento? 
¿Contra quién su ensañamiento 
se hace bramido feroz? 
¿Qué hipócrita fingimiento 
late en su sañuda voz?

¿Quién irritó sus lebreles? 
¿Sus invisibles corceles 
qué persiguen tan en alto? 
¿Quién los dispara al asalto 
de ramas y chapiteles?

¿Qué golpe de rabia ahueca 
su fragor que sube y sube? 
¿Por qué su furor se obceca 
en llegar hasta la nube 
y sus caireles desfleca?

¿De qué países remotos, 
desolados y ateridos,
proceden esos gemidos? 
¿De qué pulmones ignotos 
esos potentes silbidos?

¿Es amenaza? ¿Es reproche 
lo que dice el vendaval 
cuando su alarma infernal 
va gritando por la noche 
con petulancia triunfal?

Y en esas negras conjuras 
de la noche con el viento,
¿qué gigantes coyunturas 
se retuercen al tormento 
de restallantes torturas?

Sus nerviosos aletazos 
¿qué apocalipsis proclaman? 
Sus gargantas ¿por qué braman? 
con verbo de latigazos? 
¿A qué víctimas reclaman?

Amador Porres (Año 1955).



9 de agosto de 2014

Si el viento no sopla (Soneto de 6 sílabas)

soledad, guitarra, viento, música, tristeza


SI EL VIENTO NO SOPLA


 (Sonetillo de 6 sílabas)

Si el viento no sopla
no será ya viento,
ni brisa, ni aliento,
pues muere y no acopla.

No envía mis besos,
silencian mis coplas,
y si él no resopla
se callan mis rezos.

Si no sopla el viento
te mantiene lejos,
y se ponen viejos

tu verbo y tu acento.
Si no hay ya festejos
callaré. Lo siento.


Rubén Sada. 09/08/2014

Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

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