*FÉNIX*
Me levanté muchas veces
desde estar en menos diez,
atado de mano y pies
me magullaron con creces.
Fui la nuez de un cascanueces
en diez mil y una paliza,
forjado en fragua maciza
y acrisolado por fuego,
mas, de tanto incendio, luego
*resurgí de la ceniza.*
Caí al fondo del abismo
donde el látigo tirano
azota a su propio hermano
con dolor y traumatismo.
Resiliencia y optimismo
y una lírica castiza
fueron venda en la cobriza
quemadura de la llama,
y a pesar del panorama
*resurgí de la ceniza.*
Después de tres años preso
y sin luz más nueve meses,
soy delfín entre los peces
y en resistencia un obeso.
Ya se soldó cada hueso
de mi piel asustadiza,
hoy la fogata se atiza
y el verano es primavera,
ya no me quema la hoguera,
*resurgí de la ceniza.*
La fantasmal llamarada
que me tiró el fuego pícaro,
no arrojó a este Ícaro
al Sahara de la nada.
Aunque mi carne esté asada
de coágulos, rojiza
y me cremen muy deprisa,
apuntaré siempre al cielo,
pues cuando estuve en el suelo
*resurgí de la ceniza.*
Son las llamas combustible
que alimenta mi energía,
tiene mi cosmogonía
poesía inextinguible.
Soy un rapsoda sensible
con la verba escurridiza,
pero la letra sumisa
va de la A a la Zeta,
soy el Fénix, soy poeta,
*resurgí de la ceniza.*
*© Rubén Sada. 8/07/2023.*
*Para desafío de Patricia Dajruch: Ave Fénix.*
desde estar en menos diez,
atado de mano y pies
me magullaron con creces.
Fui la nuez de un cascanueces
en diez mil y una paliza,
forjado en fragua maciza
y acrisolado por fuego,
mas, de tanto incendio, luego
*resurgí de la ceniza.*
donde el látigo tirano
azota a su propio hermano
con dolor y traumatismo.
Resiliencia y optimismo
y una lírica castiza
fueron venda en la cobriza
quemadura de la llama,
y a pesar del panorama
*resurgí de la ceniza.*
y sin luz más nueve meses,
soy delfín entre los peces
y en resistencia un obeso.
Ya se soldó cada hueso
de mi piel asustadiza,
hoy la fogata se atiza
y el verano es primavera,
ya no me quema la hoguera,
*resurgí de la ceniza.*
que me tiró el fuego pícaro,
no arrojó a este Ícaro
al Sahara de la nada.
Aunque mi carne esté asada
de coágulos, rojiza
y me cremen muy deprisa,
apuntaré siempre al cielo,
pues cuando estuve en el suelo
*resurgí de la ceniza.*
que alimenta mi energía,
tiene mi cosmogonía
poesía inextinguible.
Soy un rapsoda sensible
con la verba escurridiza,
pero la letra sumisa
va de la A a la Zeta,
soy el Fénix, soy poeta,
*resurgí de la ceniza.*
*Para desafío de Patricia Dajruch: Ave Fénix.*
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