5 de diciembre de 2021

LUMINARIAS DE UN CAMINO

 

LUMINARIAS DE UN CAMINO

 

—Joel Márquez Sánchez—
Una noche decembrina
llega a mi pupila inquieta,
me motiva a ser poeta
de una rima repentina.
Un lucero me camina
con su luz extraordinaria
y de forma literaria
con su tinta luminosa
no sabe ser otra cosa
que ser una iluminaria.

 
—Rubén Sada—
Tu energía es luminaria
que alumbrando va a mi islote,
al igual que Don Quijote
la Ínsula Barataria.
Tu idoneidad literaria
tiene la capacidad,
para enfrentarse en verdad
al más veloz repentista
porque almacena tu lista
poemas de calidad.
 
—Joel Márquez Sánchez—
Yo solo quiero cantar
con mi palabra silente
al que lee atentamente
a través de celular.
La bendición de mi hogar
me motiva en alto grado
con un acervo adecuado
a ser, por medio del aire,
contemporáneo a Voltaire,
lacónico e inspirado.

 
—Rubén Sada—
¡Con razón lo de Voltaire!
¡Tienes electricidad!
¡Tu energía es la verdad
que circula por el aire!
Desde México hasta Zaire
que se escuche el cascabel
a máximo decibel
y que tu décima entones
con las mismas emociones
del legado de Espinel.
 
—Joel Márquez Sánchez—
El legado de Espinel
se va escuchar en Japón
partiendo desde el rincón
más áspero de mi piel.
Entraré por el dintel
principal que condecora
a la memoria lectora
y por ser consumidor
de su verbo de escritor
le contesto sin demora.

—Rubén Sada—
¡Sin demoras tus corrientes
son relámpagos de volt!
Disparas como una Colt
tus versos inteligentes.
Luego aplauden los presentes
y te piden ¡otra más!
Con precisión eficaz
tú descargas otra décima
como rayo en la milésima
cola de estrella fugaz.
 
—Joel Márquez Sánchez—
Como una estrella fugaz
me marcharé del planeta
sabiendo que fui poeta
de una rima contumaz.
Nunca me creí capaz
de hacer lo que hago hoy,
por eso gracias le doy
a todo aquel que convive
conmigo y que me recibe
así mismo, como soy.

 
—Rubén Sada—
Así mismo, como sos,
te pareces a Elon ‘Mus’,
porque al cielo suben sus
cohetes que van a Dios.
¿Que sos capaz? Lo sé, sos
quien la décima arremete,
resuelve en un periquete
cualquier verso o pie forzado,
tú sales muy disparado
y subes más que un cohete.
 
—Joel Márquez Sánchez—
¿Pero qué dices de mí?
Si me miras con fluidez,
la razón es simple: es
porque me parezco a ti.
Cuando yo te conocí
te confundí con Neruda,
hasta con Cervantes... Duda,
si es que así tú lo prefieres,
debes saber que tú eres
más trascendente que Buda.

 
—Rubén Sada—
Si lo decís por mi panza
tal vez me parezco a Buda,
es que la edad no me ayuda
y la plata no me alcanza.
Pero yo te sigo a ultranza,
ser tu amigo es mi alegría
sé de tu gran bonhomía,
tu amistad me hace feliz,
porque soy un aprendiz
de la vida con poesía.

—Joel Márquez Sánchez—
Cuando por la bonhomía
de mi persona se esfuma
el talento de tu pluma
me revive con poesía.
Tu literaria energía
me recarga el entusiasmo,
y se me escapa el pleonasmo
que eres escritor que escribe
a un ser que en este Caribe
improvisa hasta con quiasmo.

 
—Rubén Sada—
En la décima te plasmo
el metaplasmo del plasma,
antes que venga el fantasma
de la muerte sobre un quiasmo.
Aquí me agarra un espasmo
al emitir la espinela
que por el WhatsApp nos vuela
en completo aprendizaje,
hermanados en el viaje
que nos sirve como escuela.
 
—Joel Márquez Sánchez—
La espinela es una escuela
que encarcela: libertad
de expresión y la igualdad
de plasmar nuestra acuarela.
Mi conciencia se desvela
por tu espinela de lujo
y así mi memoria estrujo
para que tu inspiración
con signos de admiración
luzca tremendo dibujo.

 
—Rubén Sada—
Una ayuda angelical
pues se me está hundiendo el bote,
no encuentro ni un polipote
y me hundo en el fangal.
Pero sigo en el ritual
aunque ambos estemos lejos,
nuestros poemas reflejos
son de una alta energía,
¡Qué paradoja! Ironía,
vos y yo somos espejos.
 
© Rubén Sada y Joel Márquez Sánchez.
Diálogo improvisado en décima espinela, hecho por WhatsApp el día 5/12/2021.
 
 

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