CONVERSACIÓN EN DÉCIMAS
de Yoelvis Delgado y Rubén
Sada
—Yoelvis Delgado—
Voy a comenzar, Rubén,
con este abrazo de rimas
para ver cómo te animas
y yo me animo también.
Enséñame tú en qué Edén
vamos a sembrar las flores,
si los improvisadores
hechos para este momento
sueltan la décima al
viento
como un carretel de olores.
—Rubén Sada—
Con este abrazo de rima,
aquí te saludo, amigo,
bajo el sueño del postigo
que está sobre la tarima.
Es tu verso que me mima
con estas glosas al viento,
cargadas con sentimiento
en el estilo Espinel,
¡déjame ir a tu vergel,
Yoelvis, por un momento!
—Yoelvis Delgado—
Si llegas a mi vergel
que no halla una estancia
breve,
porque el poeta se mueve
desde la voz a la piel.
Reconozco tu nivel
y la forma de pensar,
por eso para este mar
enciendo el mejor lucero,
porque tú eres un velero
grande para navegar.
—Rubén Sada—
Siento el perfume a jazmín
del vergel del pensamiento,
y oigo el brillante
instrumento
del sinsonte en tu jardín.
Hay abejas en festín
que con tus versos de miel,
van cultivando el jagüel
de una amistad que se anida
en arterias de la vida
con el carmín de un clavel.
—Yoelvis Delgado—
Si vamos hablar de flores
busca el jardín más ameno,
que yo entro en cualquier
terreno
para tributar honores.
Dibuja tú los colores
de esta mágica doctrina,
que si el tiempo determina
un vuelo de mariposa,
para custodiar tu rosa
me convierto en una espina.
—Rubén Sada—
Si tú eres una espina
yo seré la curación,
estuve mucho en prisión
en mi país, Argentina.
Sé bien qué es estar en ruina
pero salí del abismo,
me ayudó mucho el lirismo
y quiero que vos te ayudes,
si te gusta, no lo dudes:
“Te da vida el optimismo.”
—Yoelvis Delgado—
Me da vida el optimismo
de ayudar al que improvisa,
y despertar la sonrisa
que se esconde en el abismo.
En el jardín del lirismo
tengo un poema completo,
y en el camino discreto
que me ha dado la espinela,
yo me bauticé en la escuela
de la amistad y el respeto.
—Rubén Sada—
El respeto y la amistad
son dos hermanos gemelos,
dos pájaros en los cielos
planeando con libertad.
Luego está la adversidad
que en el camino atraviesa
esta vida de sorpresa
y uno toma decisión...
¡A neurona y a pulmón
se emprende cualquier
empresa!
—Yoelvis Delgado—
Yo tuve que ir a la empresa
de las improvisaciones
a discutir con leones
los bocados de mi mesa.
Quisieron hacerme presa
en procederes ingratos,
pero estirando sensatos
conocimientos, crecí,
y después tan sólo vi
una manada de gatos.
—Rubén Sada—
La vida es un crecimiento
continuo para explorar,
si es tu huella dactilar
y tu temple de cemento.
No te vencerá algún viento
ni tormenta que horroriza,
ningún huracán que triza
hará polvos de tu roca,
la tempestad será poca:
¡tan solo una simple brisa!
—Yoelvis Delgado—
A veces junto a la brisa
suelto mi mejor paloma,
para que enseñe el idioma,
la imagen de una sonrisa.
Y si busco en la ceniza
donde se esconde el recuerdo,
sin ser náufrago me pierdo
pero no en un laberinto,
sino en el tierno recinto
que conduce al lado
izquierdo.
—Rubén Sada—
Ha sido un gusto, mi amigo,
encontrarnos este día...
—Yoelvis Delgado—
Yo también siento alegría
de haber cantado contigo.
—Rubén Sada—
Ha brotado nuestro trigo
y le pasamos la azada...
—Yoelvis Delgado—
Y ojala en otra jornada
nos volvamos a encontrar...
—Rubén Sada—
Para volver a cantar
Delgado junto con Sada.
—Yoelvis Delgado—
Este adiós será muy breve
pues mientras haya
expresión...
—Rubén Sada—
pondremos el corazón
en lo que al alma conmueve.
—Yoelvis Delgado—
La décima cumbres mueve
en toda la geografía...
—Rubén Sada—
si llena está de poesía
nos sonreirá el Hado...
—Yoelvis Delgado—
Para que llegue al sagrado
mundo de la fantasía.
© 15/05/2020 - Yoelvis
Delgado y Rubén Sada.
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