¿CÓMO QUE NO TENEMOS POESÍA?
Hoy siento alguna tristezaal oír lo que no es cierto,
y escuchar con desconcierto
lo que blanden con dureza.
Responderé con franqueza
pues la escritura es mi guía,
la esgrimo con gallardía
desde mi garganta y pulso,
¿cómo es que alega el insulso
“que no tenemos poesía”?
Como poetas fecundos
somos semilla del orbe
que germina y luego absorbe
luz de estrellas y otros mundos.
Somos instantes, segundos
de fugaz inspiración
nacida en un corazón
que con valiente hidalguía
utiliza poesía,
voz, metáfora y canción.
Aunque tenga un rico acervo
o la décima sea pobre,
aunque brille como el cobre
o aunque tenga gusto acerbo...
Puliremos nuestro verbo
con vital filosofía,
tienen celeste energía
los cielos que nos bendicen,
¿y cómo es que algunos dicen
que no tenemos poesía?
Yo actúo con rapidez
como una estrella fugaz,
no estoy preso en Alcatraz,
soy libre del uno al diez.
Diez versos con sensatez,
con métrica y melodía,
son el camino que guía
y os invita a que otros pisen,
¿y cómo es que algunos dicen
que no tenemos poesía?
¿Qué solemos disparar?
¡Palabras prefiero a balas!
Verbos prefiero a bengalas,
metralletas de rimar.
Luego pongo en el altar
versos de categoría,
de amor y de rebeldía
que maldicen, que bendicen,
¿y cómo es que algunos dicen
que no tenemos poesía?
Venenosa y elitista
es la décima mal hecha,
la pinta como derecha
alguien que se llama “artista”.
Pero de ser buena, dista,
es incomprensible y pésima,
no se entiende una milésima
y a escribir bien se resisten,
equivocados, insisten:
“no es poesía la décima”.
Es un arte el repentismo,
eso sí, señor, lo sé,
mas, para quien no lo ve,
tampoco verá el abismo.
Su mente tiembla en un sismo
y el sol da niebla a su cara,
nunca bebe el agua clara
de auténtica poesía,
si no absorbe fantasía
en la espinela malara.
Le va inundando el latido
al insigne repentista,
el aplauso hacia el artista,
y el aprecio recibido.
Es el mejor consentido,
el más elegante traje
que le imprime más coraje
para decir lo que siente,
y el respeto de la gente
es el más lindo homenaje.
© Rubén Sada. 12/12/2019.
soy libre del uno al diez.
Diez versos con sensatez,
con métrica y melodía,
son el camino que guía
y os invita a que otros pisen,
¿y cómo es que algunos dicen
que no tenemos poesía?
¿Qué solemos disparar?
¡Palabras prefiero a balas!
Verbos prefiero a bengalas,
metralletas de rimar.
Luego pongo en el altar
versos de categoría,
de amor y de rebeldía
que maldicen, que bendicen,
¿y cómo es que algunos dicen
que no tenemos poesía?
Venenosa y elitista
es la décima mal hecha,
la pinta como derecha
alguien que se llama “artista”.
Pero de ser buena, dista,
es incomprensible y pésima,
no se entiende una milésima
y a escribir bien se resisten,
equivocados, insisten:
“no es poesía la décima”.
Es un arte el repentismo,
eso sí, señor, lo sé,
mas, para quien no lo ve,
tampoco verá el abismo.
Su mente tiembla en un sismo
y el sol da niebla a su cara,
nunca bebe el agua clara
de auténtica poesía,
si no absorbe fantasía
en la espinela malara.
Le va inundando el latido
al insigne repentista,
el aplauso hacia el artista,
y el aprecio recibido.
Es el mejor consentido,
el más elegante traje
que le imprime más coraje
para decir lo que siente,
y el respeto de la gente
es el más lindo homenaje.
© Rubén Sada. 12/12/2019.