TEMPESTAD
De joven escribí un pliego,
la tempestad fue un capítulo,
pero abandoné su título
al ir madurando luego.
Libre, mis alas despliego
y hoy doy una vuelta de hoja
salió el sol, ya no hay congoja
pues conocí a mi mujer,
y ya no vivo el ayer,
“es lluvia que no me moja”.
Esa lluvia que cayó
frondosa, sin dar a basto,
hizo crecer tierno pasto
y a cinco flores regó.
Así la hierba creció
y el verde copó mi hoja,
hizo brotar la flor roja
del fuego de la verdad,
hoy la ardiente tempestad
“es lluvia que no me moja”.
© Rubén Sada. 25/01/2019
*** Foto superior ©Google Maps: Lugar donde se hallaba la Compañía de Comunicaciones 9, en Comodoro Rivadavia, Chubut, en cuyo calabozo fui detenido y torturado durante un año (1979). Hoy es un campo desolado.