EL GRUMETE
—¡No te me caigas, grumete!—Le gritaba el capitán.
—¡Sé mis ojos en el cielo!
Mira más allá del mar.
Pon a tierra el periscopio,
que al puerto quiero llegar,
una doncella me espera
y soy malo en el azar.
Infórmame del peligro
o de la dificultad,
tú que brillas en la altura
con mil estrellas de strass.
Necesito tu maestría
aunque yo sea capitán,
tu experiencia es una brújula
que surca la tempestad.
El timón se vuelve loco
y la vida se me va,
sin tu ayuda pierdo el rumbo
en un mar de soledad.
Cruzaremos exitosos
este océano criminal,
Necesito tu pericia
para vencer al caimán.
Aunque azote el viento este
y castigue el temporal,
nuestra tierra prometida
de occidente avistarás.
Y la boda en una playa
el ancla festejará…
¡No te me duermas, grumete!
¡Nuestro padrino serás!
© Rubén Sada. 26/2/2024.