BUITRES
La patria arrodillada ante los buitres,
y usureros de grupos financieros.
El trago de deber tanto dinero
tendrá sabor amargo y a salitre.
Nuestros niños con hambre y sin pupitre
y ancianos sufriendo días postreros,
para engordar más gordo a los banqueros
y sin juez imparcial que el pleito arbitre.
¿Por qué aceptar la deuda, si es injusta?
¿Por qué un trato usurero es tan hediondo?
Si en nuestra yugular veneno incrustan
o nos empujan a ciénagas sin fondo,
que no esperen respuesta que sea justa
y un negocio que les salga redondo.
Rubén Sada - 11/08/2014