A UNOS TRIÁNGULOS
A apuntar bien la visión,
poner buena puntería,
y con rimas de poesía
despertar una ilusión.
Voy guardando en el arcón
todo lo que aquí acumule,
si acaso mi mente pule
un buen tiro hasta esos ángulos,
hay dieciocho triángulos
y sino, please, disimule.
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Salvándome del olvido
que la pirámide muestra,
es una obra maestra
esta idea que han tenido.
No piense que le hago ruido,
si a los triángulos copio
y si usted hace lo propio
se llevará una sorpresa,
y los dos sobre la mesa
lo vemos al microscopio.
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Y sin la triangología,
¿qué sería de mi ciencia?
Tendría poca conciencia
y calcular no podría.
Aprovecho que es de día,
y así mi vista calcule
que mi mente los regule
pues sino, que aquí la jefa
escriba en una cenefa:
“Se equivocó”, ¡intitule!
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¿Que yo veo dieciocho?
No creo que tanto sea,
pero creo que lo marea
un licor que tiene un ocho.
¿Tomó whisky con bizcocho?
¿Tomó mucho Cabernet?
Usted no tiene carnet
para medir el triángulo,
su carnet es un rectángulo
como el piso de parquet.
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Cuando va lento mi paso
porque he bebido de más,
voy caminando hacia atrás,
o sino yo pierdo el trazo.
Usted mide con atraso,
no es preciso ni perfecto,
solamente observa el recto
ángulo del horizonte,
este triángulo es un monte
del más Divino Arquitecto.
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Tal vez dejó el Faraón
este triángulo en el suelo,
con una punta hacia el cielo
pretendiendo usurpación.
Su divina vocación
no lo hizo un ser distinto,
ingresó en un laberinto
que lo arrastró hacia el mal,
e igual que todo carnal
no impidió que fuera extinto.
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La historia aquí me introduce
en lo que el triángulo pinta,
y en una forma distinta
mi pincel lo reproduce.
Tal vez ahora se traduce
que el triángulo es una copa,
puede ser la olla de sopa
del mejor chef y gourmet,
que con guiso y Cabernet
hace brindar a la tropa.
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¿Tal vez puede ser un pino,
un velero en alta mar,
la carpa para habitar
o en perspectiva un camino?
¿El pico que emite un trino
o un cucurucho de hielo?
¿Una advertencia en el suelo,
una choza o una carpa?
¿O será la dulce arpa
que tocaré allá en el cielo?
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¿Qué será lo que transcribe
esta imagen triangular?
¿Una percha de colgar?
¿La barranca en su declive?
¿Un cateto que convive
con su hermana hipotenusa?
¿Una forma aguda, obtusa
de graficar lo que es recto?
¿O será el torso perfecto
de mi conquistada musa?
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¿Podrá ser también la muzza,
rica porción de mi cena?
¿O el contenido de arena
de un reloj que lento aguza?
Esta loca escaramuza
es solo para campeones,
y de tantas emociones
tratando de contar ángulos,
me perdí en estos triángulos
y ya estoy viendo visiones.
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© Rubén Sada. 20/04/2020.
