UN REVOLTIJO DE IDEAS

 

En la espinela sartén
mezclé palabras con verbos,
puse dulces con acerbos
y salpimenté muy bien.
Les agregué un almacén
de jazmines y azaleas,
de lunas con sus mareas
y de mejillas con sal,
y resultó el decimal
*un revoltijo de ideas.*

 

En un tubo de cristal
como el que usan los científicos,
puse versos específicos
de octosílabo verbal.
Añadí un poco de cal
que blanqueó mis azoteas,
resultaron panaceas
y el ánimo me curó,
y la décima pintó
*un revoltijo de ideas.*
 
Estudiando para barman
armé un cóctel de verbales
componentes decimales
que agitándose se arman.
Unos alertan y alarman
ovacionando a plateas,
otros son palabras reas
que alborotan el sentido,
y otros son, sin mucho ruido
*un revoltijo de ideas.*
 
Heredé mil y un mandatos
implantados en mi infancia,
ahorrados con ganancia
entre mis ejemplos gratos.
Pero el tiempo me dio datos
y emprendí nuevas tareas,
y cuando tú me pateas
con verdad la estantería,
queda solo en mi alcancía
*un revoltijo de ideas.*
 
Unos por su ideología
defienden lo indefendible,
su fanatismo insensible
les dio equivocada guía.
Su insuficiente armonía
(propio de las dos Coreas),
siempre invita a las peleas
por argumentos triviales
y son sus luchas banales
*un revoltijo de ideas.*
 
En las noches, entre el sueño,
buscando cualquier excusa,
me excita a diario la musa
con su pensamiento dueño.
Se empecina y pone empeño
en encenderme sus teas,
me hace beber sus grageas
y en mí siembra su semilla,
y al alba brota en mi silla
*un revoltijo de ideas.*
 
*© Rubén Sada. 10/02/2022*
Pie forzado: *un revoltijo de ideas.*