PASEANDO SOLO EN EL DELTA
Es otoño, pero el día destila la primavera
recordando a la musa que se fue de mi planeta.
Está ideal compartir momentos bellos, vivencias,
disfrutar el viaje al sol es magnífica experiencia.
Entonces decido hacer un paseo por el Delta
desenchufarme los números y poder escribir letras.
Y es mi gran inspiración este paisaje de vuelta,
y mientras voy disfrutando me inspiro en este poema.
Los sauces lloran a orillas, a ambos costados del río,
como lloro yo este día en que extraño a mi amorío.
La corriente que me impulsa en una cruel dirección,
mi insociable corazón, adonde va ya no pulsa.
El sol resplandece y hace brillo en el cauce del agua
haciendo honor a su nombre: el gran “Río de la Plata.”
Las olas mecen de un lado a otro lado esta barca
y una emoción maravillosa me invade el alma, me atrapa.
¡Qué hermoso es el recorrido! Puedo la vida disfrutar,
y de este paisaje magnífico desde aquí, del catamarán.
Gente amable me saluda desde otro barco al pasar
pues estas islas conforman un pequeño mundo de paz.
Admirar esto tan bello me hace expresar gratitud...
¡esto sí que es buena vida, natural en plenitud!...
Disfruté un bello día de esplendor y juventud,
Hoy lo tuve casi todo... sólo me faltaste tú.
© Rubén Sada. 25-03-2007.