20 de septiembre de 2019

SOY HIJO DE LOS SETENTA

SOY HIJO DE LOS SETENTA


Soy hijo de los setenta,
ahí mi razón despertó,
esa década pasó
pero no admite que mienta.
Aunque nací en el sesenta
mi memoria no la olvida,
qué lástima que en la vida
no sepas lo que viví,
¡tanta experiencia adquirí,
tanta, tanta que en mí anida!



Soy hijo de don David,
que en la vida me dio ejemplo,
su fortaleza hoy contemplo
batallando como el Cid.
Él fue un valiente adalid
que velaba por sus hijos,
proveyó amor y cobijo
a pesar de su desgracia,
por eso le doy las gracias,
mencionarlo es regocijo.



Soy hijo del “Peso Ley”,
de un presidente Onganía,
de Cámpora y la amnistía
que ultimó bastante grey.
Del trabajo como un buey
por poder llenar la olla,
hijo del “pan y cebolla”
y de cocina a garrafa,
por sufrir más de una estafa
de la “viveza criolla”.



Soy hijo del terrorismo
que germinó en Tucumán,
hijo del macabro plan
de imponer el comunismo.
Hijo del militarismo
que enfrentó a dicha violencia
para frenar su influencia
cercenando libertades,
unos y otros en el Hades
batallaron con demencia.



Soy hijo de fusilados,
de bombas y de granadas,
de oscuras razias, redadas
y muertes en atentados.
Soy hijo de encarcelados
por pensar muy diferente
al común de tanta gente
y de mi experiencia acopio
que por pensamiento propio
pude ser sobreviviente.



Soy hijo del rodrigazo,
de Isabel y su inflación,
de la limosna en bolsón
por un voto o un balazo.
Soy hijo del cordobazo,
del ERP, de la lucha armada,
la Triple A empoderada
y con memoria te ilustro,
ya pasaron nueve lustros
pero no aprendimos nada.



Soy hijo de López Rega,
que es mejor que ni recuerdes,
de Falcons negros y verdes
para “excursión” veraniega.
Mucho recuerdo me llega
cuando en los setenta miro,
y hasta las piernas estiro
para mi primer manejo
en el Puerto y su complejo
de las villas de Retiro.



Soy hijo y atardecer
con una nostalgia yerma,
¡que mi memoria no duerma
recordando aquel querer!
La primer chica mujer
que al acercarse a mi lado
mi latido acelerado
se moría por hablarle,
y mi intención confesarle
que yo estaba enamorado.



Soy hijo y ellos me piden
que los setenta enarbole
y en un éxodo me inmole
con votantes que hoy deciden.
Esos, que no se despiden
de aquel pasado que arrecia,
de un país que los desprecia
con luto, violencia y muerte,
al volver ¿tendrán más suerte?
¿Será que tendrán amnesia?



Soy hijo y cargué mi peso,
mi cruz quedó en el pasado,
pues la vida me han robado
y hoy los desprecio por eso.
No, señor, yo no regreso
y hoy me enfoco en mi futuro,
nadie vuelve, conjeturo,
a un pasado que encarcela,
la memoria es una escuela
y yo he de saltar su muro.



Soy hijo y autodidacta
de la vida un buen alumno,
detrás suyo me encolumno
y con ella mi amor pacta.
Mi memoria se redacta
en un lienzo de acuarela,
esta escuela dio secuela
y es que pienso por mí mismo,
y lo vuelco en un lirismo
modelando la espinela.



Soy hijo de la poesía,
y de sus poetas míticos,
pues me ayudó en tiempos críticos
renovándome energía.
Comencé mi antología
en la escuela, hace cincuenta,
y como un niño que intenta
tracé mi primera estrofa,
si hoy mi mente filosofa
soy hijo de los setenta.



© Rubén Sada. 20/09/2019.


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VERGONZOSO:

.El ex titular de la B.N aseguró que la historia argentina "va a ser rehecha y reescrita". Y aclaró que debe ser "dura y dramática", y "que incorpore una valoración positiva de la guerrilla de los años 70.

Más: Horacio González pide reivindicar a los asesinos de mi hermano. (Infobae)

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