INVITACIÓN A MI HOGAR
En la casa
de mis sueños
se abrirán puertas de vida
que te darán bienvenida
en el nombre de sus dueños.
Encendí de amistad, leños,
así está tibio el salón
y sientes mi bendición
cuando pises el umbral,
ya sin rejas de metal
que encierren al corazón.
Tengo un
techo protector
con claraboya a los cielos,
donde invoco mis anhelos
con esperanza, al Señor.
Las cortinas del rencor
se abrirán de par en par,
para que el quinqué solar
te ilumine, visitante,
con el verso más brillante:
luz natural de mi hogar.
Ya se
desborda el mantel
que espera a tu paladar,
te he invitado al buen manjar
pues te has ganado el laurel.
Mi alacena es un plantel
de agua pura y beatitud,
y un licor de gratitud
será el rico aperitivo
celebrando que estás vivo
ante el pan de la virtud.
En la casa
de mis sueños
te imagino a ti, poeta,
y reloj cucú se inquieta
del sopor de mis ensueños.
Pondré más de mil empeños
con un esfuerzo ejemplar,
por que tu arte de azahar
esté presente en mi espacio,
no soy dueño de un palacio
pero te invito a mi hogar.
© Rubén
Sada. 10/3/2024.
Metonimia: Figura
retórica que consiste en designar una cosa o idea con el nombre de otra con la
cual existe una relación de dependencia o causalidad. Por ejemplo, “casa” por
“hogar”, “mantel” por “mesa, o comida” y “reloj” por “tiempo”.
se abrirán puertas de vida
que te darán bienvenida
en el nombre de sus dueños.
Encendí de amistad, leños,
así está tibio el salón
y sientes mi bendición
cuando pises el umbral,
ya sin rejas de metal
que encierren al corazón.
con claraboya a los cielos,
donde invoco mis anhelos
con esperanza, al Señor.
Las cortinas del rencor
se abrirán de par en par,
para que el quinqué solar
te ilumine, visitante,
con el verso más brillante:
luz natural de mi hogar.
que espera a tu paladar,
te he invitado al buen manjar
pues te has ganado el laurel.
Mi alacena es un plantel
de agua pura y beatitud,
y un licor de gratitud
será el rico aperitivo
celebrando que estás vivo
ante el pan de la virtud.
te imagino a ti, poeta,
y reloj cucú se inquieta
del sopor de mis ensueños.
Pondré más de mil empeños
con un esfuerzo ejemplar,
por que tu arte de azahar
esté presente en mi espacio,
no soy dueño de un palacio
pero te invito a mi hogar.