LA UNIVERSIDAD DE LA YECA
Tengo muy buena actitud
para ser autodidacta,
y siempre mi mente pacta
con el "saber", ¡qué virtud!
Hay que tener aptitud
y darle buena acogida,
sabiduría extendida
viene del saber vivir,
será bueno discernir
¡qué gran escuela es la vida!
para ser autodidacta,
y siempre mi mente pacta
con el "saber", ¡qué virtud!
Hay que tener aptitud
y darle buena acogida,
sabiduría extendida
viene del saber vivir,
será bueno discernir
¡qué gran escuela es la vida!
en una ciudad que es gris,
quiero ver gente feliz
en calles de poesía.
La estrofa en décima es guía
y me pongo a practicar,
su enunciado ha de alumbrar
entre tantos varios vicios:
¿Cuáles son los beneficios
y el gran valor de estudiar?
¿Por qué mejora el estudio?
¿Un buen alumno es maestro?
Estudiar es algo diestro,
y esto yo no lo repudio.
En el lluvioso interludio
de esta cálida estación,
mi duda se hace canción
y reitero en preguntar:
¿Por qué tengo que estudiar?
¿Qué cosa es la vocación?
Leer mucho es beneficio,
mejor media hora a diario,
estudiar el diccionario
es el más buen artificio.
Escribir es un oficio
que al futuro no hipoteca,
conozco mi biblioteca,
puedo mostrarla y no es broma
tengo un vivencial diploma
en la Escuela de la Yeca. (*)
Será la universidad
de la Yeca, la que adopto,
en la escuela por la que opto
debo poner voluntad.
Reflejar la realidad
y aprender, siempre aprender,
olvidando el negro ayer,
mientras cumplo con mi rol,
porque siempre saldrá el sol
de este nuevo amanecer.
Existen mil "vocaciones"
en el alma de la gente,
está quien dice “presente”
y se destaca en sus dones.
Hay quien le pone pasiones
al fútbol y se hace arquero,
está el famoso enfermero
con vocación, o doctor,
y también el profesor,
el albañil o el plomero.
Lo aprendido nunca alcanza,
siempre hay tiempo de aprender
tierra fértil el saber
y hay que darle a la labranza.
Cultivar el tiempo a ultranza
para poder adquirir
esa ciencia del vivir,
el tiempo, sino no rinde,
ya descansaron el “finde”,
ahora pónganse a escribir.
El saber no ocupa espacio
que hay que sacar de otra parte,
hay que darle tiempo al arte
más valioso que un palacio.
Ir trabajando despacio
un lugar en la llanura
y un árbol de gran altura
crecerá de maravilla,
si siembras noble semilla:
la del arte y la cultura.
© Rubén Sada. 11 de febrero de 2019.
* Yeca. En lunfardo es "Calle".