4 de marzo de 2007

HASTA QUE LAS VELAS NO ARDAN


velas_ardiendo


HASTA QUE LAS VELAS NO ARDAN...


Hoy quiero invitarte a mi noche
hoy quiero atraerte a mi almohada
y viviremos juntos el derroche
hasta que las velas no ardan...

Cuanto he soñado este momento
anhelando sobre mí tu mirada,
y ahora el placer volverá inmenso
hasta que las velas no ardan...

Nuestro único testigo es el techo
que reposa sobre nuestra cama,
y nuestro amor quedará satisfecho
hasta que las velas no ardan...

Qué increíble detener el tiempo
y la noche que no se va, y tarda...
haciendo el amor sin remordimientos
hasta que las velas no ardan...

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Copyright 
Rubén Sada 2006-2013
©Todos los derechos reservados

Escrito el 25-02-2007

MI QUERIDO AMOR

pareja, poema_de_amor


MI QUERIDO AMOR


Cuando el canto de un ave no se escuche,
cuando el fondo de la mar no se inunde,
cuando el Sol no se anime a salir
ni la Luna la noche a combatir,
sólo así amor callaré lo que siento por ti.

Mi querido amor, te extrañaré,
como al último día del año,
o como al último día del mes,
que se va, pero viene después,
así también yo regresaré.

Mi querido amor, te recordaré,
como que fuiste la única que tuve,
pues entre vientos y lluvias anduve
siempre sólo a ti buscándote
cual zángano que a la reina sube.

Mi querido amor, oye bien lo que te digo:
¡Que vos siempre estarás conmigo!
Como la hoja que del tallo no se separa,
como la leona que a su cría ampara
y protege del más cruento castigo.

Y vos siempre estarás en mi memoria
en mi vida, en mis sueños, en mi historia.
¡Cuánto te amo, a pesar de mi dolor!
¡Cuánto te amo, con cuánto calor!
¡Cuánto te amo, mi querido amor!...
 




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© 
Rubén Sada 5/09/1981.
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TUS VOLCANES

volcanes



TUS VOLCANES


En la isla de tu cuerpo, sitio paradisíaco
emergen dos volcanes cual buen afrodisíaco,
dos volcanes hermosos de corte seductor
que causan un intenso terremoto en mi interior.

El calor aumenta, porque aumenta el fuego
a medida que acaricio suavemente tus pechos,
y tanto amor causará tremenda eclosión
y derretirá la piedra que hay en tu corazón.

Y ¿qué es lava, sino piedra derretida por el fuego?
el intenso fuego de nuestra ardiente pasión,
que producirá a tus volcanes una gran erupción,
y brotará mucha lava como una inundación.

Volcanes atractivos, me atraen como imanes.
Deseo conquistarlos, poseeré tus volcanes.
Y descenderé cuesta abajo por sendas laderas,
hasta sumergirme en el mar hondo de tus caderas.

Hasta la cima de ellos ascenderé bien alto,
y tú también subirás, tomada de mi mano.
Llegaremos al cielo adonde nadie ha llegado,
terminaremos juntos, unidos y abrazados.



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©Ruben Sada - 18-12-2006
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POESÍA PREMIADA EN EL RINCÓN DEL POETA

3 de marzo de 2007

¡SOY RICO! ¡SOY RICO!

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¡SOY RICO! ¡SOY RICO!


¡Soy rico! Aunque no lo creas ¡Soy rico! 

Porque tengo el privilegio de estar vivo, 
porque te tengo siempre al lado mío, 
me hiciste padre de cinco hermosos hijos, 
y cada día el sol me ilumina con su brillo. 

Aún siendo pobre, me siento como un rico:

Mansión no tengo, tampoco un castillo, 
y para viajar me muevo en colectivo, 
no tengo buena ropa, ni siquiera anillos, 
mas sé que Dios también viste a los lirios. 

Y así conozco el privilegio de ser rico:

Hablo el riquísimo idioma castellano
con el cual puedo expresarte que te amo. 
Y es mi alma un volcán de sentimientos
y en nuestro idioma te expreso lo que siento.

Sigo también por las noches, siendo rico,

cuando con pasión tu cuerpo acaricio, 
y estar contigo se ha convertido en vicio. 
Rico pues mis labios rozas con tu piel 
con fogosos besos más dulces que la miel. 

Y sé que tengo la sapiencia de los ricos:

Porque los años me dieron la riqueza 
del tesón, de habilidad, y de experiencia, 
y es mi cerebro, un semillero de ideas, 
y es la fe mi inquebrantable creencia. 

Soy rico, aunque no me creas que sea rico. 

Soy feliz con el vivir sencillo,
y no tendré demasiado, pero existo. 
Y sé que no tengo todo lo que quiero 
pero sí quiero lo poco que tengo. 

Y mientras tanto que este poema escribo, 

apoya su mano en mi hombro un amigo. 
No me importa el dinero en el bolsillo, 
pues para ser feliz, no es lo que necesito.
Por esto puedo gritar que: ¡Soy rico!

© Rubén Sada 2007-2017. (15-01-2007)


Glosario: *Colectivo=Autobús en Argentina, o transporte público.



1 de marzo de 2007

POEMA AL HOMBRE DE CAMPO

AL HOMBRE DE CAMPO



Hombre de campo que habitas
en la tierra y la cultivas
y recoges el noble fruto
de tierra virgen y suelo bruto.

Campesino, tú que cosechas
canciones tristes y endechas,
y esperas alegre y con fe
que la tierra producto dé.

Ejerce paciencia labrador,
pues no es vana tu ardua labor,
solo hay que saber esperar,
y mientras mantener y cuidar.

Remueve la tierra y planta
sembrando lo que más te encanta;
quita los yuyos y riega
que llegará el tiempo de la siega.

Que los cielos lluevan para ti
y te bendiga Dios y te haga feliz,
sabiendo que esta alegría
es el fruto de lo que sembraste un día.

Hombre de campo, tú que miras
al sol con el rostro bronceado,
tu frente suda y transpiras
por tan duro haber trabajado.

Tus manos se han encallecido,
tus pies se han enrojecido,
trabajaste duro y tendido,
con lluvia o sol, calor o frío.

Aunque te sientas solo y herido
nunca, nunca te des por vencido,
multiplicarás tu fuerza productiva
y derrotarás hasta a la sequía.

Y luego de una gran jornada
de muchas horas trabajadas
descansarás, tú y tu familia
tranquilos, durante la vigilia.

No te desvíes campesino,
continúa por tu duro camino,
pon mucho empeño y experiencia,
trabajando con sabia conciencia.

Sé que sos un pequeño puntito
dentro de este universo infinito,
pero sigue esta vida alegre y sana,
sigue sembrando, segarás mañana.


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© Rubén Sada. Año 1979
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Escrito adentro de un calabozo por Rubén Sada de Argentina el 04-10-1979 en la Compañía de Comunicaciones 9, de Comodoro Rivadavia Chubut, donde fui detenido e incomunicado bajo el régimen militar, por negarme a empuñar las armas. Este poema fue publicado en la página 98 de un libro escolar de 5º grado básico de Chile.











ACÁ, ALLÁ O EN CUALQUIER SITIO



ACÁ, ALLÁ O EN CUALQUIER SITIO


Amor mío, necesito estar contigo
y que me hables al oído,
hasta quedarme dormido
acá, allá o en cualquier sitio.

Me gustó lo que me has dicho,
pues si estás segura yo estoy tranquilo
y es lo que te hizo sentir cerca mío,
acá, allá o en cualquier sitio.

Que querés vivir conmigo
entre esos verdes árboles tupidos,
o junto a esos majestuosos pinos,
donde no haya abrojos ni espinos,

Que querés que formemos el nido.
confortable, plácido y tibio,
sosegado lugar donde no hace frío.
acá, allá o en cualquier sitio.

Amor mío, necesito llenar este vacío,
recibir bondad y dar cariño,
necesito amarte y ser querido,
acá, allá o en cualquier sitio.

Ven conmigo, caminemos por el río,
bebiendo su producto cristalino,
y de cara al sol, al cielo clarito,
caminemos abrazados muy juntitos.

Cuando tus ojos me reflejan su brillo,
se hacen transparentes como el vidrio,
y son sabrosos cual dulce de membrillo
tus labios que se posan en los míos.

Así, a medida que llega el alivio,
quisiera que este día fuese todo el siglo,
y por nuestro bienestar oro y medito,
y pienso que tú deseas lo mismo...
...acá, allá o en cualquier sitio.


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©Rubén Sada 22 de agosto de 1981.
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25 de febrero de 2007

TODO Y NADA


poema rubén sada


TODO Y NADA





¿Quién maneja la balanza
la que pesa todo y nada?
Nada de lo que hoy tengo
y todo lo que hoy me falta
la cruel e injusta balanza
de lo que nunca me alcanza.


¿Quien valoriza el precio

de lo que cuesta todo y nada?
De lo que hoy nada vale,
del lastre que me acompaña,
¡Qué costoso y alto el precio
de esta mochila muy cara!


¿Quién medirá la medida

de lo que mide todo y nada?
Cuan gigantesca mi vida,
cuán efímera mi alma,
cuando la llama se apaga
y esta vida se me pasa.


¿Quién cruzará la barrera

que divide todo y nada?
Muy corta es ya la distancia
que me queda al infinito,
el presente está maldito,
y la vida es una farsa.


Con un nudo en la garganta

y con la cabeza cansada,
con este ruego irritado
que me congela el alma,
indago “¿Quién me dará todo
sin a cambio pedirme nada?”


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© Rubén Sada - 24-02-2007
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Poema premiado en EL RINCÓN DEL POETA (MÉXICO)


¿DE QUÉ ESTÁN HECHOS LOS SUEÑOS?


"Estamos hechos de la misma materia que los sueños.
Nuestro pequeño mundo está rodeado de sueños"
William Shakespeare




¿DE QUÉ ESTÁN HECHOS LOS SUEÑOS?



¿De qué están hechos los sueños?
¿De qué están hechos?
¿De una gota del rocío
que se seca con el viento?
¿De una lágrima en tu rostro
que se escurre con tu pelo?
¿Por qué duraron tan poco,
se fugaron como un preso?
¿De qué están hechos los sueños?
Dímelo, que es un misterio.

¿De qué están hechos los sueños?
¿Del humo de un cigarrillo
que dura un breve momento?
¿De las nubes con formitas
que evapora el sol en el cielo?
¿Del arco iris glorioso
cuando acaba el aguacero?
Tú, ¿conoces el secreto?
Son como el castillo de naipes
que derrumbó un movimiento.

¿De qué están hechos los sueños?
¿De una estrella fugaz
que se disuelve en el cielo?
¿De una pluma de ave
tan liviana como el viento?
¿O de un globo de gas helio
que se le escapa a un pequeño?
¿Porqué no serán eternos?
Que alguien responda por qué
son tan fugaces mis sueños.

¿De qué están hechos los sueños?
¿De un fosforito pequeño
que se consume en el fuego?
¿O de las hojas de otoño
que no llegan al invierno?
¿Acaso mis sueños fueron
espejismo en el desierto?
¿De qué materia están hechos?
Pues necesito saberlo,
dímelo amor, te lo ruego.

¿De qué están hechos los sueños?
¿De qué están hechos?
¿Será de frágiles pétalos
de la flor de pensamiento,
que se deshoja al compás
de un “te quiero”-“no te quiero”?
Ayer yo tenía un sueño,
¿Por qué hoy ya no lo tengo?
¡Alguien respóndame ya!
Yo necesito saberlo.

© Rubén Sada. 19-01-2007



Poema perteneciente a mi primer libro de poesías impreso: INCREÍBLEMENTE BELLA. 


LA LUCHA INTERIOR

lucha interior


LA LUCHA INTERIOR


"Mientras el corazón y la cabeza 
batallando prosigan, [...] ¡habrá poesía! 

(Gustavo Adolfo Bécquer - Rima IV)

Dos seres viven en mí 
dos seres muy contrapuestos, 
los dos luchan entre sí 
por lo que creen correcto. 

Uno hace lo que deseo, 
el otro se abstiene de hacerlo, 
los dos luchan entre ellos 
por quedarse con mi alma y cuerpo. 

A uno lo manda mi mente 
y hace lo que le ordeno, 
el otro rige a mi corazón 
y reprime lo que siento. 

Uno es hipócrita y falso, 
el otro es veraz, sincero, 
uno es agresivo y malo 
el otro es pacífico y bueno. 

Uno anda libremente 
el otro es preso del miedo, 
uno es blando como el pan 
el otro tiene alma de acero. 

Uno sabe adónde voy 
el otro camina incierto, 
el primero te habla de amor 
el otro quiere tu cuerpo. 

Uno llora en tu regazo,
el otro te escribe versos, 
uno siempre te lastima, 
el otro será tu remedio. 

Uno es amigo del mal, 
el otro es buen consejero. 
Dime a cuál de ellos quieres 
porque ni yo lo entiendo. 

Es una lucha interior 
por hacer lo que es correcto, 
los dos luchan entre ellos 
por quedarse con mi alma y cuerpo. 

A ninguno puedo echar, 
los dos viven en mi adentro. 
Los dos luchan entre ellos. 
Los dos luchan, y yo, en el medio.

© Rubén Sada. 27-12-2006.

POESÍA PREMIADA:
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21 de febrero de 2007

EL CALABOZO


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EL CALABOZO


Calabozo, calabozo,
experiencia inolvidable,
por algo te llaman "El Pozo"
y me impides que yo hable.
Y yo allí dentro y solo
sigo cantando y cantando
para no volverme loco.
El tiempo sigo esperando
que pase pronto y en tanto
para ir al baño pido permiso
y me dan de comer sopa y guiso.

Calabozo, calabozo,
no sos un lugar hermoso
en tus cuatro paredes habito,
lloro, río, callo y grito.
Meditando, meditando,
preguntándome ¿hasta cuándo?
Escribo poesías, mientras tanto
el clima me sigue helando,
esperando y esperando,
que el tiempo pase, volando,
aguardando un largo año.

Calabozo, calabozo,
fuente de tristeza y gozo
brote de alegrías y penas
mientras espero venga mi condena.
Recuerdos que llegan a mi mente,
del pasado, que ya no vuelve,
mientras de sobrevivir trato
debiendo aguantar el maltrato,
afrontando cualquier daño.
Por eso calabozo, te quiero preguntar:
¿Hasta cuándo seguirás siendo “mi lugar”?

© Rubén B. Sada. (01/08/1979)
Escrito el 01-08-1979 desde dentro del calabozo, con letras de 1 mm de altura, y sacado de allí clandestinamente, ya que los militares me tenían incomunicado.El original se halla en mi poder.

Algunos detalles de mi historia en prisión:

A los 18 años de edad fui detenido durante 3 años y cuatro meses por negarme a rendir el servicio militar obligatorio, (argumentando la objeción de conciencia) en medio de los preparativos para lo que sería la guerra contra Chile por las 3 islas del Canal de Beagle, y como consecuencia de la incorporación al Servicio Militar. Corría el año 1979. El 30 de mayo fui trasladado a Comodoro Rivadavia, Chubut, donde me encerraron en un calabozo de 1mt x 2 mts, con el objetivo de doblegar mi voluntad y violentar mi conciencia. Pasé el término de 1 año completo encerrado en dicho calabozo, en la “Compañía de Comunicaciones 9” situada en Ruta 3 Km 3 de Comodoro Rivadavia, prov. de Chubut, al cual le escribí esta poesía a mediados de 1979.

El pequeño ventiluz de mi calabozo puede verse como un rectángulo chiquito
en el borde extremo derecho de esta fotografía, tomada en 1980 in situ. Fue la única
comunicación que tuve con el exterior durante un corto tiempo, hasta que
luego me la taparon con un chapón para impedir la entrada de luz natural durante 9 meses más.
El motivo: Me negué a concurrir a la guerra contra el país de Chile por el conflicto del Canal de Beagle, que se estaba gestando y todavía se hallaba vigente en ese momento, rehusándome a rendir servicio militar obligatorio, como objetante de conciencia, además negándome a vestir el uniforme de soldado, a empuñar las armas militares, y a recibir entrenamiento para matar a otro ser humano, por considerar la guerra injusta, y además creer en Dios, en la paz del mundo, y en la santidad de la vida humana. Entre los métodos de violencia y lavado de cerebro empleados por los oficiales y suboficiales militares de la Compañía de Comunicaciones 9 contra mí, para forzarme a deponer mi actitud, y obligarme a empuñar las armas de guerra, y vestir el uniforme militar para identificarme como un soldado, estuvieron éstos:
  • – Encerrarme en un calabozo de 1 metro por 2 metros, sin ninguna conexión al exterior.
  • – Pasé 35 noches (del año completo en que estuve en el calabozo) durmiendo en el piso, sin colchón ni frazada en pleno invierno de 1979, pues según los militares, las frazadas eran solo para los que ofrendarían sus vidas “por la patria”. (La temperatura en Comodoro Rivadavia, Chubut, era en promedio de 1 a 10 grados centígrados bajo cero de sensación térmica, en junio hasta septiembre de 1979, con ráfagas de viento promedios de hasta 200 km/h en la intemperie.) VER HISTÓRICO DE TEMPERATURAS EN COMODORO RIVADAVIA 1979.
  • – Se me negó en forma sistemática la comida, es decir, me colocaban aditivos como pimienta o sal gruesa en cantidad, para que no se pudiera comer. Casi siempre me servían los alimentos en el piso, luego de cuatro o cinco horas de despachar el rancho, negándome el derecho a un plato, y con el argumento de que “el plato es para los soldados” por tener abajo el sello del Ejército Argentino.
  • – Se me negaba la salida al baño por días enteros, y yo debía hacer mis necesidades fisiológicas en el mismo piso del calabozo, donde vivía, convirtiendo al lugar en un sitio antihigiénico, con el argumento de que “el baño es solo para soldados”. Luego, no podía ni sentarme en el piso hasta que “se escurra”. Allí mismo en dicho piso me servían la comida.
  • – Se me quitaron las cartas de mis seres queridos y no se me permitía escribir ninguna carta a mis familiares, que estaban en Buenos Aires, a 2000 Km de distancia, la incomunicación con el exterior debía ser total, prueba esta de los métodos de tortura de los que fui víctima, durante mi estadía en EL CALABOZO.
  Otros de los varios métodos de lavado de cerebro a los que fui sometido, era prohibirme la comunicación o habla con cualquier persona, pues me acusaban de querer convertir a otros a mis ideas, por lo que fui aislado completamente en el calabozo. Se me tapó la única ventana chiquita que daba al exterior con un chapón, para que no entre la luz del sol ni se pudieran ver, por ejemplo, los árboles frente a la ruta. Luego de transcurrido un año, recién el día que salí del calabozo, pude ver dichos paisajes naturales. Fui como un ciego que recuperó su visión. En el término de un año casi no tuve comunicación con otra persona, salvo los pocos momentos en que me dejaban ir al baño a bañarme (era aproximadamente una vez al mes).
  En el año que pasé en Comodoro Rivadavia la supervivencia fue difícil. Dependió casi de mi fe inquebrantable a Dios. Los cabos de guardia a los que daban la responsabilidad de cuidar “al preso” como me conocían, eran torturadores, a excepción de unos pocos, como el Sargento Primero Rubén Almada o el Principal Alejandro Pensino, que se compadecían de mí. El 2º jefe de la unidad militar mencionada se llamaba GABRIEL EDUARDO GONZALEZ SASS y era un militar muy conocido en la zona por su dureza y rigor. Y daba las órdenes de cómo se debía tratar “al preso”. Un sargento ayudante de apellido Schonfield, en una noche de borrachera, me partió una muela de un puñetazo. La orden que tenían era “persuadirme” a vestir el uniforme de soldado y empuñar las armas en la instrucción militar.
 En una de las primeras ocasiones en que me dio ganas de ir al baño a orinar, estaba el CABO MEDINA como jefe interino de la Guardia del Día, y llamé para ir al baño. Con el argumento de que “el baño es para los soldados” no me permitieron ir al mismo. Como hacía mucho frío tuve que orinar allí en el piso del calabozo. Cuando el olor llegó a la oficina del mencionado Jefe de guardia, éste se enfureció, vino acompañado de un soldado de guardia, y apuntándome con un Fusil FAL en la cabeza, me obligó a beberme el orín del piso, y tuve que hacerlo por temor a que se enfureciera más y tomara represalias aún peores. En otras ocasiones los jefes de guardia interinos se emborrachaban con whisky para soportar los rigores del frío y pasar sus duras noches en la guardia, y venían a presionarme casi todas las noches con amenazas de muerte por la espalda, en estado de ebriedad o altamente alcoholizados, por lo que yo debía permanecer callado y tranquilo para no alterar más sus nervios. Otras ocasiones fui sacado a la intemperie a las 2 o 3 de la mañana, y en la fría y ventosa noche chubutense y con dos soldados apuntándome con su FAL, fui obligado a picar con un pico un sector de tierra árida en el que (según me comentaron luego) plantarían césped. Difícilmente crecería allí en esa tierra arcillosa (casi piedra) el césped. Lo hacían para castigarme y pasar parte de las madrugadas a la intemperie y en medio de la absoluta oscuridad nocturna y aguantando el furioso viento helado patagónico. Solo pude ver las estrellas, que eran mi único entretenimiento. Debía seguir picando. Mis manos pronto se plagaron de llagas hasta el punto de sangrar, debido a los rigores del frío y sequedad en la piel.
Finalmente, en Junio de 1980, fui trasladado esposado hasta la Prisión Militar de Encausados de Campo de Mayo, para cumplir parte de la condena. Allí me crucé con otros convictos que tenían la misma fe que yo. En la Prisión de Campo de Mayo, trabajé los primeros cuatro meses en el Horno de Ladrillos del Mayor PEREZ, preparando la mezcla para moldear ladrillos que consistía en tierra y agua, y pedacitos de cuero que traían de las curtiembres, denominados “guano” con el que llenaba un pisadero en el que esta preparación se mezclaba. Luego esta preparación se vertía en moldes con la forma de ladrillos, que se dejaban secar un día en el sol. Cuando el bloque estaba duro, lo apilábamos y formábamos una pila, a veces denominada “horno” que poseía en la parte inferior unos túneles denominados “hornallas” en los que se agregaba leña, y luego este “horno” se quemaba, por completo durante mas de 1 día, hasta que se enfriaba, produciendo así la cocción de los ladrillos, que eran vendidos fuera del circuito militar, por el mayor PEREZ, para recaudar fondos. Luego de los cuatro meses mencionados, y como consecuencia de respirar demasiado humo y hollín de los citados hornos de ladrillos, sufrí varios ataques de asma bronquial alérgica, debiendo ser internado en la enfermería de la Prisión. Allí pasé una semana casi de terror, conviviendo con toda clase de insectos y cucarachas que pululaban en mi cabeza en las noches. Recuerdo que en esa semana internado, una vez fui a orinar en el inodoro de la enfermería, cuando una rata se subió a mi pierna mientras yo orinaba, y trepó hasta meterse por el agujero del inodoro, desapareciendo sin rumbo por el caño del mismo.
  • En junio de 1981, me trasladaron nuevamente, a la PRISIÓN MILITAR DE MAGDALENA, Provincia de Buenos Aires, para cumplir el final de la condena de tres años y un mes de prisión mayor, caratulada: “Sada, Rubén  Benjamín, por Insubordinación a las Fuerzas Armadas”.
 Allí en la prisión de Magdalena, cuando entré, fui destinado a tareas de mantenimiento del jardín, cortado del césped, punteado de tierra para abonarla, cuidado de plantas, cortado de árboles, etc, pero mi condición de salud empeoraba a causa del asma bronquial que sufría, debiendo internarme nuevamente en la enfermería, y ser inyectado frecuentemente con corticoides del tipo “Dúo Decadrón” para calmar mis crisis asmáticas que venían en forma frecuente, debido al esfuerzo físico producido por las tareas de mantenimiento del jardín. Era pleno invierno de 1981. Por eso, desde allí, hablé por teléfono con mi “ex-jefe” de Finanzas el ascendido a Capitán ALVAREZ NAVERÁN de Campo de Mayo, pidiéndole que me recomendara para trabajar en el departamento de finanzas de la Prisión de Magdalena. El Capitán tenía un buen recuerdo mío. Le pedí que intercediera ante el jefe de Finanzas de la Prisión de Magdalena, el Capitán CLARENS, a lo que para sorpresa mía, accedió, enviando una carta de recomendación con mi nombre, al Capitán CLARENS, y al Jefe de la Unidad de Magdalena, el entonces Teniente Coronel EDUARDO HORACIO CASAÑAS ( LE: 5.804.671 ). Ambos me entrevistaron y me citaron a trabajar en el departamento de Finanzas de Magdalena. Así pude terminar de cumplir mi condena sin demasiados problemas de salud, trabajando en un sitio cubierto y sin demasiado esfuerzo físico.



 Salí en libertad el 22/09/1982.
 – RUBÉN BENJAMÍN SADA. –
 
Rubén B. Sada entre compañeros de prisión en el Instituto Penal de las Fuerzas Armadas, Magdalena, en 1982. (fila del medio, a la derecha, detrás de Héctor Ramón Lescano).





 Cita Textual de JORGE LUIS BORGES:
 “En tiempos de guerra la gente se vuelve loca… Los gobiernos alientan la locura. Si uno no está loco, puede ser considerado traidor.”
Palabras pronunciadas por el poeta JORGE LUIS BORGES el 11 de Junio de 1982

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