AIRES DE DESOLACIÓN

 

Está siendo devastada
con horrible adversidad,
cada calle en mi ciudad
y ya queda poco y nada.
Una mafia organizada
votada en una elección,
hoy destruye a mi nación
con su arma: la mentira
y en mi barrio se respira
aire de desolación.
 
En las zonas de negocio
hoy hay mil persianas bajas,
sus marquesinas son lajas
de graffitis, mugre y ocio.
La penumbra es sacerdocio
para el transa y el fumón,
la ley protege al ladrón
y el honesto está encerrado,
respirando de prestado
aires de desolación.
 
Hay un espanto que ladra
a la gente en su cerviz,
y un pueblo que no es feliz
y se nota en cada cuadra.
El aislamiento taladra
sin porqués al corazón,
ataca fiero al pulmón,
lo destruye y desfibrila,
y un colmillo que destila
aires de desolación.

Antaño un polo fabril
generaba mucho empleo,
hoy solo abunda el choreo
y la violencia del vil.
En tanto desde su atril
pagado en televisión,
da su mensaje el hampón
prometiendo falsedades,
y se respira en el Hades
aires de desolación.
 
El desierto es espectral
y un alarido a espantajo
deja a todos sin trabajo
y con miedo fantasmal.
Van quebrando al capital
que fuga en la sinrazón
al brazo de la ilusión,
y a la matriz que produce,
mientras la tarde trasluce
aires de desolación.
 
Rifaron nuestro futuro
y el del aún no nacido,
y al joven que está aturdido
lo sumergen en lo oscuro.
Con narcótico cianuro
le causan un apagón,
y ya exhausto, sin visión
solo piensa en escapar,
pues traga su paladar
aires de desolación.
 
© Rubén Sada. 21/08/2021.