A UN GUARÁN AMARILLO
“Tronadora”, que al pasar
me saludaste con brillo,
¡cuánto admiré el amarillo
de tu copa circular!
Bebiste todo el manjar
del sol en un solo trago,
y hoy soy yo el que me empalago
cuando admiro tu belleza,
tu corola de princesa
merece todo mi halago.
Amanece y tus trompetas
ya anuncian el nuevo día,
y entre brisas de alegría
bailan tus flores inquietas.
Hay volátiles siluetas
y un gracioso pajarillo,
que en tu rama, “lapachillo”,
trina y trina con afán,
también admira, “guarán”,
igual que yo, tu amarillo.
Vanidad de vanidades
ve pasar tu humilde copa,
de algunos que de su ropa
se jactan en las ciudades.
Dios te vistió con bondades
y tú cumples con su rol,
desde el alba al arrebol
tu gala no te da abasto,
¡si hasta regalas al pasto
gotas prestadas del sol!
me saludaste con brillo,
¡cuánto admiré el amarillo
de tu copa circular!
Bebiste todo el manjar
del sol en un solo trago,
y hoy soy yo el que me empalago
cuando admiro tu belleza,
tu corola de princesa
merece todo mi halago.
ya anuncian el nuevo día,
y entre brisas de alegría
bailan tus flores inquietas.
Hay volátiles siluetas
y un gracioso pajarillo,
que en tu rama, “lapachillo”,
trina y trina con afán,
también admira, “guarán”,
igual que yo, tu amarillo.
ve pasar tu humilde copa,
de algunos que de su ropa
se jactan en las ciudades.
Dios te vistió con bondades
y tú cumples con su rol,
desde el alba al arrebol
tu gala no te da abasto,
¡si hasta regalas al pasto
gotas prestadas del sol!
Hoy te premio con mi idioma,
que igual no alcanza a expresar
la hermosura del altar
de tu dorado genoma.
Me gustas mucho, “tecoma”,
pues tu presencia en mis calles
me hace resistir los ayes
para subir con pujanza
mil montañas de esperanza
aunque hoy ande en los valles.
que igual no alcanza a expresar
la hermosura del altar
de tu dorado genoma.
Me gustas mucho, “tecoma”,
pues tu presencia en mis calles
me hace resistir los ayes
para subir con pujanza
mil montañas de esperanza
aunque hoy ande en los valles.
Yo vindico tu color,
no te adulo ni te embauco,
va a ti mi homenaje, “sauco”
con saludo “tronador”.
¿Dirás que soy soñador?
Si es que solo tengo un sueño,
y fue este canto halagüeño
nacido al verte en la calle,
quien logró que el verso estalle
elogiando tu diseño.
cada gotita de sol,
y acapara en tu crisol
oro en perlas de azafrán.
Festejaré con champán
y un sabroso bocadillo,
si en un fugaz veranillo
de nuevo premias mi vista,
doy loor al “Gran Artista”,
por ti, “guarán amarillo”.
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