"Hace más ruido un solo hombre gritando que cien mil que están
callados". (José de San Martín).
Pueblo: ¿qué te han inyectado
con vehemencia caótica?
¿Qué virus de hiel narcótica
te ha dejado obnubilado?
¿Ya olvidaste tu pasado
lleno de violencia y odio,
que hoy germina ese plasmodio
bastardo de los setenta,
y el asesinato aumenta
al primer puesto en el podio?
¿Qué anestesia te ha dormido
hasta hacerte indiferente,
que hasta le diste a un demente
el timón de un barco hundido?
¿Qué conjuro maldecido
en tu genética es lanza,
despreciando la crianza
que a los niños daba amores
y hoy le va rindiendo honores
al nombre de “La Matanza”?
¿Por qué calla tu pulmón
hasta ocultar la verdad?
¿Y por qué ante la maldad
silencias tu corazón?
¿Cuál es la extraña razón
que en el suspiro se aprecia,
de vivir la peripecia
mientras que el país dormita,
y por el terror no grita,
drogado por la anestesia?
¿Por qué se calló el cantor?
¿Y por qué se calla el gaucho?
¿Por qué un corazón de caucho
ya no siente más dolor?
¿Qué anestesia a tu clamor
en muda cárcel canalla?
¿Es que acaso una muralla
le pusieron a tu verso
y encerraron tu universo
en el que tu canto calla?
¿Te ‘ataron chivo a la pata’
y mirás para otro lado?
¿O es que estás amenazado
por el poder que nos mata?
¿Quién es el monstruo escarlata,
que a tu juventud oxida?
¿Qué poder en él anida
que a la humanidad desprecia?
¿Qué poderosa anestesia
te ha emborrachado la vida?
Un nuevo ciclo resurge
y hay éter en los pasillos,
a la sierpe con colmillos
nuestra yugular le urge.
Pero en la crisis que surge
aun con mucha peripecia
la cirugía se aprecia
y despertarse es vital…
Luego de extirpar el mal
no hará falta la anestesia.
© Rubén Sada. 9/11/2021.