apesadumbra mi noche,
los recuerdos son derroche,
es un eclipse de amor...
Un latido congelado
me está quitando la calma,
las sombras cubren mi alma
en un siglo de dolor.
Un batallón de ilusiones,
telarañas de mil sueños,
germinaron los pequeños
cien años de desazón.
Señorío de pasiones
en tu piélago navego,
cuántas noches sin sosiego
destemplan mi corazón.
Por un amor imposible
la luna duele y se oculta,
y en un lago se sepulta
nuestra ambrosía lunar.
El manantial invisible
hoy se está tornando en llanto
y desahoga su canto
frente a Dios en el altar.
Abrazo de soledades
y una niebla que me embarga
bebiendo tu savia amarga
se marchitó mi jardín.
Cuando abrió su puerta el Hades
se tiñó de gris mi anhelo,
y mostró su ocaso el cielo
al sangrar el puñal ruin.
Por un amor imposible
la luna duele y se oculta,
y en un lago se sepulta
nuestra ambrosía lunar.
El manantial invisible
hoy se está tornando en llanto
y desahoga su canto
frente a Dios en el altar.
© Ana Bonaroti y Rubén Sada. 7/11/2022.