MUNDO ROJO
Mi mundo es del buen rojo, como el planeta Marte,
rojo como el fuego volcánico que siento al amarte,
y como el rubor de tus mejillas cuando dispongo piropearte,
y rojo como el crisol interior que por mi amor arde.
Mi mundo es rojo como el sol, al caer la tarde.
Es bellamente rojo, como las hojas del arce,
como los corales que embellecen el fondo de los mares,
como el buen vino rojo con que se brinda en los bares.
Mi mundo es rojo como tus labios, que a cereza saben,
rojo como el bello plumaje de una exótica ave,
rojo como las calles de Buñol en la fiesta del tomate,
y rojo furioso como la capa agitada que el toro embate.
Pero el planeta en que yo vivo... ese sí que es rojo...
Porque vivo en un planeta rojo, bañado de sangre,
plagado de guerras, de destrucción y hambre.
Quiero cambiar por salud las enfermedades
y reemplazar las mentiras por verdades.
Quiero cambiar por obras de bien las crueldades.
Cambiar por el verde esperanza las inseguridades.
Alentar a las personas que demuestran sus bondades.
Y que su arte sea algo feliz para todas las edades.
Porque el color rojo es la advertencia del desastre,
como es la luz del semáforo, cuando te dice que pares.
Algunos cambian el rojo por verde, o por azul en los mares.
Mi planeta es rojo, y hoy necesita gente que de verdad ame.
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© Rubén Sada. 18-10-2007
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