17 de abril de 2021

SEGUIDILLA (de Luis Suárez y Rubén Sada)

 


SEGUIDILLA 

(de Luis Suárez y Rubén Sada)

 

—Luis Suárez—
Cuando logro que un poeta
me conceda su atención,
siento que en mi corazón
es la dicha más completa.
Y la cumplir con esa meta
invitando a mis hermanos
a seguir desde los planos
de poemas que me incumben,
al saber que no sucumben
los versos entre mis manos.
 
—Rubén Sada—
Los versos entre mis manos
germinan como semilla,
con la lengua de Castilla
para todos mis hermanos.
Ejercicios cotidianos
que me agilizan la mente,
sin querer ser elocuente
y sin querer presumir,
estos versos van a unir
nuestras almas en un puente.

 
—Luis Suárez—
Nuestras almas en un puente
con un verso estructurado
si Joel está ocupado
me preocupa ese presente .
Falta hará es evidente,
superaré ese desdén
y estos versos que aquí ven
improviso paso a paso
brindándole a mi parnaso
los poemas con Rubén.
 
—Rubén Sada—
Los poemas con Rubén
son reales, son auténticos,
y además son siempre idénticos
como nafta y kerosén.
Se sostiene la sartén
firmemente por el mango,
con cumbia, son o 
huapango
desde el norte del Caribe,
a un poeta que vive
en este país, del tango.


—Luis Suárez—
Para ese país, del tango
te obsequio con sentimiento
mi vallenato contento
y con mi cumbia el fandango.
También cantarte un charango
bailado en forma armoniosa
es de mi tierra famosa
música de mapalé
que también te brindaré
con una mano amistosa.

—Rubén Sada—
Si me das mano amistosa
va a mejorar mi salud,
es hermosa esa virtud
más que aquella blanca rosa...
Que Buesa cantó a la hermosa
de unos buenos decimeros,
poetas y caballeros
con una amistad cordial
que desbordan manantial
y abrazos de compañeros.


—Luis Suárez—
Y abrazos de compañeros
que se desborden en calma,
con un suspiro del alma
que embaldose los senderos.
Solo escuchando los quieros
que se expresen los hermanos
y con poemas galanos
logremos la integración
con un solo corazón
los latinoamericanos.

—Rubén Sada—
Los latinoamericanos
nos merecemos la aurora,
de poesía sanadora
compuesta entre los paisanos.
Desde el monte hasta los llanos
nos recibe y los saluda,
no queda ninguna duda
que estas métricas son bellas,
bajo el sol o las estrellas
cantamos la verdad cruda.


—Luis Suárez—
Cantamos la verdad cruda
con un solo corazón
que la musa en su impresión
entonces se queda muda.
Y sobre el parnaso suda
cada verso con su lira
siguiendo la bella gira
desde Patagonia al sur
completando un bello tour
llegando hasta la guajira.

—Rubén Sada—
Llegando hasta la guajira
con arpegios celestiales,
son coros angelicales
con un verso que delira.
El cielo los oye y mira
pues tiran versos al viento,
con escudo y armamento
y un latido que galopa,
pertenecen a la tropa
que conquista el sentimiento.


—Luis Suárez—
Que conquista el sentimiento
con su bello manantial
donde brota el decimal
curando todo lamento.
Con un verso que presiento
alojarse dentro el alma
colocándose la enjalma
sobre un lomo luchador
que emerge conquistador
meciéndose como palma.

—Rubén Sada—
Meciéndose como palma
pasa la hoja de un libro,
cada vez que pasa vibro
porque me alimenta al alma.
La espinela se me ensalma
con acordes de un laúd,
de guitarra y juventud
que en los versos, palmo a palmo,
entonando salmo a salmo
cura la mente y salud.


—Luis Suárez—
Cura la mente y salud
dándonos la libertad
que solo con la amistad
se consigue con virtud.
Y los versos en alud
nos prenden de la secuela
que nos deja como escuela
los azares del destino
quedando un solo camino:
el escribir la espinela.

—Rubén Sada—
El escribir la espinela
es gimnasia a nuestra mente,
de palabras un torrente
diluvia en una secuela.
El diccionario es escuela
y nos da capacidad
en la inicua ‘zoociedad’
donde reina la mentira,
“la medida que suspira”
tiene brillo y claridad.


—Luis Suárez—
Tiene brillo y claridad
al igual que aquella estrella
que sobre el cielo muy bella
se posa con propiedad.
Teniendo la potestad
sobre el firmamento lleno
con un contendor tan bueno
que se encuentra hoy conmigo
analícelo, mi amigo
ya llegamos al noveno.

—Rubén Sada—
Qué rápido que pasó
nuestro tiempo al lado suyo,
don Luis, para mí es orgullo
que sus décimas me dio.
¿Qué le puedo enseñar yo?
¡Si no soy tutor ni guía!
Sea de noche o de día
¡viva la literatura,
y la décima, (cultura)
siempre que haya melodía!


—Luis Suárez—
Siempre que haya alegría
y tinta sobre un papel
para seguir a Espinel
con las letras de poesía.
Teniendo la garantía
que está bien improvisada,
con esta bella tonada
que me sirve de dedique
se despide Luis Enrique
de su amigo Rubén Sada.

—Rubén Sada—
Siga disfrutando, Luis,
brisa pura sin microbios,
que pasarán los agobios
para poder ser feliz.
Si acaso por un desliz
se hicieran gotear sus soles,
prenda luz en sus faroles
y no se deje vencer,
respirará el rosicler
color de esos arreboles.


—Luis Suárez—
Quisiera mi corazón
ver viajando sobre el viento...
 
—Rubén Sada—
y que sople el sentimiento
con tibieza y emoción.


—Luis Suárez—
Siguiendo con la ilusión
que enternece mis palmares...

—Rubén Sada—
pusimos nuestros cantares
de poesía recitada...


—Luis Suárez—
Hoy versó con Rubén Sada
Luis Enrique Suárez Suárez

© 17/04/2021

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