En este inusual verano en el éter busco un verso, cavando en el universo y el mar de fondo, un rumor. Un cosmos de soledades me va cantando al oído, y desde arriba de un nido mira un sol abrasador.
El perfume de la orilla me transporta al viejo puerto, alejado del desierto donde la luz es clamor.
En la galaxia de ideas desde esa azul distancia respiro aquella fragancia tan profunda del amor.
La tristeza del naufragio vivida en ese navío me está matando de frío, y tengo viento a babor. Menos mal que en este adagio
tengo alivio del martirio, no me consume el delirio porque tengo un protector.
Un cariño en melodías en mi mente se antologa, y una lágrima me ahoga con un sueño inspirador. Una lluvia de poesías
que me hace beber la luna, de tus ojos aceituna me da divina ilusión.
En la galaxia de ideas desde esa azul distancia respiro aquella fragancia tan profunda del amor. Una lluvia de poesías
que me hace beber la luna, de tus ojos aceituna me da divina ilusión.
INTÉRPRETE: RUBÉN SADA. 17/11/2022 AGRADECIMIENTOS por palabras y frases: SOL ABRASADOR (Rubén Martín Pereyra). VERANO INUSUAL (Viviana Padelín). Y EL MAR DE FONDO, UN RUMOR. (Luant Mac-beath). DONDE LA LUZ ES CLAMOR (Luant Mac-beath). ORILLA, PUERTO, PROFUNDIDAD (Viviana Padelín). DIVINA ILUSIÓN (Joel Bañuelos Martínez). DESDE ESA AZUL DISTANCIA (Luant Mac-beath). NAUFRAGIO, NAVÍO (@Viviana Padelín). UN CARIÑO EN MELODÍAS (Luant Mac-beath). DELIRIO (Joel Bañuelos Martínez).
Tiene rosas blancas, fresias y claveles, tiene mil orquídeas y un rojo malvón... Tiene poesía y tiene un poeta, mi bello planeta mi constelación. Tiene chacareras, música de zamba, y en un tango triste llora un bandoneón... Tiene chamarritas, un gato en la peña, y huella sureña, mi constelación. —Estribillo— Hoy quiero invitarte, ¡sé planeta mío! Ya no tendrás frío, ¡yo seré tu sol! Te ofrezco mi mano, y mi verso amigo, sigue mi camino: ¡mi constelación!
Tiene palomitas, y pavos reales, jilgueros, canarios y hasta un picaflor... Tiene dos calandrias horneros, zorzales, y humildes gorriones mi constelación. Tiene una familia de hermosos valores, disfruta amistades, disfruta el amor... Cuenta sus recuerdos, sus fotos, historias, tiene trayectoria mi constelación. —Estribillo— Hoy quiero invitarte, ¡sé planeta mío! Ya no tendrás frío, ¡yo seré tu sol! Te ofrezco mi mano, y mi verso amigo, sigue mi camino: ¡mi constelación!
Cielo de plomo estrellado apesadumbra mi noche, los recuerdos son derroche, es un eclipse de amor... Un latido congelado me está quitando la calma, las sombras cubren mi alma en un siglo de dolor.
Un batallón de ilusiones, telarañas de mil sueños, germinaron los pequeños cien años de desazón. Señorío de pasiones en tu piélago navego, cuántas noches sin sosiego destemplan mi corazón.
Por un amor imposible la luna duele y se oculta, y en un lago se sepulta nuestra ambrosía lunar. El manantial invisible hoy se está tornando en llanto y desahoga su canto frente a Dios en el altar.
Abrazo de soledades y una niebla que me embarga bebiendo tu savia amarga se marchitó mi jardín. Cuando abrió su puerta el Hades se tiñó de gris mi anhelo, y mostró su ocaso el cielo al sangrar el puñal ruin.
Por un amor imposible la luna duele y se oculta, y en un lago se sepulta nuestra ambrosía lunar. El manantial invisible hoy se está tornando en llanto y desahoga su canto frente a Dios en el altar.
En un fugaz *aleteo* disfruta la mariposa, busca el néctar de la rosa con alas de bendición... La misma en la que yo creo a pesar de que una *espina* puso en mis ojos neblina y bruma en mi corazón. No se olvida que fue oruga arrastrándose en las malas, hoy le crecieron las alas y afina su diapasón... El miedo no la subyuga y no ha muerto *todavía,* con alas de poesía hace volar su *emoción.* Atrás quedó aquel invierno donde el aire se hizo pálido, en un espacio más cálido mil primaveras de *sol...* Desde el universo eterno la esperanza no se pierde, y de nuevo pinta verde al ocre en *transformación.* Y aparece el jardinero con el riego del cariño, mientras su alma de *niño* hace brotar la ilusión... Germinando en el cantero rosas blancas y bermejas, y aplauden alas de abejas la hermosa fiesta de *amor.*
En una pausa al pasar de las que te hacen feliz, una explosión de matiz nos obligaba a frenar. Sos la reina de este altar de flores y clorofila, que tu belleza destila y cambiaste en un derroche tu tiara de luna y noche por una diadema lila.
Imagen: El caminante sobre el mar de nubes (1818) del pintor romántico alemán Caspar David Friedrich. Óleo sobre tela que mide 74,8 cm de ancho por 94,8 cm de alto. Ubicación: Kunsthalle de Hamburgo.