HUELLAS
cruzan frente de mi vista,
no obstante hay niebla en la pista
y no alumbran las estrellas.
¿CĂłmo he de saber si ellas
me alientan al optimismo?
¿CĂłmo dar pasos ya mismo
que guĂen a un buen futuro?
Y, ¿cĂłmo estar bien seguro
que no llevan al abismo?
đŁ
Pocas huellas tal vez guĂan,
¡pero tantas son confusas!
Hay rectas, curvas, obtusas
y hay otras que se desvĂan.
¡CuĂĄntos ahĂ desfilarĂan
sin saber qué consiguieron!
¡CuĂĄntos otros ya advirtieron
del pantano que se hundiĂł!
¿CuĂĄntos hubo antes que yo,
que aun con huellas se perdieron?
đŁ
Hay huellas que son perversas
y a campo traviesa surcan,
hay también las que bifurcan
y las hay en lodo inmersas.
Las que se esfuman, dispersas
con el viento del estĂo,
las que van al sembradĂo
del amor y la bondad...
¡Las huellas a la maldad
nunca pises, hijo mĂo!
đŁ
Hay huellas muy engañosas
que conducen a espejismos,
a aludes y cataclismos
que nos sepultan en fosas.
Cardos con disfraz de rosas
me hicieron sangrar los años,
lobos entre mis rebaños
me han devorado en querellas,
ya no seguiré sus huellas...
¡Me cansĂ© de tantos daños!
đŁ
De las huellas de mi error
he aprendido tanto, tanto,
que hoy en pisadas de llanto
mezclo el barro del dolor.
Ya no seré seguidor
de cuĂĄnta huella se cruce,
mi pie adelante conduce
de manera independiente,
no le haré caso a la gente
ni permitiré que abuse.
đŁ
Pero dejo hermosas huellas
de tinta en este papel,
como lo hizo Espinel
con las décimas aquellas.
Quisiera fueran centellas
para quien luz necesita,
no sé si serå bendita
pero va con sentimiento,
mi voz la evapora el viento
mas, mi huella queda escrita.
đŁ
© RubĂ©n Sada. 27/12/2020.
y no alumbran las estrellas.
¿CĂłmo he de saber si ellas
me alientan al optimismo?
¿CĂłmo dar pasos ya mismo
que guĂen a un buen futuro?
Y, ¿cĂłmo estar bien seguro
que no llevan al abismo?
đŁ
Pocas huellas tal vez guĂan,
¡pero tantas son confusas!
Hay rectas, curvas, obtusas
y hay otras que se desvĂan.
¡CuĂĄntos ahĂ desfilarĂan
sin saber qué consiguieron!
¡CuĂĄntos otros ya advirtieron
del pantano que se hundiĂł!
¿CuĂĄntos hubo antes que yo,
que aun con huellas se perdieron?
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Hay huellas que son perversas
y a campo traviesa surcan,
hay también las que bifurcan
y las hay en lodo inmersas.
Las que se esfuman, dispersas
con el viento del estĂo,
las que van al sembradĂo
del amor y la bondad...
¡Las huellas a la maldad
nunca pises, hijo mĂo!
đŁ
Hay huellas muy engañosas
que conducen a espejismos,
a aludes y cataclismos
que nos sepultan en fosas.
Cardos con disfraz de rosas
me hicieron sangrar los años,
lobos entre mis rebaños
me han devorado en querellas,
ya no seguiré sus huellas...
¡Me cansĂ© de tantos daños!
đŁ
De las huellas de mi error
he aprendido tanto, tanto,
que hoy en pisadas de llanto
mezclo el barro del dolor.
Ya no seré seguidor
de cuĂĄnta huella se cruce,
mi pie adelante conduce
de manera independiente,
no le haré caso a la gente
ni permitiré que abuse.
đŁ
Pero dejo hermosas huellas
de tinta en este papel,
como lo hizo Espinel
con las décimas aquellas.
Quisiera fueran centellas
para quien luz necesita,
no sé si serå bendita
pero va con sentimiento,
mi voz la evapora el viento
mas, mi huella queda escrita.
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© RubĂ©n Sada. 27/12/2020.
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