DÉCIMAS DE PIE QUEBRADO
¡El octosílabo es caro!
Hay que hacerlo a la mitad.
¡Difícil actividad!
Esto es raro.
Parece que ya está claro
pero es que me tiene en vilo,
no puedo comprar un kilo
y no me sale la décima,
mejor dicho, sale pésima:
¡Yo, tranquilo!
Los ha comido un ratón
a los versos cuarto y diez,
y veo en estos dos pies:
¡Mordiscón!
Luego hará la digestión
si el verso queda derecho,
el esfuerzo ya está hecho
y el ratón se va a dormir,
¡Vengan todos a aplaudir!
¡Buen provecho!
Este estilo perdió el canto
más que el loco del Quijote,
se parece a un estrambote
tanto, tanto.
Igual que el manco en Lepanto,
especialista en la lucha,
sé que mi ciencia no es mucha
pero con coraje insólito
escribo así, y el acólito...
¡Ya lo escucha!
Es difícil ejercicio
que habrá que experimentar,
puede ser que irá a gustar
más que un vicio.
Es como ir al precipicio
o tirarse a la pileta,
es complicado al poeta
pero ya viene saliendo
ora lo voy comprendiendo...
¡Vi la meta!
Octosílabos son ocho,
tetrasílabos son dos,
mejor me encomiendo a Dios:
¡No soy bocho!
Lo intento y no me reprocho
y esta rima desensilla,
con la lengua de Castilla
que sé hablar a rajatabla,
extraordinaria es el habla:
¡Maravilla!
Cervantes o su hidalguejo
su estilo propio obsequió
y en su enredo lo llamó
ovillejo.
Al mejor dejó perplejo,
con su décima galana,
buscando tarde y mañana
a su hermosa Dulcinea,
y el Quijote fue la tea
castellana.
Esta décima es arisca,
difícil como ninguna,
más resbalosa que una
odalisca.
Cuarto verso es una pizca
que nunca llega al final,
el pie forzado es igual
y es rebelde como el cuarto,
¡esto sí que es un infarto
decimal!
El verso trunco presente
va cerrando el decimal,
y una mordida letal
¡ya se siente!
Hoy invito alegremente
a escribir en este estilo,
no se me ponga intranquilo
aunque el pie tenga lesión,
por tocarle un mordiscón
cocodrilo.
© Rubén Sada. 23/01/2020.
La décima de pie quebrado conserva las reglas de la décima espinela, excepto que los vs. 4 y 10 tendrán 4 sílabas métricas.
Hay que hacerlo a la mitad.
¡Difícil actividad!
Esto es raro.
Parece que ya está claro
pero es que me tiene en vilo,
no puedo comprar un kilo
y no me sale la décima,
mejor dicho, sale pésima:
¡Yo, tranquilo!
a los versos cuarto y diez,
y veo en estos dos pies:
¡Mordiscón!
Luego hará la digestión
si el verso queda derecho,
el esfuerzo ya está hecho
y el ratón se va a dormir,
¡Vengan todos a aplaudir!
¡Buen provecho!
más que el loco del Quijote,
se parece a un estrambote
tanto, tanto.
Igual que el manco en Lepanto,
especialista en la lucha,
sé que mi ciencia no es mucha
pero con coraje insólito
escribo así, y el acólito...
¡Ya lo escucha!
que habrá que experimentar,
puede ser que irá a gustar
más que un vicio.
Es como ir al precipicio
o tirarse a la pileta,
es complicado al poeta
pero ya viene saliendo
ora lo voy comprendiendo...
¡Vi la meta!
tetrasílabos son dos,
mejor me encomiendo a Dios:
¡No soy bocho!
Lo intento y no me reprocho
y esta rima desensilla,
con la lengua de Castilla
que sé hablar a rajatabla,
extraordinaria es el habla:
¡Maravilla!
su estilo propio obsequió
y en su enredo lo llamó
ovillejo.
Al mejor dejó perplejo,
con su décima galana,
buscando tarde y mañana
a su hermosa Dulcinea,
y el Quijote fue la tea
castellana.
difícil como ninguna,
más resbalosa que una
odalisca.
Cuarto verso es una pizca
que nunca llega al final,
el pie forzado es igual
y es rebelde como el cuarto,
¡esto sí que es un infarto
decimal!
va cerrando el decimal,
y una mordida letal
¡ya se siente!
Hoy invito alegremente
a escribir en este estilo,
no se me ponga intranquilo
aunque el pie tenga lesión,
por tocarle un mordiscón
cocodrilo.
La décima de pie quebrado conserva las reglas de la décima espinela, excepto que los vs. 4 y 10 tendrán 4 sílabas métricas.
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