ENTREPRENEUR
¡Vivan los emprendedores!
Un ADN antiempresa
se apoderó del país,
nuestro cielo tornó en gris
su primitiva belleza.
Una demencial cabeza
que de proyectos nos priva,
es una letal ojiva
para el comercio amateur:
¡Destruir al entrepreneur
es su meta productiva!
La palabra “comerciante”
se usa a modo de insulto,
un trabajo más bien culto
fue ancestralmente, no obstante.
De las ventas soy amante
y es que meditando yo,
la venta siempre existió
desde milenios de ayer...
¡Todo lo que puedas ver,
fue alguien que lo vendió!
Pero aquí se nos castiga
demonizando al que vende,
y si socialmente asciende
muchos más impuestos liga.
Nos empuja y nos obliga
a enchastrarnos de miseria,
la socialista bacteria
nos roba el mísero cobre,
catalogando al que es pobre
como el santo en esta feria.
Miran pésimo al que emprende...
¡Dinamitan su negocio!
Mientras que el que vive de ocio
al empresariado ofende.
El que es más pobre depende
del tirano y su migaja,
que ostenta repleta caja
repartida entre el amigo
mientras tilda de enemigo
al que produce y trabaja.
Para el vago, ¡más subsidios!
Para el que produce, ¡impuestos!
Y el decreto de altos puestos
fue vaciar los presidios.
Cual ponzoñosos ofidios
nos inyectan su toxina,
la siembra que más germina
es la de las malas hierbas,
y ya no quedan reservas
en el Banco de Argentina.
La máquina productiva
tiene en la rueda mil palos
que han colocado los malos
y además le agregan IVA.
Al entrepreneur derriba
la “Ley de los opresores”,
quedan menos productores
y se agranda el desempleo,
mientras en versos voceo:
“¡Vivan los emprendedores!”
© Rubén Sada. 14/12/2021.
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