EN LA VEREDA OPUESTA
Me encontrarás en la vereda opuesta,
no en la del miedo ni en la del tumulto,
en la del habla, no la del insulto,
la del trabajo, no la de la fiesta.
—¿Por qué? —Preguntas. ¡Te daré respuesta!
No acepto un curso que me forme inculto,
y a independiente de él me catapulto
cuando mi mente observa y lo detesta.
Andar la otra vereda no es pecado,
es pensar simplemente diferente,
transitar el valor de contra frente
es ponerle a lo injusto un buen candado
y al marginal que es delictivo y miente
lo tendrá para siempre acorralado.
© Rubén Sada. 30/05/2020.