PAISAJE URBANO
[1]
Deambulo por la ciudad, mezcla de bosta y gas-oil,
mezcla de smog y cartón, letanía y soledad.
Vago errante en la metrópoli, cóctel de humo y alcohol,
coplas de triste pasión, de desprecio y desamor.
Miro a la gente pasar sin que esto me perturbe,
veo agitada a la urbe y hay latido en el lugar.
Placebos marca Qatar adormecen a la masa,
mientras al país arrasa un saqueo a corto plazo,
hoy no gané ni un abrazo y la gente pasa, pasa.
[2]
Gigantescos ataúdes, mil colosos de cemento
que se yerguen muy conspicuos penetrando el negro cielo,
con señores que están vivos y esclavos que viven muertos,
fabricando para otros más toxinas, más venenos.
Un jazmín se quiere abrir para enmascarar el tufo,
pero aparece un tartufo y le aplasta el porvenir.
Tan solo pide existir en el centro de la plaza,
mas, la abulia lo atenaza y marchita su influencia,
le han abortado su esencia y la gente pasa, pasa.
[3]
Ordenadas se nos muestran disciplinadas colmenas,
conteniendo vida y muerte, festejando triunfo y pena,
esfumando la esperanza del que espera, del que sueña,
para poder perpetuar lo frágil de este sistema.
Degradación y miseria conviven en la ciudad,
de cartón la realidad y otros hambre y periferia.
Cuando rige una bacteria con materia gris de grasa,
la verdad es perla escasa y el futuro un negro ocaso,
uno administra el fracaso y la gente pasa, pasa.
[4]
Momentos fugaces sacan, que irán al fondo de la cloaca,
y la muerte como trampa, ríe, acecha, me amenaza,
llevándoles sucias aguas al fondo de la garganta,
tapando de humo el pulmón, mientras un bosque se tala.
Luego un pájaro cantor con su guitarra a la gorra,
en una latita ahorra los útiles de un doctor.
Bronceado está, del calor y la esquina que lo asa
ríe su burla payasa pero él, con melodía
quiere triunfar algún día y la gente pasa, pasa.
[5]
Calles llenas de basura son el paisaje de hoy.
Unos tiran, otros juntan para así sobrevivir.
Los indigentes se matan por un poco de cartón,
y los pudientes cometen toda clase de exacción.
¿Qué contaré del heraldo con una caja en el torso?
El tiempo le muestra el dorso sin propinas ni aguinaldo.
En su espalda corre un caldo que al sacrificio se abraza,
mientras sueña con la hogaza de la pedaleada digna,
cumple bien con su consigna y la gente pasa, pasa.
[6]
Conviven en la ciudad el retraso y el progreso,
y los pobres a caballo, de la basura hacen guiso,
y convierten en occisos a envejecidos débiles,
y nadie es casto ni célibe y de la ley: caso omiso.
De repente una estampida que hace a mil perros ladrar,
tiñe de rojo el lagar y de sal a una partida.
La luna asoma vestida con su mortaja de gasa,
y el silencio reemplaza al ruido de la conciencia,
en la calle indiferencia, la vida se pasa, pasa...
© Rubén Sada. 5/12/2022.
Fusionado con el poema "Bosta y gasoil" escrito el 2/5/2012 y transformado en canción.