INSOMNIO AMARGO
¿Por qué será que en la noche
siento de la musa el eco?
¡De día mi verso seco
no hace gala de derroche!
Mas, si el malvado fantoche
del insomnio me visita
y se cuela en esta cita,
para escapar del letargo,
en tazas de café amargo
*le sirvo mi letra escrita.*
Por la ventana entra un gecko,
va por el techo y lo miro,
la fuerza de mi suspiro
mueve en la cortina el fleco.
Se esconde en un recoveco
de mi soledad maldita,
y mi letra manuscrita
tiembla en un verso que aplaza,
mientras al café en la taza
*le sirvo mi letra escrita.*
Pienso en su cintura esbelta
que no me deja dormir
y mi pluma de zafir
a escribirle está resuelta.
Las ideas me dan vuelta
igual que una calesita,
y el gecko ya se dormita
mientras tanto el café hiervo
y lo endulzo con un verbo:
*Le sirvo mi letra escrita.*
¡Qué suerte tiene este gecko!
Es un bicho y sin embargo
no precisa café amargo
ni va por la vida chueco.
Aunque lo envidio no peco
pues la escritura gratuita,
se descarga en esta cuita
que mi desvelo provoca
y al café, hielo en mi boca
*le sirvo mi letra escrita.*
Soñoliento, pero inmerso (1)
el insomnio dicta el tema,
y avanzo con el poema
hasta el fin del universo.
El gecko mira, ¡perverso!
Y una lechuza me grita.
La noche, eterna Afrodita
que me condena a escribir,
y al café, que es mi elixir,
*le sirvo mi letra escrita.*
Ya escribí lo que debí
toda la noche a mansalva,
pero en minutos el alba
va a traer un colibrí.
¡Ay!¡Desdichado de mí!
Ya vino una torcacita.
La cama me necesita
y el poema está inconcluso,
a mi poeta recluso
*le serví la letra escrita.*
*© Rubén Sada.* 8/06/2023.
Pie forzado v.10 pertenece a Rubén Sada.
(1)(Verso que pertenece a Lázaro Oscar Correa).
Foto superior: ARTE: Francisco Fonseca.
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