PIPÍ versus POPÓ
(Personificación)
En el pañal de un bebé
se encontraron dos regalos,
y en sus restos, a intervalos,
hablando los escuché.
Su nombre les pregunté
y el más rubio y presuroso,
dijo ser líquido hermoso,
al que llamaban “Pipí”,
y en contrapunto lo oí
contra “Popó” el oloroso.
☺
—Yo tengo el color del oro—
dijo Pipí, presumido,
—soy biberón convertido,
el más claro e inodoro.
Al pañal yo me incorporo,
apenitas lo humedezco,
ser “El Uno” me merezco,
no como el “Número Dos”
que tiene un olor atroz
y aquí al lado lo padezco.
☺
Enojado del desprecio,
al escucharlo, Popó
rápido le respondió
con visible menosprecio:
—No seas tonto, no seas necio,
feo fluido amarillito,
vos sos un rancio caldito
que de oro no tiene nada,
sos agua contaminada
que al pasto deja marchito.
☺
Pipí comenzó a llorar
con sus rubias lagrimitas,
y Popó entre pataditas
comenzaba a perfumar.
Ahogado en ese mar
empezó a pedir, amable,
que aquel pañal descartable
fuera reemplazado urgente,
porque al resto de la gente
no le iba a ser agradable.
☺
Abrazados en su tinta,
semejante chimichurri,
parecían pollo al curry
solo que con menos pinta.
Apretados con la cinta
y unidos en la mixtura,
terminó allí la locura
de un contrapunto eventual,
pues mamá envolvió el pañal
y lo tiró a la basura.
☺
© Rubén Sada. 07-09-2019