*—Reinaldo Figueroa—*
A veces la estupidez
no es ignorante del todo
cuando el hombre busca el modo
de ser en la tierra un pez.
A veces la sencillez
te hace nacer ignorante
pero cuando Rocinante
trae al Quijote a tu mano
dejas de ser un enano
para volverte un Gigante.
*—Rubén Sada—*
Para volverte un gigante
en medio de los enanos,
abre un libro con tus manos
sacándolo del estante.
Pon tus ojos adelante
y comiénzalo a leer,
empezarás a entender
cuando alcances el debut,
y entre los de Liliput
serás más que Gulliver.
*—Reinaldo Figueroa—*
El que usa la estupidez
para atraer la atención
ese tiene el corazón
en el talón de los pies.
Yo sé que una cosa es
distinto ser ignorante,
por eso en el mismo instante
que yo quise ser poeta
puse junto a mi libreta
el sol de un libro delante.
*—Rubén Sada—*
El sol de un libro adelante
te da luz, te da agua pura
que bebes con la lectura
y colma tu sed, bastante.
Sé un hidalgo trashumante
persiguiendo a noble hidalga,
de tapa a tapa cabalga
entre llanos de papel,
hasta encontrar un vergel
que el sacrificio lo valga.
*—Reinaldo Figueroa—*
Cuando dicen sacrificio
de esfuerzo y de resultado
pienso en lo que me ha costado
hacer mi propio edificio.
Con simiente de artificio
no sale buena la rima
por eso entrando en el clima
del libro y de su cultura
estoy logrando la altura
para estar en la tarima.
*—Rubén Sada—*
Para volverte un gigante
que en la tarima salmodia,
nútrete con la prosodia
del quijote deslumbrante.
Seré tu ladero andante
derrotando a mil molinos,
lanceros y peregrinos
sacando polvo y viruta,
y al asfalto de la ruta
le trazaremos caminos.
*—Reinaldo Figueroa—*
Yo soy como ese capullo
en el jardín de lo poco
que ve al libro como el foco
y mi propia luz construyo.
En el panal del orgullo
nunca construyo mi miel
mi abeja de poro y piel
hace la miel perfumada
con la fragancia de Sada
y el néctar de Rafael.
*—Rubén Sada—*
Para volverte un gigante
escucha a Jorge Luis Borges,
el más sabio entre los Jorges
que dio un mensaje importante:
“Que él no era arrogante
por los libros que escribía,
sino por los que leía
y en esto estaba su orgullo”.
¡Sin agua ningún capullo
sobrevive a la sequía!
*—Reinaldo Figueroa—*
Rubén Sada, mi Gigante
está del modo que quiero
y aunque no soy un lucero
sí tengo brillo abundante.
Y no es por ser arrogante
que estas cosas hoy te digo
si me he convertido en trigo
para este pan que cocí
es porque he tenido en ti
a un maestro y a un amigo.
*—Rubén Sada—*
Para ser flor y capullo
tú ya eres un rosal,
y en tu jardín decimal
la paloma da su arrullo.
En tus flores me zambullo
con versos de atardeceres,
juntaremos los saberes
con un futuro anhelante,
no podrás ser más gigante
porque hoy mismo ya lo eres.
*—Reinaldo Figueroa—*
Con la conciencia rellena
del sol del amanecer
la alcancía del saber
creo que nunca se llena.
Cuando la lectura es buena
crece más el consonante
y si el estudio es constante
vas a ver año tras año
que es infinito el tamaño
para el sueño de un gigante.
*—Rubén Sada—*
Y aquí te saludo hermano
porque me tengo que ir...
*—Reinaldo Figueroa—*
en metas de porvenir
siempre encontrarás mi mano
*—Rubén Sada—*
Fue muy grato que un cubano
y un argentino se suba...
*—Reinaldo Figueroa—*
Entre la caña y la uva
con el sol en la retina...
*—Rubén Sada—*
Cantó Sada de Argentina
y Figueroa de Cuba.
*© Reinaldo Figueroa y Rubén Sada.*
*20/11/2020. Improvisación en décimas en Facebook.*
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