HUMO
Hay un humo irrespirable
que obnubila de silencio,
y estupefacto presencio
un porvenir inviable.
La impunidad implacable
la calma ha distorsionado,
la moral se ha desvirtuado
y el aire desborda niebla,
al que solamente puebla
humo de pasto quemado.
Hay humo de crematorio
causado por la gran peste,
una pandemia del este
que ha empujado al tanatorio.
Pero un silencio mortuorio
de los medios lo ha tapado
y hoy lo pasado es pisado
con mil cortinas de humo,
menos mal que yo no fumo
humo de pasto quemado.
Hay humo en instituciones
puesto que a todas incendian
y con fraudes vilipendian
las urnas en elecciones.
Para cifras son hampones
y el software que han inventado
es un chiste mal contado
con sospechas de mentira,
mientras el pueblo respira
humo de pasto quemado.
que obnubila de silencio,
y estupefacto presencio
un porvenir inviable.
La impunidad implacable
la calma ha distorsionado,
la moral se ha desvirtuado
y el aire desborda niebla,
al que solamente puebla
humo de pasto quemado.
causado por la gran peste,
una pandemia del este
que ha empujado al tanatorio.
Pero un silencio mortuorio
de los medios lo ha tapado
y hoy lo pasado es pisado
con mil cortinas de humo,
menos mal que yo no fumo
humo de pasto quemado.
puesto que a todas incendian
y con fraudes vilipendian
las urnas en elecciones.
Para cifras son hampones
y el software que han inventado
es un chiste mal contado
con sospechas de mentira,
mientras el pueblo respira
humo de pasto quemado.
Hay un humo de inflación
que evapora los ahorros,
porque administran los chorros
que llenan su propio arcón.
Mientras Suiza en un cantón
esconde lo que han robado,
un niño muere aplastado
por comer de la basura,
y es “legal” la dictadura:
Vota el cerebro quemado.
en alas de mil aviones,
y lágrimas por millones
que se escurren de Argentina.
Es un humo que fulmina
más que el de pasto quemado
al mayor núcleo, el sagrado:
“La familia”. El amor
se disuelve con dolor
y empuja a un lento sangrado.
han calcinado al país,
y es el oxígeno gris
cada nuevo anochecer.
Yo necesito creer
pero el aire está embargado,
huele a terreno incendiado
que se hunde en los despojos,
tengo irritados los ojos:
Humo de un país quemado.
Muy hermoso este poema de protesta, Rubén. Mi país yo creo que está ligeramente peor que el tuyo: Me refiero al Perú, donde el comunismo y el terrorismo van de la mano, y están haciendo destrozos, bloqueando carreteras, quemando propiedades privadas y matando policías. Aparte de la hambruna que cada vez crece más ante los precios de los alimentos que andan por las nubes. Felicito tu talento y te invito a mi recién creado blog: MIS POEMAS A CAMILO SESTO. Un abrazo.
ResponderBorrarMuy amable por tu comentario y presencia, Ingrid.
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