el poeta español Amador Porres nos entrega su
RECUERDO
¡Ay!La yedra de tu casa,
¡Ay!La yedra, yedra, yedra;
espesa, espesa y nevada
de pimpollitos de cera.
Entre sus verdes ramajes
yo vi tu cara morena.
En abrazo cariñoso
la yedra abrazó a la verja,
y mis ojos traspasaron
entre resquicios, la puerta.
La Luna puso un aplauso,
un ruiseñor, una endecha,
la noche, un suspiro largo,
tu carne, fuego en mis venas.
Acecharon mis pupilas,
espías y con promesas,
horas, horas, horas, horas...
¡Me mataste con tu ausencia!
Amador Porres