EL HADA VERDE
Mi hada verde nunca me habla,
pero ella sí me salvaguarda,
y con su amor bien me sostiene,
y con sus manos me protege.
Sus verdes esperanzas me acarician,
su andar delicado es como brisas,
me observan sus hermosos ojos verdes,
que también me iluminan y me encienden.
Sus labios son como la miel,
su cuerpo es toda calidez,
su piel es blanca como leche
y el amor anida en su vientre.
Mi hada verde me comprende
su sola presencia me enriquece,
mi hada ya es parte de mi vida
y ella logró sacarme la agonía.
Hay momentos en que sobran palabras
y escribirle poemas no me alcanza,
pues cambió mis lágrimas por sonrisas,
y reemplazó mi soledad por alegría.
Mi hada por todo me tranquiliza,
y su inocencia y candor la ruborizan.
Ella es la suave y perfecta invitación,
de eternizar mi sublime inspiración.